¿Cómo actúa la oxitocina en el parto?

Quizá no has oído hablar de ella, o quizá sí. Pero se trata de una hormona con suma importancia al final del embarazo, en especial durante en el parto. Conoce cómo actúa la oxitocina.
¿Cómo actúa la oxitocina en el parto?

Se libera de manera natural en nuestro organismo y es de especial importancia en nuestra vida, así es la oxitocina. Una hormona que, en el caso de las mujeres, se ve estimulada sobre todo en la parte final del embarazo, especialmente en el momento del parto. ¿Quieres saber cómo actúa?

La oxitocina se produce en el sistema nervioso central, más concretamente en el hipotálamo, para después trasladarse a la hipófisis, una glándula ubicada en nuestro cerebro. Allí se almacena y se secreta cuando es necesario. A grandes rasgos, es la encargada de provocar las contracciones uterinas para que el bebé se mueva por el canal de parto y de dilatar el cuello del útero. Es por ello que su acción es bastante importante en el trabajo de parto.

Importancia de la oxitocina en el parto

A lo largo de la gestación, la oxitocina se va liberando en pequeñas cantidades. Pero cuando comienza la labor de parto y se va dilatando parcialmente el cuello del útero, aumenta tal liberación.

Por otro lado, otro factor que facilita que esta hormona se libere en el momento del parto es la presión que ejerce la propia cabecita del bebé en el fondo del útero. Un proceso que se conoce como reflejo de Ferguson y que es esencial para que haya una liberación continua de oxitocina.

Cuando empieza a liberarse tal hormona en el torrente sanguíneo desde el cerebro para llegar a los receptores que se encuentran en el útero, esta también comienza a estimular el músculo liso uterino para llevar a cabo su principal objetivo. Ese no es otro que iniciar las contracciones que son las que permiten expulsar al bebé del cuerpo de la madre.

En ocasiones, cuando las contracciones uterinas no tienen la suficiente intensidad, son muy cortas o irregulares, o cuando es necesario inducir el parto, se procede a utilizar métodos mecánicos para provocar la liberación natural de oxitocina, por ejemplo, despegando las membranas amnióticas mediante un tacto vaginal, estimulando los pezones o incluso rompiendo la bolsa de aguas.

Otras funciones de la oxitocina

Además de actuar en el trabajo de parto, la oxitocina también es una hormona fundamental para la lactancia materna. ¿Por qué? Porque es la encargada de la eyección láctea, es decir, que gracias a su acción la glándula mamaria puede expulsar leche para así amamantar al bebé. La hormona llega a las mamas por la sangre, donde provoca la contracción de los conductos de la glándula, permitiendo así la salida de leche.

No obstante, la liberación de la oxitocina también podría darse por otros factores psíquicos como el llanto del bebé o incluso solo con su presencia.

Por otra parte, esta hormona es también famosa por ser la “hormona del amor” y es que, tiene una función muy importante en las respuestas sexuales tanto femeninas, como masculinas.

Asimismo, es una hormona que nos ayuda a calmarnos, tiene une efecto relajante y es muy importante para empezar a establecer un vínculo afectivo con el pequeñín que acaba de nacer. No obstante, también tiene mucha relación con la empatía, el apego, con el comportamiento maternal y con la capacidad de aprendizaje y la memoria.

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