Qué es el Método Bradley de preparación al parto y para qué sirve

Existen diferentes clases de preparación al parto que pueden ser de muchísima ayuda a la hora de saber qué esperar durante el trabajo de parto, y en el propio parto en sí mismo. Sin embargo, el conocido como Método Bradley va un poco más allá, el cual fue originalmente creado en el año 1947 en Estados Unidos.
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El conocido como Método Bradley de preparación al parto consiste en una de las muchas opciones preparativas y educativas que los padres pueden llevar a cabo cuando esperan tener una experiencia de parto sin medicamentos. Y, de acuerdo a las estadísticas, cerca del 86 por ciento de las embarazadas que han asistido a las clases preparatorias llegan a tener un parto sin medicamentos. Aunque es cierto que, al menos por el momento, no existen estudios externos que puedan confirmar o refutar esta afirmación.

La idea nació originalmente en el año 1947, cuando el Dr. Robert Bradley, un obstetra estadounidense, inventó el método con la intención de ofrecer la posibilidad de que una mujer pudiera dar a luz sin medicación, únicamente con el apoyo y la presencia de su pareja.

Por aquel entonces, se convirtió en una opción tan radical como revolucionaria, aunque en aquellos momentos originalmente no se invitó a los hombres a que asistieran a la sala de partos. Se quedaban en la sala de espera, y únicamente accedían cuando el parto había finalizado.

A pesar de ello, Bradley consiguió que los padres pudieran regresar a la sala de partos, demostrando que la figura paterna es tan esencial como importante en su teoría. De esta forma, el método prepara a la pareja para confiar en sus propios instintos, transformándose en participantes completamente informados en el proceso de parto.

¿Qué es y en qué consiste exactamente el Método Bradley?

El conocido como Método Bradley es una técnica de parto que anima a los futuros padres a tener un parto sin medicamentos ni anestesia. Hoy en día, los futuros padres pueden inscribirse en el curso, el cual consiste en un total de 12 semanas que enfatiza principalmente en el ejercicio prenatal, la educación, la relajación y el seguimiento de una buena nutrición.

Se convierte, por tanto, en una opción adecuada para todas aquellas parejas que saben que desean tener una experiencia de parto sin medicamentos.

Durante el curso, a las parejas se les enseña cómo pueden trabajar con sus cuerpos con la finalidad de reducir el dolor al máximo, haciendo que su trabajo se vuelva muchísimo más eficiente. En ellos se enseñan métodos de relajación, masajes, técnicas de respiración abdominal y distintas formas de aumentar tanto la autoconciencia como el control del dolor del parto.

Sus defensores consideran y creen que la mayoría de las mujeres podrían dar a luz sin intervención (a menos, claro está que no se produzca algún tipo de necesidad o urgencia médica), siempre y cuando se sientan seguras, cómodas y preparadas.

Por otro lado, muchas de las parejas que escogen el Método Bradley como técnica de preparación al parto igualmente solicitan la ayuda de una doula, que consiste en una asistente no médica con experiencia, la cual proporciona apoyo físico y emocional antes, durante y después del parto. Además, claro está, de contar con una partera o médico en caso de que se produzca algún tipo de emergencia.

Qué esperar y cómo se hace

Cómo es el Método Bradley

Como te hemos explicado brevemente en un apartado anterior, el Método Bradley consiste básicamente en un curso de 12 semanas con un total de 12 unidades de instrucción. Quienes participan reciben muchísima atención individual, especialmente porque, a cada clase, asisten únicamente entre tres a seis parejas.

De esta manera, es posible prestar una atención más personalizada e individual a cada una de las parejas, quienes cuentan a su vez con mucho espacio a la hora de practicar las técnicas. A su vez, las parejas recibirán un libro de trabajo que cuenta con más de 130 páginas de información útil.

Para qué sirve el Método Bradley

Las clases tienden a proporcionar una educación integral sobre muchos aspectos de la gestación, el trabajo de parto y el propio parto en sí mismo. Y, como hemos visto, algunos de estos aspectos -especialmente los más destacados o importantes- incluyen el ejercicio prenatal, el seguimiento de una nutrición adecuada, los síntomas del embarazo, las técnicas de relajación del trabajo de parto, las etapas del trabajo de parto, qué complicaciones se podrían producir, la atención después del parto y la lactancia materna, entre otros.

Por ejemplo, el Método Bradley hace especial hincapié en el seguimiento de una alimentación lo más saludable y equilibrada posible, las técnicas de relajación y respiración profunda (como formas de afrontar el dolor que surge durante el parto), y la práctica de ejercicio físico.

A los futuros padres se les enseña a ser más responsables con sus decisiones, para que así puedan informarse sobre los procedimientos comunes que se siguen cuando la embarazada va a dar a luz, así como prepararla para hacer saber cuáles son sus intenciones.

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