El monopolio informativo que ha alcanzado ante su fatal impacto en la sociedad el SARS-CoV-2, más conocido como la COVID-19 y sobre todo por su forma más genérica, coronavirus, ha provocado un apagón mediático sobre otras patologías que también inciden sobre los más pequeños.
Es el caso de la bronquiolitis, “la infección respiratoria aguda de vías respiratorias inferiores más frecuente en niños menores de un año y supone el 18% de todas las hospitalizaciones pediátricas” según explican los pediatras M.ª Luz García García, Javier Korta Murua y Alicia Callejón Callejón (AEPED).
No es el verano la época en la que se producen las epidemias de esta infección vírica que, pese a poder hacer acto de presencia en cualquier época del año, suele hacerlo con mucha más fuerza durante los meses fríos; esto es, de noviembre a abril.

La bronquiolitis es muy común, pero afortunadamente no siempre es grave.
Los síntomas de la bronquiolitis más reconocibles por ojos que no expertos en medicina son fundamentalmente la tos y la fiebre, si bien estos también lo son de otras enfermedades habituales en los seres humanos, como es el caso de la gripe, por ejemplo.
Asimismo, es posible que el niño presente (Guía de práctica clínica sobre bronquiolitis aguda):
- Respiración rápida o sibilante (sonido parecido al de un silbido o pito al respirar)
- Problemas al respirar, cuando inhala se le hunden los músculos de las costillas
- Y, en los casos más graves, se le puede poner la piel, los labios y las uñas azulados.
¿Qué niños son los más vulnerables a sufrir bronquiolitis?
En los bebés lactantes infectados por este virus concreto es más probable que desencadene en una bronquiolitis. Esto se debe a que sus vías aéreas son estrechas y se bloquean con facilidad cuando se inflaman.
Por eso la bronquiolitis es más grave en los menores de seis meses y en especial en los recién nacidos (menores de un mes), así como en los prematuros, niños con cardiopatías congénitas, con enfermedades pulmonares, con enfermedades neuromusculares y con Síndrome de Down, entre otros. (Sardón O, et al. An Pediatr Contin. 2007;5(6):332-42)
En estos niños deben reforzarse las medidas de prevención pues una infección por VRS podría agravar su estado de salud.

Prevención de la bronquiolitis
La bronquiolitis se contagia principalmente tocando objetos contaminados con el virus y luego tocándose los ojos, la nariz o la boca. Por eso es importante lavarse las manos a menudo con agua y jabón y, sobre todo, antes y después de tocar al niño o los objetos que el peque utiliza.
Es importante también evitar sitios concurridos, como pueden ser los centros comerciales, parques infantiles o donde haya muchos niños y hay que evitar por completo la exposición al humo del tabaco.
Se recomienda, siempre que sea posible, continuar con la lactancia materna, ya que los niños lactantes están más protegidos contra la bronquiolitis. Recientemente, el Dr. Manuel Sánchez luna, Presidente de la sociedad Española de Neonatología, también ha comentado respecto a la Covid-19 que “con la lactancia no hay problemas, siempre que se haga con mascarilla y con medidas de higiene”.
A estas alturas, estas palabras suenan a pan nuestro de cada día, ¿verdad? El motivo no es otro que la forma de contagio de esta infección, muy similar a la del coronavirus: “los gérmenes se pueden propagar a través de pequeñas gotas del líquido procedentes de la nariz y la boca de una persona infectada al estornudar, toser o reírse. Las gotas de líquido infectadas también pueden acabar en objetos que toca la persona infectada, como pañuelos usados o juguetes”, se detalla en este artículo publicado por Kids Health.
Además, La Sociedad Española de Neonatología (SENEO) ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que el temor de los padres a la infección en los centros sanitarios perjudique tanto la adherencia a los programas de seguimiento de los Recién Nacidos de alto riesgo como los calendarios de vacunación y campañas de inmunoprofilaxis de las epidemias estacionales que se esperan tras el verano.
Diferencias con el coronavirus

Desde el punto de vista médico hay dos grandes factores que diferencian completamente la bronquiolitis de la enfermedad que está sacudiendo al mundo de manera trágica en este 2020.
La primera es su naturaleza, ya que mientras el coronavirus es, como su propio nombre indica, un tipo de virus concreto, la bronquiolitis es una infección que está causado por distintos virus.
En los niños, como se especifica en el protocolo sobre la bronquiolitis aguda viral publicado por la AEPED, es el virus respiratorio sincitial (VRS) detectado con más frecuencia en los niños con bronquiolitis, pero una gripe, aunque ocurra en menor medida, también puede derivar en ella.
Por otro lado, la segunda gran diferencia entre nuestra protagonista en estas líneas y el SARS-CoV-2, teniendo en cuenta que todavía se desconocen muchos detalles de este último, tiene que ver con cómo afecta a los niños, ya que mientras la bronquiolitis es común en la amplia mayoría de los niños durante los tres primeros años de vida, actualmente se está estudiando cómo está afectando la COVID-19 a los menores de edad.
¿Cuándo preguntar al médico?
Ante la duda, la Asociación Española de Pediatría, recomienda ir al servicio de urgencias.

¿Cuándo acudir al médico?
- Respira muy rápido
- La piel se hunde entre las costillas o mueve el abdomen al respirar
- Rechaza o presenta dificultad para ingerir los alimentos
- Está muy agitado o bien muy dormido
- La fiebre es muy alta
- Emite un quejido al respirar
- Presenta color azul en los labios o las uñas espontáneamente o con la tos
- Hace pausas respiratorias
Por tanto, en caso de duda o sospecha de que algo no va bien con la salud de sus hijos, los padres pueden consultar telefónicamente con el centro de salud en aquellas comunidades donde este servicio esté disponible, como ya recomendó la doctora María José Mellado en la nota de presentación de la campaña de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que ella preside, ‘La salud pediátrica en tiempos del coronavirus’, lanzada en el momento más crítico de la pandemia que todavía está presente con fuerza en nuestras vidas.
REFERENCIAS
2. Sardón O, et al. An Pediatr Contin. 2007;5(6):332-42
4. https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/bronquiolitis-0