4 lugares de cuento que existen en realidad

Viajamos a esos lugares mágicos que inspiraron a los protagonistas de nuestros cuentos favoritos.

A menudo, cuando nos encontramos ante un paisaje extremadamente bello, peculiar o colorido solemos pensar que parece sacado de un cuento. Así ocurre, por ejemplo, con la ciudad de Brujas en Bélgica, la avenida de los Baobads en Madagascar o los mares estrellados de la isla de Vadhoo en Maldivas. Pero en algunas ocasiones pasa exactamente lo contrario, que los cuentos han sido sacados de lugares que existen en realidad, completamente vivos, que algún día acogieron a los personajes de una famosa narración.

Los fans de J.R.R. Tolkien nunca podrán pasear por la Tierra Media, ni los de Star Wars hacer noche en Tatooine, pero los aficionados a los cuentos sí podemos acercarnos a muchos parajes que existen en realidad, como los bosques por donde paseó Caperucita, la ciudad donde se encerró a Rapunzel o el lugar donde Cenicienta perdió su zapato.

Si sois aficionados a los cuentos y os estáis planteando dónde pasar este verano, descubre cuatro lugares donde la ficción se mezcla con la realidad, o mejor dicho, donde la realidad iguala a la ficción. Cuatro lugares para pasarlo de cuento.

Hameln - iStock

Hamelin

La ciudad del flautista existe, y está en Alemania. Con una población actual cercana a los 60.000 habitantes, la villa rinde pleitesía al cuento que la hizo famosa internacionalmente y organiza un montón de actividades para recordar al músico que manejaba a su antojo las ratas de medio planeta. Pero además sobrecoge por su belleza e interés histórico. Destaca por su aire medieval, sus calles empedradas y su atmósfera de cuento.

Bosque de Sherwood - Getty Images

El bosque de Sherwood

Se dice que este paraje acogió las aventuras del más famoso y popular de todos los ladrones, el británico Robin Hood. Hoy en día es sencillo seguir sus huellas e incluso visitar la iglesia donde, según el cuento, se desposó con la noble Lady Marian. Seguir los pasos del arquero nos llevará a un bosque de 182 hectáreas que cuenta con más de 900 robles antiguos. El más célebre, a diez minutos del centro de visitantes, cuenta con más de 800 años de vida.

Lago Ness - Getty Images

El Lago Ness

Más que de cuentos, este paraje escocés es escenario de leyendas, pues no son pocos los que aún hoy afirman que en sus aguas vive y nada el monstruo que ha hecho famosa a la región. El lago, que tiene 200 metros de profundidad, puede ser recorrido a bordo de un crucero. También se hace imprescindible visitar el castillo de Urquhart, un paraje junto al lago con vistas impresionantes.

Bremen - Getty Images

Bremen

La ciudad alemana saltó a la fama por cuatro animales que compartían gustos musicales: un perro, un gato, un burro y un gallo. Los famosos trotamúsicos son sólo una de las razones para visitar una ciudad tan viva que congrega a más de medio millón de habitantes. Eso sí, tiene un barrio medieval (Schnoor) que hace que resulte fácil retroceder en el tiempo y un Ayuntamiento cuya fachada, construida hace algo más de 500 años sigue suscitando la admiración de todo el que la ve.

Como curiosidad, y para que los fans de Star Wars no se queden fuera de juego, comentar que sí que existe un planeta llamado Tatooine, aunque no es el mismo que reflejó Lucas en las películas. En 2005 el astrónomo polaco Maciej Konacki descubrió un nuevo planeta y, dada su afición a la saga y algunas similitudes con el imaginario, decidió bautizarlo con el nombre de Tatooine. Así que técnicamente es posible visitarlo. Sólo falta la manera de descubrir cómo llegar hasta allí…

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