Es posible que tanto tú como tu pareja estéis cansados de que la hora de la comida sea un momento tedioso con el niño porque no hay forma de que pruebe nuevos alimentos. Solo quiere comer lo mismo, una y otra vez. Claro que, no podéis evitar preocuparos y os inquieta si es bueno para su desarrollo. Veamos si esta situación es habitual y algunos consejos que podéis poner en practica para que amplíe su alimentación.

Para empezar, lo que debes hacer es pensar si tu niño es un “comedor selectivo”, que es aquel que se niega a incluir nuevos alimentos esté donde esté, ya sea en casa, con sus abuelos o en el cole. O si es un falso “comedor selectivo” y solo come lo mismo cuando está con papá o mamá, por ejemplo. En este último caso, el problema estaría más bien en la forma de actuar de los padres ante ciertas conductas del peque cuando está comiendo.
Por otro lado, si resulta ser que siempre quiere comer lo mismo en cualquier circunstancia, debes saber que es una situación normal, especialmente entre los niños de dos y tres años. En general se trata de una fase temporal, propia de su desarrollo y que no tiene mayor motivo de preocupación. Por ello, no hay que hacer un gran drama, esto podría empeorar la situación, lo mejor es intentar corregir ciertos hábitos, vamos a ver algunos consejos.
Consejos para que el peque pruebe nuevos alimentos

Si tu niño es “comedor selectivo” ten en cuenta estas recomendaciones para intentar ayudarle:
- No utilices premios, ni sobornos, ni ningún método de coacción como condicionar el cariño que le tenéis con respecto a si come o no. Lo primero que debe entender es que quererlo, lo queréis igual.
- Evita estar esperando o con una mirada expectante mientras come, o alabar en exceso cuando lo haga ya que comer debe ser una actividad natural.
- Aprovecha para crear un buen ambiente en relación a la comida, sentaos todos juntos en familia y que sea un momento agradable.
- No te excedas con la cantidad, si quieres que pruebe algo nuevo es mejor ir poco a poco. Un truco que puedes utilizar es combinar una comida que le guste con ese nuevo sabor que quieras incluir en su dieta. Normalmente se necesitarán varios intentos hasta conseguir que lo acabe añadiendo a su alimentación.
- Recuerda que también debes respetar sus gustos, más si se trata de alimentos saludables, esto será importante para tu hijo.
- Los más pequeños comen “por la vista” y si preparas a tu niño una comida con una presentación llamativa y colorida es más probable que sienta curiosidad por probarla. De hecho, un consejo muy bueno es que el peque os ayude a cocinar el menú, no solo podréis saber mejor sus preferencias; también será más factible que quiera comer algo que él ha ayudado a preparar.
- Algo muy esencial es que no le acabes dando lo que sea con tal de que coma, no será perjudicial para él si se salta alguna comida.
- Intenta no hablar delante de tu hijo de si come mucho o poco o de si come una cosa u otra.
- Por último, como en tantos otros casos, da ejemplo tú también. Si quieres que tu niño coma ciertos alimentos, enséñale que tú también los comes.