Un estudio hecho con escolares españoles demuestra que las técnicas de estudio de memoria y subrayado no son eficaces

Estas son las técnicas de estudio más eficaces según el estudio más importante de cuantos se han hecho en España, una investigación recién publicado.
Un adolescente, concentrado mientras estudia

Ahora que la vuelta al cole y el instituto están a punto de caramelo, es un momento perfecto para recuperar los resultados de un estudio que se ha publicado recientemente. No es un estudio cualquiera: se trata de la mayor investigación realizada en nuestro país acerca de la eficacia de las distintas técnicas de estudio en la etapa de secundaria.

Seguramente habrás oído hablar a tus hijos adolescentes, o incluso te acuerdas de tu época de estudiante, de estos cuatro métodos de aprendizaje que son muy populares pero no están avalados por la ciencia, y quizá hayas oído algo también sobre otras técnicas de estudio como el doodling, la técnica de estudio viral en TikTok que puede ayudar a los niños movidos a concentrarse. Pues bien, ninguna evidencia científica a este respecto es tan fiable como lo son las conclusiones del estudio ‘¿Qué técnicas de aprendizaje, respaldadas por la investigación cognitiva, utilizan los estudiantes de secundaria? Prevalencia y asociaciones con las creencias y los logros de los estudiantes’.

Un adolescente estudiando - Rubén García

Publicado en la revista estadounidense Cognitive Research: Principles and Implications, el estudio ha sido llevado a cabo por los investigadores españoles Héctor Ruiz Martín, Marta Ferrero y Fernando Blanco. El primero es el director del International Science Teaching Foundation, experto además en aprendizaje y memoria, sobre los que ha escrito varios libros. La segunda es la vicedecana de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, y el tercero es profesor de Psicología Social en la Universidad de Granada.

Los investigadores han analizado los datos recopilados sobre las técnicas de estudio que se utilizan habitualmente en la etapa de secundaria. La muestra es la más amplia de cuantos estudios se han hecho en nuestro país al respecto: 3.414 estudiantes de la ESO (y algunos de bachillerato) de 27 centros educativos catalanes con entornos y condiciones sociales distintas, pero todos eran centros concertados, si bien los investigadores aseguran que la muestra seleccionada de alumnado es muy diversa.

Los estudiantes que participaron en el estudio tuvieron que responder a dos encuestas en horas de tutoría. La primera versaba acerca de estrategias de estudio y la otra sobre sus “actitudes y creencias” acerca del aprendizaje. Las respondieron en días diferentes, y al final del curso, los centros entregaron las calificaciones del alumnado participante en la investigación. Todos estos datos fueron analizados por los tres expertos en psicología cognitiva del aprendizaje, que analizaron el efecto y eficacia de distintas técnicas de estudio.

Una adolescente estudiando en casa - Rubén García

Más allá de que llamen la atención datos como que el 80% de los encuestados aseguró que nunca habían recibido formación de técnicas de estudio, lo más trascendente para las familias que tengan hijos en secundaria o a punto de pasar a esta etapa educativa es que la investigación ha demostrado que las técnicas de estudio más eficaces, las que conllevan un mejor desempeño académico, son aquellas que consisten en elaborar y evocar. Ocurre justo al contrario con las técnicas más tradicionales, esas que consisten en leer apuntes o un libro, en subrayar o copiar contenidos, y también la técnica que da prioridad a la memorización de contenidos.

Por elaborar, los investigadores se refieren a la capacidad de intentar dar significado propio a aquel contenido que se está estudiando, mientras que evocar es el hábito o capacidad de recuperar de la memoria aquello que se ha estudiado. Se puede llevar a cabo de distintas formas: entre otras, respondiendo en voz alta a alguien, como si fuera un examen oral, o autoevaluarse de alguna forma fiable. Por ejemplo, haciendo esquemas o resúmenes sin mirar la fuente original.

Esto último, evocar, de la forma que sea, es importante porque implica hacer una especie de simulacro de aquello que ocurrirá poco después, cuando el alumnado se enfrente a un examen en el que tenga que demostrar lo aprendido.

Por lo tanto, de igual forma que un estudio internacional aclara cuando es positivo y cuando no hacer los deberes con los niños, y este otro dice cuáles son las mejores técnicas de estudio para los niños de primaria, este estudio realizado en España confirma que las técnicas de aprendizaje clásicas, como las de memorización, subrayado o copia de apuntes, no son eficaces. Y esto, como padres y madres, podemos hacérselo llegar a nuestros hijos e hijas desde que empiezan, ya en primaria, a estudiar.

De todos modos, entre las conclusiones del estudio se deja claro que los datos “han reflejado que la asociación entre las conductas de aprendizaje y el rendimiento escolar es débil, lo que significa que si existe una contribución de las técnicas de aprendizaje al rendimiento escolar, esta debe ser modesta. Además, también señalan que otra técnica de estudio muy practicada, la llamada práctica espaciada, “no muestra asociación con el rendimiento escolar, lo que pone en tela de juicio la forma en que se evalúa el aprendizaje en las escuelas”.

Un adolescente estudia en su habitación - Rubén García

Por otro lado, es destacable también que el mismo estudio español también deja otra conclusión interesante: estudiar con música no ayuda. Según los investigadores, uno de cada cuatro encuestados estudia con música, hábito relacionado con un peor rendimiento educativo.

En este caso, lo óptimo es estudiar en entornos libres de distracciones, y la música lo es. Solo consideran este recurso de utilidad si los estudiantes no pueden disponer de un lugar adecuado para estudiar con tranquilidad, y siempre que sea música sin letra y relajante.

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