Las mejores técnicas de estudio para niños de Primaria

Lo que te proponemos son sencillos y divertidos trucos que puedes enseñar a tus hijos para que, de forma lúdica y natural, vayan asentando, poco a poco, unos buenos hábitos de estudio durante esta etapa. 
Claves para motivar a tus hijos en el arranque del segundo trimestre

Cuando se trata de obtener buenos resultados académicos, no solo cuenta la inteligencia sino también el esfuerzo y el tiempo dedicado al estudio. Como afirma la psicóloga infantil Úrsula Perona, "no es necesario que nos convirtamos en «profesores» de nuestros hijos durante todas las tardes de toda su etapa escolar, pero sí tenemos la responsabilidad de ser orientadores hasta que consigan ser totalmente autónomos en el estudio".

Estar cerca, presente, disponible y dar unas cuentas sugerencias básicas puede ser de mucha ayuda, sobre todo si por edad ya ha comenzado la época de exámenes, añade Perona. 

Las siguientes técnicas que a continuación te proponemos, te pueden ayudar en esa labor de acompañamiento y lograr que tus hijos aprendan divirtiéndose, a la vez que van asentando las bases de unos adecuados hábitos de estudio

Madre ayudando a su hijo con los deberes - Getty Images

Técnicas de estudio para Educación Primaria

La psicóloga infantil Úrsula Perona recomienda los siguientes trucos orientados a afianzar hábitos de estudio en niños que están cursando la Educación Primaria.

1.Crear un espacio de estudio que favorezca la concentración y tenga todo el material que se necesite para la tarea. Es importante que siempre sea el mismo para ayudar a que se genere un hábito y su mente asocie ese lugar con estudio.

2.Establecer un horario semanal juntos. Existen muchas aplicaciones en las que poder anotar los deberes, trabajos y horas que se van a dedicar al estudio, Google Calendar, Studious o Unstuck son algunas de ellas.

También ayuda implementar un calendario en el que se distribuyan las actividades de estudio a lo largo de la semana. De hecho, uno de los principales problemas de los niños, sobre todo cuando son pequeños, es que se distraen con facilidad y olvidan hacer los deberes, por lo que esta técnica es muy útil para indicarle en qué momento del día deben hacer las tareas escolares y cuándo pueden jugar. Por supuesto, no se trata de sobrecargarlos de actividades escolares, sino tan solo de fomentar un buen hábito de estudio.

3.Enseñarle a subrayar. Podemos ayudar a evitar la típica imagen de los apuntes completamente pintados de amarillos. Para ello es importante leer todo el texto antes de empezar a subrayar, tener varios colores de rotulador para las ideas principales y secundarias y enseñarles a subrayar palabras y sintagmas para que la información clave salte a la vista mucho más rápido.

4.Descurbrirle los esquemas o mapas conceptuales: Son una buena forma de favorecer la comprensión y la posterior memorización. Si no sabemos muy bien cómo hacerlo para que quede aseado podemos empezar con herramientas gratuitas online como Xmind o Creately.

5.Descansos y recompensas. Los descansos son necesarios para evitar la saturación y el “mundo de babia” del que hemos hablado. Podemos unir los tiempos de descanso y ocio a pequeñas recompensas, que mantengan la motivación y buena disposición de los niños.

Ayudar a los niños a organizarse con sus tareas les ayudará a ser más independientes. - iStock

Otras técnicas útiles:

6. Aplicar la teoría. Cuando el niño puede llevar a la práctica los conocimientos que ha adquirido en el plano teórico, estos se consolidan ya que se integran en el sistema de conocimientos existente. Por eso, es recomendable que encuentres ejemplos prácticos y que intentes relacionar los contenidos de diferentes materias, para que tu hijo comprenda todo como una unidad.

7. Resúmenes. Cuando los niños son pequeños, el esfuerzo que representa el acto de leer dificulta la comprensión del texto. Por eso, es conveniente que les pidas que haga una segunda lectura en voz alta, así podrá concentrarse mejor y captar detalles que en un primer momento pasó por alto. Además, pídele que haga un resumen de la información relevante. No obstante, para que la técnica sea realmente eficaz, es fundamental que el niño no repita de memoria lo que ha leído sino que explique con sus propias palabras, en forma resumida, la esencia del texto.

Obviamente, estas técnicas de estudio no se deben aplicar de forma rígida. Por ejemplo, mientras lee un texto puedes interrumpirle en diferentes secciones para hacerle preguntas, indicarle que resuma lo que ha aprendido o ponerle ejemplos prácticos. De hecho, dividir el contenido en unidades más pequeñas facilita la comprensión. En cualquier caso, la eficacia de la técnica de estudio depende del papel activo que asuma el niño. El pequeño debe implicarse en su aprendizaje.

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