Las ganas constantes de tomar líquidos, así como la micción frecuente, se convierten en dos de los síntomas clásicos de la diabetes (tanto de la diabetes tipo 1 como la diabetes tipo 2), aunque en ocasiones puede no ser debido a esta enfermedad. Sí puede ser una señal de alerta para muchos pediatras cuando, además, se acompaña de otro signo evidente, como la pérdida de peso sin causa aparente.
- Christian Pérez
- Reina Llado