En el corazón del madrileño distrito de San Blas-Canillejas, uno de los 21 distritos que conforman la ciudad de Madrid, una niña de tan solo 9 años se ha convertido en toda una “reina maga” estas navidades. Se trata de Duna, jugadora del Club Distrito Olímpico, quien ha vendido la mayor cantidad de papeletas de la lotería de Navidad que contenían el número premiado con el Gordo del sorteo de este año, el número 72480.

Haciendo barrio a través del baloncesto
El Distrito Olímpico es uno de los clubes de baloncesto más importantes de la Comunidad de Madrid, con casi 900 licencias y 54 equipos, la mayoría femeninos. Un importante número de niños y niñas que practican de manera habitual una de las actividades extraescolares más recomendables para mejorar la autoestima de los niños.
Cada año, el club organiza la venta de participaciones como una forma de financiar sus actividades igual que otras muchas asociaciones, clubs y agrupaciones por todo el país.
Este año, la historia dio un giro inesperado al descubrirse que uno de los números vendidos, el 72.480, correspondía al primer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad.
Las papeletas, con participaciones de dos euros, se distribuyeron entre jugadores, entrenadores, aficionados y vecinos. Pero nadie se imaginó que sería una niña de 9 años quien lideraría las ventas.
La secretaria de la junta directiva, Teresa Pahissa, no daba crédito a lo sucedido el mismo día del sorteo, ella misma reconocía que "somos un club modesto y la ilusión es enorme", contaba ante la cámara de RTVE al conocer la noticia.

El esfuerzo de Duna
Es el primer año que juegan este número pero no es la primera que lo compran en Logroño porque “alguien del club lo compró una vez y le cayó muy bien la persona que se lo vendió” según han contado los socios y amigos del club.
Duna vendió 84 papeletas, casi tres talonarios completos, con la meta clara de ganar el premio del club: una mochila, una sudadera y una equipación del club de baloncesto en el que juega Duna. Su objetivo principal era regalarle la sudadera a su hermano mayor, Hugo, ya que en casa no podían permitirse comprar una nueva.
Gema, la madre de Duna, describe a su hija como una niña especial con una energía imparable. "Ella sola fue casa por casa vendiendo papeletas a todo el mundo", cuenta emocionada. Gracias a su empeño, su familia recibió 120.000 euros, un alivio inmenso para un hogar que ha enfrentado muchas dificultades.
"Siempre he hecho malabares para llegar a fin de mes", explica Gema, que reconocía el pasado domingo que este premio se convierte en un respiro para toda la familia pero lo más importante para ella realmente es el impacto que este dinero tendrá entre la gente del barrio porque "había mucha gente necesitada, y ahora todos han ganado". Coincide con esta apreciación la secretaria de la Junta Directiva del club, "actualmente, tenemos algo más de 700 jugadores federados y todos ellos se han llevado un taco de lotería". Si tenemos en cuenta que en cada participación se jugaban 2€, ahora esos tacos de lotería se traducen en 40.000€.
Un futuro más brillante para todos
La ilusión no solo ha transformado la vida de Gema y sus hijos, sino también la de los vecinos del barrio. El entrenador del equipo, entre risas, admitía el pasado domingo que les estaba costando calcular la magnitud del premio, "no sabemos cuánto hemos ganado", bromeaban, "metimos todo en la calculadora del móvil, pero nos salía un número muy largo elevado a ocho".
Lo que está claro es que el Gordo ha sido un regalo colectivo, repartiendo alegría y esperanza en una comunidad que la necesitaba. Para Duna, lo más importante no es el dinero. "Solo quiero cosas que hacen falta en casa y algo para pintar", comenta la pequeña, quien sigue soñando en grande.
Gema, por su parte, planea liquidar la hipoteca, renovar la cocina y, por supuesto, llevar a sus hijos a Disneyland París, un viaje que antes parecía imposible.
