Viajes al extranjero con el bebé: errores que no debes cometer
El secreto para que toda la familia disfrute de un viaje al extranjero está en tomar precauciones y evitar algunos errores habituales.
Autor: Miriam Erviti
Si vas a viajar más allá de nuestras fronteras con un bebé, recuerda que tienes que planificar y organizar todos los detalles muy bien. Algunas decisiones poco meditadas -antes del viaje o durante el mismo- pueden complicarte las vacaciones.
1. Elegir destino sin pensar en el pequeño
2. Pensar que menos es más
Si viajas con niños, todo lo que sospeches que puedan necesitar en el lugar de destino, lo precisarán sin duda. Biberón, tetinas y chupetes de repuesto, cucharita de plástico, ropa adecuada para el clima de la zona y otra más fresca o de más abrigo para hacer frente a eventuales cambios de temperatura y a los aires acondicionados y calefacciones...
3. Visitar al pediatra a última hora
- Algunas vacunas y medicaciones precisan de un tiempo para su correcta administración, por lo que es muy importante preparar los viajes al extranjero con suficiente antelación y solicitar una cita médica con el pediatra especialista al menos un mes antes de partir.
- Como es difícil evitar la exposición de los niños a peligros ambientales, es muy importante asegurarse de que sus vacunaciones rutinarias están actualizadas. Un niño que viaja al extranjero antes de terminar la pauta completa de vacunas está expuesto al riesgo de las enfermedades prevenibles con vacunas.
4. Confiar en la suerte
- Para viajes dentro de la Unión Europea, solicita la tarjeta europea de seguro de enfermedad, que cubre la asistencia sanitaria durante la estancia temporal. En muchos países solo existe asistencia médica en centros médicos privados y puede ser muy costosa, así que para lugares donde la asistencia médica de buena calidad no es accesible puedes contratar un seguro médico especial.
- No olvides un botiquín básico que incluya gasas estériles, algodón, esparadrapo, tiritas, alcohol y agua oxigenada, termómetro, pinzas y tijeras, suero fisiológico, calmantes y antipiréticos, y pomada para aliviar las picaduras de insectos y las quemaduras del sol.
5. No tener los papeles en regla
- Para viajar por España o por los países europeos pertenecientes al territorio Schengen (Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Dinamarca, Suecia y Finlandia), aunque es aconsejable que los niños lleven su propio DNI o pasaporte, solo necesitan el libro de familia. Sin embargo, para entrar a los países de Europa que no están incluidos en el Acuerdo de Schengen, como es el caso de Reino Unido, es imprescindible que cada viajero tenga su DNI o pasaporte.
- Fuera de Europa es indispensable el pasaporte, tanto para adultos como para niños (se tramita en las comisarías) y es conveniente llevar también el libro de familia. Pero algunos países exigen además un visado en regla que hay que pedir con bastante antelación, y otros la reserva de hotel y un billete de ida y vuelta e incluso un seguro médico. Conviene informarse en la embajada de la documentación especial necesaria para cada país. El contacto de todas las embajadas está en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Durante el viaje
6. Creer que dormirá todo el trayecto
- Dos grandes enemigos no le permitirán dormir en el avión: el aburrimiento y la presurización de los oídos. Para combatir al primero hay que entretenerle con sus juguetes, y para evitar las molestias en los oídos en el ascenso y el descenso le aliviará el chupete o comer o beber algo.
- La elección de los asientos también es importante: los del centro son mejores porque es la zona más estable y, si están ocupados, los delanteros.
- Si el bebé está cómodo y bien hidratado, será más fácil que caiga dormido y permita a sus padres disfrutar del trayecto con más calma.
7. Facturar todo
- Un trayecto de tres horas puede convertirse en un viaje de cuatro con la espera tras facturar, de cinco o seis con retrasos... Al facturar, pregunta si está permitido llevar el cochecito hasta la puerta del avión. Cuando subas, una azafata lo bajará a bodega y lo entregará al desembarcar.
- Para empujar el carrito cómodamente por el aeropuerto y no olvidar nada importante, conviene que el equipaje de mano sea una mochila en la que quepa todo: su juguete, su comida, toallitas, pañales y un cambio de ropa.