Ensalada de judías verdes y pimientos

A partir de 6-8 meses. En verano, las judías verdes están en temporada. Las judías y los pimientos aportan fibra, vitamina C y ácido fólico.
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Hoy vamos a preparar un plato que igual de primeras a algunos niños no les hace mucha gracia ya que las judías verdes son una de las verduras con menos adeptos que existen, especialmente entre este público menudo. 

Sin embargo, los que conocen las propiedades de esta riquísima verdura no dudan en incluirlas en su dieta de manera frecuente. Lo bueno es que poco a poco vayan descubriendo que son un alimento delicioso y además muy bueno a nivel de salud para su crecimiento y desarrollo. 

Una de las propiedades de las judías verdes más importante es que cuenta con una importantísima cantidad de antioxidantes, de hecho es uno de los alimentos que más poseen, junto a los guisantes de los que ya hemos mostrado alguna que otra receta de lo más deliciosa. 

Ensalada de judías verdes y pimientos - Getty Images/iStockphoto

Entre ellos nos encontramos a la vitamina C, el manganeso, betacaroteno, flavonoides y carotenoides.

Todos estos nutrientes forman una efectiva combinación de antioxidantes que contribuyen a combatir los radicales libres, culpables de la degeneración celular y la aparición de muchas enfermedades.

Otra de las propiedades de esta verdura es que cuida de nuestra salud visual y eso se lo debemos a su riqueza vitamínica. Así, las judías poseen vitamina A, una de las más importantes para el buen funcionamiento de nuestra vista. Pero no es la única.

También tienen varias del grupo B: la vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B6, B12 y el ácido fólico. Todas ellas ayudan a proteger los ojos de enfermedades degenerativas. De hecho, si tenemos déficit de estas vitaminas, notaremos un aumento de la sensibilidad a la luz, inflamación y riesgo de parálisis de los músculos oculares.

Y por su parte, la vitamina C, que como ya hemos visto es antioxidante, ralentiza la degeneración celular por la edad o el glaucoma, y previene a los ojos de las infecciones y las úlceras en las córneas.

Otro de los beneficios de comer judías verdes con frecuencia es que con ellas estamos cuidando nuestra memoria.

La razón la encontramos en la vitamina B1, que es la encargada de producir energía y estimular las funciones cognitivas, entre ellas, activa la capacidad neurotransmisora que está relacionada con la aparición del Alzheimer.

Los carotenoides, la vitamina C y el beta-caroteno tienen propiedades antiinflamatorias y son muy beneficiosos para fortalecer el sistema inmune.

Por tanto, no dudes comer judías verdes para prevenir diferentes enfermedades asociadas.

El omega 3 es otra de las propiedades nutricionales de las judías verdes. Como ya sabes, estos ácidos grasos ayudan a que el sistema cardiovascular funcione correctamente.

Además, contiene fibra, que ayuda a mantener el nivel de azúcar en sangre en valores óptimos, por lo que es un alimento ideal para diabéticos.

Durante el embarazo, las mujeres tienen que tomar un suplemento alimenticio con ácido fólico. Se trata de un nutriente que favorece el desarrollo del feto y previene enfermedades.

No cabe duda de que es fundamental tener los niveles de ácido fólico altos durante la gestación y por eso es muy importante comer alimentos que lo incluyan dentro de sus propiedades nutricionales, como las judías verdes.

Por su parte, los pimientos poseen una serie de propiedades beneficiosas para la salud consecuencia de su composición. Son alimentos ricos en fibra, enfolatos, en vitaminas yantioxidantes, sobre todo en vitamina C. Poseen capsaicina, de acción antibiotica, analgesica y estimulante de la mucosa gástrica y de la vesícula biliar.

Así que ya que sabemos lo bueno de esta ensalada, vamos a prepararla y a disfrutar de ella. Y para 4 niños esto es lo que vamos a necesitar: 

● 150 gramos de judías verdes.

● 1/2 cebolleta pequeña.

● Un huevo.

● 1/4 de pimiento verde.

● 1/4 de pimiento rojo.

● 1/2 tomate.

● Una cucharada de aceite de oliva.

● Opcional: una barrita de surimi.

Empezamos cociendo el huevo cubierto con agua fría. Tras enfriarlo se pela y se corta en cuartos.

Ahora toca cortar los extremos de las vainas y retirar las hebras laterales. Con las judías verdes limpias se cuecen en agua durante 30 minutos y se reservan para más tarde. 

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