¿A qué jugar con un bebé de diez meses?

A los diez meses de edad, las mamás y papás “dejan de vivir tranquilos”. Es un decir, pero tiene mucho de verdad porque es alrededor de este momento, quizá un poco antes, cuando el recién nacido parece de pronto dejar de serlo. Su nivel de actividad aumenta y también lo hace su necesidad de descubrir y, en consecuencia, su autonomía. Y todo ello se transmite a su manera de jugar.

Ya no es seguro no tener la casa preparada para evitar accidentes. Así que, antes incluso de conocer y decidir algunas opciones para jugar con ellos, es importantísimo tener a punto la vivienda para un bebé que cada vez va a querer deambular por distintos rincones de la casa. Las esquinas, los enchufes, las puertas, los productos potencialmente peligrosos a su alcance… es hora de revisar todo aquello que pueda suponer un peligro para la salud del pequeño ahora que está a punto de ponerse de pie y que ya gatea a toda marcha.

De hecho, uno de los juegos más recomendables para los diez meses es precisamente practicar a caminar. Incentivará su motivación y su curiosidad, su deseo de querer imitar a sus mayores. Eso sí, no se puede precipitar; tan solo cuando el pequeño apoye bien será el momento de intentar este divertido ejercicio que le ayudará a tonificar sus extremidades y a practicar la posición erguida.

Ejercicios a practicar

Para empezar, basta con ponerle objetos a su altura que estén bien sujetos, de manera que el recién nacido se sienta seguro para mantenerse de pie. Y también es interesante ponérselo fácil creando pequeños caminos seguros que el pequeño pueda hacer apoyándose cuando esté listo para dar sus primeros pasos. Puedes incentivar el ejercicio colocando un juguete que le guste mucho al final del caminito de seguridad creado.

Otro juego interesante para los diez meses es una actividad que ya recomendamos para jugar con bebés de once meses para fomentar un hábito que les encanta, escalar. Puedes hacerlo contigo mismo como material escalable, con colchonetas, cojines, almohadas y materiales escalables sobre una superficie blanda y ayudándole y dándole seguridad en todo momento, o con la ayuda de material blando propio de las clases de psicomotricidad. Este último se puede adquirir en tiendas específicas de material deportivo infantil.

Por lo demás, ya es un buen momento para que potencien el movimiento de la pinza con sus manos, tal y como también recomendamos hacerlo con los peques que  tienen un año más, y para ello son muy interesantes los juegos en los que tengan que coger y guardar cosas. Pueden ser piezas grandes, pelotas de un tamaño que garantice que no se lleven a la boca o cualquier otro elemento de estas características, que puedan coger y no suponga un riesgo para ellos.

Además, podéis disfrutar de un rato de diversión y de intimidad haciendo pequeños juegos de imitación. Caritas, animales, gestos, lo que se os ocurra. Se lo pasarán en grande y encima el vínculo personal se fortalecerá un poquito más si cabe.