El rebozo es una prenda tradicional mexicana, que consiste en una pieza rectangular de tela, larga y ancha, generalmente de algodón o lana, que se puede usar de diferentes maneras. Se utiliza en la cultura mexicana desde hace siglos y es una parte importante de la identidad y la historia de México.
Esta técnica se ha utilizado durante generaciones para ayudar a las mujeres durante el embarazo, parto y postparto.
¿Qué beneficios tiene el rebozo?
- Relaja músculos, articulaciones y ligamentos.
- Mejora el dolor lumbar y ciático durante el embarazo. Al sostener el vientre de la mujer embarazada proporciona alivio inmediato en la tensión en la espalda y las caderas.
- Durante el parto ayuda al bebé a que se posicione de una manera correcta y disminuye el dolor entre contracciones. Por otra parte, se considera un gran aliado en los famoso pródromos insidiosos de parto (son los signos que indican que el parto está cerca y que en algunas mujeres se pueden hacer especialmente largos, sobre todo si el bebé no está del todo bien colocado). La técnica del rebozo puede ayudar a regularizar y potenciar la dinámica uterina (las contracciones) ayudando a ese comienzo de parto.
- Junto con otras técnicas, puede ser un aliado para ayudar a los bebés que están de nalgas a ponerse de cabeza, ya que puede ayudar a "desencajar" las nalgas de la pelvis materna permitiéndole girar para colocarse en posición cefálica (de cabeza), que es la posición más fácil para el parto vaginal.
- Ayuda a relajarte y a disminuir el estrés y la ansiedad, sobre todo si lo utilizamos con musicoterapia y aromaterapia. La técnica del rebozo puede proporcionar una sensación de seguridad y comodidad que ayuda a las mujeres a relajarse al notar como disminuye la tensión muscular.
- A través de esta relajación puede ayudar a las mujeres a sentirse más conectadas con su bebé, convirtiéndose en una experiencia íntima y agradable que fomenta el vínculo madre-hijo.
- El pañuelo de rebozo puede utilizarse también durante el postparto como fular con el que portear al pequeño.
¿Cómo se utiliza el rebozo para portear al bebé?
Primero, consigue un rebozo largo de algodón o una bufanda grande. Si no tienes un rebozo, puedes usar una toalla grande en su lugar (o una sábana, como hacemos en el hospital).
Existen varias posturas en las que se puede realizar rebozo pues el fular se puede acoplar en el abdomen, la cadera, los muslos y la cabeza según la finalidad que busquemos.
Pide a la persona a la que le vayas a realizar el rebozo que se acueste boca arriba sobre una superficie cómoda.
Coloca el rebozo detrás de la cabeza de la persona, asegurándote de que esté centrado.
Toma el extremo del rebozo que está más cerca de la cabeza y comienza a moverlo de un lado a otro, como si estuvieras meciendo a un bebé. Asegúrate de mantener el movimiento suave y constante.
Poco a poco, desplázate hacia abajo por el cuerpo de la persona, pasando el rebozo debajo de su espalda y sus piernas. Si la persona se siente incómoda o experimenta dolor en algún momento, detén el masaje de inmediato.
Repite este movimiento varias veces, alternando de un lado a otro, para ayudarle a relajar los músculos.
Los movimientos deben ser suaves, rítmicos y controlados, del estilo "mecedora"
¿El rebozo está contraindicado en algún caso?
¡Ojo! Habría algunos casos donde estaría contraindicado la técnica de rebozo:
- Amenaza de parto prematuro
- Cualquier tipo de sangrado vaginal
- Placenta previa u oclusiva
En resumen, la técnica de rebozo puede ser una herramienta valiosa para las mujeres embarazadas que buscan aliviar algunas de las molestias asociadas con el embarazo y fomentar una conexión más profunda con su bebé. Sin embargo, es importante hablar con un profesional de la salud antes de probar cualquier técnica nueva durante el embarazo.