Así influye la genética en el color de pelo del bebé

Rubio, moreno, castaño o, tal vez, pelirrojo. Las reglas genéticas explican cómo un bebé hereda el color del cabello.
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La genética determina el color del pelo de una persona pero puede manifestarse tras varias generaciones - Eva R. S.

Durante el embarazo, es frecuente imaginar cómo será el aspecto del bebé que está en camino y el color de su pelo es una de las características que suele despertar curiosidad. ¿Será rubio, moreno, castaño o, tal vez, pelirrojo?

Es la genética a través de las llamadas leyes mendelianas, que toman su nombre del científico Gregor Mendel (1822-1884) reconocido como el padre de la genética, la que va a determinar el color del cabello que tendrá tu bebé.

De esta forma y según estas reglas que analizan los factores genéticos que intervienen el color de pelo, este es el resultado de la combinación de dos pares de genes, uno de cada progenitor y dependiendo de como se combinen estos genes, el color del cabello será uno u otro.

En la pigmentación del pelo influyen factores genéticos y la proporción de diferentes tipos de melanina que hay en los genes que determinan el color del cabello. - Getty Images

De acuerdo con las leyes mendelianas, hay dos tipos de genes, los dominantes y los recesivos. Los genes dominantes son los más fuertes, por lo que tienen mayor influencia a la hora de determinar los rasgos. Los genes recesivos son más débiles que los dominantes, pero no están anulados. Los genes recesivos están en el ADN del individuo, pero esto no significa que necesariamente se vayan a manifestar en su apariencia externa y hay ocasiones en las que se heredan después de dos o más generaciones.

De esta forma, la genética determina cómo el bebé hereda el color de pelo para lo que entra en juego un factor fundamental como es la cantidad de un pigmento llamado melanina. Esta a su vez se clasifica en dos tipos: la eumelanina y la feomelanina y la mayor proporción de una u otra será la que defina finalmente el color del cabello: si hay gratuidad de eumelanina será negro; si hay una cantidad moderada, será castaño; si hay muy poca, el pelo será rubio y si hay mayor cantidad de feomelanina que de eumelanina, el cabello será pelirrojo.

Así lo explica el experto en bioestadística de la Universidad de Valencia, Felipe Torrentí, en el blog de Genotipia, plataforma divulgativa y educativa sobre genética y medicina de precisión: “Según la Leyes de Mendel el color de pelo viene determinado por un gen con dos alelos: uno rubio y uno castaño, siendo el segundo dominante sobre el primero. El pelo rojo, además, sería un carácter raro que requiere dos copias de un alelo en otro gen distinto”.

Torrentí detalla que la producción de estos pigmentos es un proceso complejo, pues ambos tipos de melanina son polímeros hechos de varias proteínas: “La melanina, tanto en el pelo como en la piel, es fabricada por unas células llamadas melanocitos, en unas vesículas llamadas melanosomas. A diferencia del caso del ojo (donde la pigmentación también viene determinada por melanocitos), los melanosomas de la epidermis secretan su melanina a los queratinocitos adyacentes, que son las células formadoras del pelo. Todo este proceso requiere muchos pasos y, por lo tanto, es dependiente de la actividad de muchas proteínas diferentes (de síntesis, de transporte, de señalización, etc). Y esta actividad, por supuesto, es a su vez dependiente de los genes que codifican a las proteínas”.

Además, hay un gran número de genes que están relacionados directa o indirectamente con el proceso de formación de la melanina: “Como son tantos genes distintos, si contamos todas las alteraciones posibles se pueden producir muchísimas variantes de color diferentes y por eso, hay tantos matices de pelo castaño, por ejemplo”.

¿De madre rubia hija rubia? No necesariamente, según las leyes de la genética. - Getty Images/iStockphoto

Pero, ¡ojo!, porque, seguramente, el color de pelo que tenga tu bebé al nacer no va a ser el definitivo. En este sentido, el experto de la Universidad de Valencia sostiene que el color del cabello cambia a lo largo de la vida de una persona, como, por otra parte, se puede comprobar por la propia experiencia: “Muchas personas son rubias cuando son niños y se vuelven morenas en la adolescencia, momento en el que ciertos genes se activan y cambia la composición de proteínas. Además, el pelo se suele volver blanquecino durante la vejez al atrofiarse el sistema de producción de melanina”, apunta Torrentí.

En cuanto a la predicción del color del pelo de un bebé tomando como referencia los factores genéticos el mismo experto afirma que “mientras que el color de ojos se puede predecir casi con exactitud dependiendo del genotipo; el color del pelo y de la piel, sin embargo, al ser un factor que depende de tantas variables diferentes está lejos todavía de ser predecible”.

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