El entorno escolar supone un gran impacto en el desarrollo infantil, ya que es un lugar donde los niños y niñas pasan gran parte de su tiempo. Es en este ambiente, junto con la familia, donde adquieren habilidades sociales, cognitivas y emocionales que resultan fundamentales para el crecimiento personal.

Cuatro áreas del desarrollo en las que ayuda el entorno escolar a los niños
Entre los aspectos más destacados que pueden afectar al desarrollo infantil en el entorno escolar, se incluyen los siguientes:
- Interacciones sociales: Es a través de las interacciones sociales, con sus iguales y con los adultos, como los niños y niñas aprenden a comunicarse, a cooperar, a resolver conflictos y a entender las normas sociales. Por lo tanto, es necesario, un marco escolar que fomente las relaciones positivas que favorezcan el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales clave.
- Experiencias académicas: La calidad de la enseñanza y las oportunidades de aprendizaje pueden afectar el desarrollo cognitivo y académico de los niños.

- Un entorno escolar que fomente la curiosidad, la exploración y la creatividad puede ayudar a los niños a desarrollar una base sólida para el aprendizaje futuro y la preparación para la vida adulta, fomentado así la independencia y la autoestima, permitiendo así una mayor seguridad en sí mismos.
- Ambiente físico: El estado del ambiente es crucial para el bienestar y el rendimiento de los niños en el entorno educativo. Un entorno limpio, bien iluminado y seguro puede ayudar a los niños a concentrarse y aprender mejor.
- Por otro lado, un entorno sucio, oscuro y peligroso puede afectar negativamente su capacidad de aprendizaje y su salud en general. Es importante, por lo tanto, que las instituciones educativas presten atención a la calidad del entorno en el que se encuentran los niños. Esto incluye proporcionar instalaciones limpias y seguras, iluminación adecuada, mobiliario y equipo funcional y bien mantenido, y garantizar la seguridad de los niños en todo momento.

- Apoyo emocional: Un entorno escolar que proporcione un apoyo emocional adecuado a los niños, incluyendo la atención individualizada y la intervención temprana en caso de problemas emocionales o de comportamiento, puede ayudar a los niños a desarrollar una mayor autoestima y resiliencia emocional.
En resumen, podemos terminar afirmando la importancia que el entorno escolar tiene en el desarrollo infantil y el gran impacto que puede suponer en la vida de nuestros pequeños.
Es importante que tanto las administraciones como los educadores presten atención a todos los aspectos del entorno escolar antes citados para garantizar que los niños y niñas tengan las mejores oportunidades para crecer y desarrollarse.