Tratamientos de balneario que debes evitar en el embarazo

El embarazo es el momento perfecto para disfrutar de los tratamientos de un balneario o relajarse en un spa. Solo hay que tomar algunas precauciones y evitar algunos tratamientos. Te contamos cuáles.
Tratamientos de balneario que debes evitar en el embarazo

Si estás embarazada y tienes pensado ir a relajarte a algún balneario, spa o aguas termales, es importante que tengas en cuenta que debes hacerlo siempre con control médico. 

Es de recibo que los tratamientos sean individualizados y siempre estén bajo la supervisión del médico del balneario. Por eso conviene que la embarazada se lleve todos los datos de su historial (dolencias, pruebas realizadas…) para que el especialista valore su situación.

Aunque no haya tenido ningún problema específico –como amenaza de aborto, riesgo de parto prematuro, diabetes gestacional, o preclampsia– cualquier tratamiento termal debe estar siempre prescrito y supervisado por un profesional.

De hecho, la embarazada tiene que solicitar una consulta de asesoramiento antes de disfrutar placenteramente de estas terapias y será el médico del balneario el que determine qué programa es el más adecuado para ella en función del tiempo de gestación, de la historia médica y de las técnicas disponibles en el balneario. En los centros con programas para embarazadas, este servicio es gratuito y personalizado.

Embarazada en el balneario

«No todos los balnearios son iguales –resalta el Dr. Julio Cascallar, director médico del Gran Hotel La Toja (Pontevedra)–, cada uno tiene aguas mineromedicinales con diferentes características, pero todos tienen un servicio médico que puede orientar a las futuras mamás».

Embarazo y balnearios: mejor en el segundo trimestre

Aunque los tratamientos recomendados bajo prescripción y supervisión médica pueden realizarse en cualquier momento del embarazo, la mayoría de los profesionales recomiendan no acudir durante los tres primeros meses de embarazo, periodo crítico de formación del feto, y donde el riesgo de aborto es mayor.

«El segundo trimestre de gestación es el momento más seguro y recomendable –apunta el Dr. Víctor Palencia, director médico del Balneario de Solares (Cantabria)–, siempre que se reciban tratamientos suaves, se eviten los chorros violentos de agua sobre el cuerpo, especialmente en el abdomen, y no se realicen cambios bruscos de temperatura».

Embarazada en un balneario

En los dos últimos meses del embarazo, además del riesgo de parto prematuro, a la mujer suele resultarle difícil encontrar una postura cómoda, sobre todo en los tratamientos que requieren permanecer tumbada algún tiempo. 

Por eso, en muchos balnearios se utilizan sillas especiales y colchonetas que se ajustan al abdomen (tienen un profundo agujero para introducir la tripita), que permiten adecuar la postura a las necesidades de la embarazada.

 

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