Baja en el embarazo: ¿cuándo pedirla?

Descubre cómo el trabajo durante el embarazo puede afectar tu salud y la de tu bebé. Conoce los riesgos y medidas para garantizar un embarazo saludable.
embarazada

Durante el embarazo, las mujeres experimentan una serie de cambios físicos y emocionales que pueden afectar su capacidad para desempeñar ciertas tareas laborales. Aunque el embarazo no se considera una enfermedad, es una situación fisiológica que puede requerir ajustes en el entorno de trabajo para proteger tanto a la madre como al bebé. La decisión de solicitar una baja por embarazo depende de varios factores, incluidos los riesgos asociados con el tipo de trabajo, las condiciones laborales y la salud de la madre. En este artículo, exploraremos cuándo es recomendable solicitar la baja y qué consideraciones deben tenerse en cuenta para garantizar el bienestar de la madre y el feto.

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Entendiendo la vulnerabilidad del embarazo

Según cómo te encuentres y según las indicaciones del médico, debes tener en cuenta los riesgos que puedes sufrir.

Embarazo y riesgo: ¿cuándo tu trabajo puede ser un problema?

El embarazo, aunque es un proceso natural, introduce una vulnerabilidad adicional en la vida de una mujer. No todos los trabajos son compatibles con esta etapa, especialmente aquellos que implican la exposición a agentes químicos o biológicos peligrosos. Las empresas tienen la responsabilidad de modificar las condiciones laborales para minimizar estos riesgos, pero a veces esto no es suficiente. Las tareas que requieren levantar peso o permanecer en una misma postura durante largos periodos también pueden ser problemáticas. Por lo tanto, es esencial que las mujeres embarazadas evalúen su entorno laboral para identificar posibles peligros que puedan afectar su salud o la del bebé.

En algunos casos, el riesgo no proviene únicamente del trabajo, sino de complicaciones médicas que pueden surgir durante el embarazo. Condiciones como la hipertensión, embarazos múltiples o el riesgo de parto prematuro son circunstancias que pueden justificar la necesidad de una baja médica. Es crucial que las mujeres embarazadas estén atentas a cualquier señal de alerta y consulten con su médico para determinar la mejor manera de proceder.

Además, el estrés laboral es un factor que no debe subestimarse. El estrés prolongado puede tener efectos adversos tanto en la madre como en el desarrollo del feto. Por lo tanto, las mujeres embarazadas deben ser proactivas en la gestión del estrés en el lugar de trabajo, buscando apoyo cuando sea necesario y considerando la posibilidad de solicitar la baja si las condiciones laborales se vuelven insostenibles.

Embarazo de riesgo vs. riesgo durante el embarazo

Es importante diferenciar entre un embarazo de riesgo y el riesgo durante el embarazo debido a condiciones laborales. Un embarazo de riesgo generalmente está relacionado con problemas médicos preexistentes o complicaciones que surgen durante la gestación, como diabetes gestacional o preeclampsia. En estos casos, la baja por embarazo suele ser inevitable y se basa en la evaluación médica.

Por otro lado, el riesgo durante el embarazo se refiere a las condiciones laborales que pueden afectar la salud de la madre o del bebé. Esto incluye trabajos que requieren esfuerzo físico intenso, exposición a temperaturas extremas o contacto con sustancias peligrosas. En tales situaciones, la empresa debe tomar medidas preventivas para garantizar un entorno seguro. Si no es posible, la trabajadora puede ser reubicada temporalmente o, en última instancia, solicitar la baja laboral.

Las medidas preventivas son esenciales para proteger a las mujeres embarazadas en el lugar de trabajo. La empresa tiene el deber de evaluar los riesgos y adaptar las condiciones laborales cuando sea necesario. Esto no solo es beneficioso para la salud de la madre y el bebé, sino que también ayuda a evitar complicaciones legales y a mantener un ambiente laboral saludable y productivo.

Una mujer embarazada
Una mujer embarazada (RG)

Cuándo solicitar la baja: factores y recomendaciones

Si aún tienes dudas de cuándo pedirla y dejar de trabajar, sigue leyendo.

Motivos para pedir la baja en el primer trimestre

El primer trimestre del embarazo es una etapa crítica en la que muchas mujeres experimentan síntomas como náuseas, fatiga extrema y mareos. Estos síntomas pueden dificultar el desempeño de las tareas laborales habituales, especialmente si el trabajo requiere concentración o esfuerzo físico. Aunque no todas las mujeres necesitan solicitar la baja en esta etapa, es importante estar atenta a las señales del cuerpo y considerar la baja médica si los síntomas interfieren significativamente con la capacidad de trabajar.

Además de los síntomas físicos, el primer trimestre también puede ser emocionalmente desafiante. La ansiedad y el estrés relacionados con el embarazo pueden afectar la salud mental de la madre, lo que a su vez puede impactar su rendimiento laboral. En estos casos, hablar con un médico sobre la posibilidad de una baja temporal puede ser beneficioso para el bienestar general de la madre y el bebé.

Es fundamental que las mujeres embarazadas se sientan cómodas discutiendo sus síntomas y preocupaciones con su médico. La comunicación abierta permite una evaluación adecuada de la situación y ayuda a determinar si una baja médica es necesaria. No hay una única respuesta para todas las mujeres, ya que cada embarazo es único y debe ser tratado como tal.

La importancia de la evaluación médica

La evaluación médica es un paso crucial para determinar si una mujer embarazada debe solicitar la baja laboral. Los médicos son los encargados de evaluar la salud de la madre y el desarrollo del feto, y pueden identificar complicaciones que podrían justificar una baja médica. Esta evaluación debe ser exhaustiva y considerar todos los aspectos del embarazo, incluidos los riesgos laborales y las condiciones de salud preexistentes.

En muchos casos, los médicos utilizan directrices como la Tabla SEGO para ayudar a determinar cuándo es apropiado interrumpir la actividad laboral. Esta tabla ofrece recomendaciones basadas en el tipo de trabajo y la semana de embarazo, lo que facilita la toma de decisiones informadas. Al seguir estas recomendaciones, las mujeres embarazadas pueden minimizar los riesgos para su salud y la del bebé.

Es importante recordar que la evaluación médica no es un proceso único. A medida que avanza el embarazo, las condiciones de salud de la madre y el desarrollo del feto pueden cambiar, lo que puede requerir reevaluaciones periódicas. Mantener un diálogo abierto con el médico y seguir sus consejos es esencial para garantizar un embarazo saludable.

Tercer mes de embarazo
Embarazo- Freepik

Tabla SEGO para saber cuándo pedir la baja en el embarazo

A continuación verás una lista con las recomendaciones de la tabla SEGO repartidas por semanas de embarazo. Simplemente, busca entre todas las opciones cuál es la que se adapta más a tu puesto laboral y revisa la semana que, de acuerdo a este centro, deberías coger la baja para evitar riesgos para el feto y tu propia salud:

Baja en el embarazo en la semana 37

  • Trabaja sentada o con actividad física ligera.

Baja en el embarazo en la semana 32 a la 34

  • Trabajadora que alterna tareas de pie y sentada, más de una cuarta parte de pie
  • Subir y bajar escaleras ocasionalmente, menos de cuatro veces, sólo existe riesgo si es de más de cuatro peldaños
  • Trepando escalas y postes verticales, ocasional, menos de cuatro veces (amplia la recomendación de la semana la 26 hasta la 34, dependiendo del tipo de tarea)
  • Subir y bajar escaleras intermitente (entre 4 y 8 veces en turno de 8 horas)

Baja en el embarazo de la semana 28 a la 30

  • Trabajadora que alterna tareas de pie y sentada, más del 50% de la jornada de pie

Baja en el embarazo en la semana 26 a la 28

  • Cargando pesos de manera intermitente (menos de 4 veces en turno de 8 horas): 5 a 10 kg
  • Subir y bajar escaleras repetidamente (8 o más veces por turno de 8 horas)
  • Agacharse intermitente: 2 a 9 veces a la hora

Baja en el embarazo de la semana 22 a la 24

  • Cargando pesos de manera frecuente (4 o más veces por turno de 8 horas): de 5 a 10 kg
  • 2Cargando pesos de manera intermitente (menos de 4 veces en turno de 8 horas): más de 10 kg

Baja en el embarazo en la semana 20

  • Mujeres que desempeñen tareas que impliquen agacharse más de diez veces a la hora
  • Cargando pesos de manera frecuente (4 o más veces por turno de 8 horas): más de 10 kg
  • Trabajadora que realiza tareas de pie de forma prolongada (Más de 4 horas al día) (amplia la recomendación hasta la semana 22)

Baja en el embarazo en la semana 18

  • Se agacha (por debajo de la rodilla) más de diez veces por hora.
  • Carga peso de más de diez kilos cuatro o más veces por turno.
  •  Trepar repetidamente (4 o más veces por turno de 8 horas) (amplia la recomendación a la semana 16)

Además de los anteriores, encontramos los casos extremos: en los que hay que pedirse la baja desde el principio y aquellos que no implican riesgo, ni siquiera al final de la gestación:

  • Trabajar en condiciones frío o calor extremo, con temperaturas inferiores a 0º, o superiores a 33º: estas mujeres deberían pedir la baja desde la semana 0 de embarazo
  • Trabajar en contacto con algunas de sustancias peligrosas: mercurio o derivados, medicamentos antimitóticos (citotóxicos), pesticidas, disolventes, monóxido de carbono o cualquier otra sustancia tóxica como antimonio o arsénico. (y todas las que incluye el Anexo VII del Real Decreto 39/1997): estas también deberían pedir la baja desde la semana 0 de embarazo
  • Trabajadora que alterna tareas de pie y sentada, si es menos del 25% de tiempo sentada: esta tarea no implicaría, en principio, riesgos para la gestación
  • Menos de 2 veces a la hora realizando tareas agachándose: tampoo implica riesgos
  • Cargando pesos de manera frecuente (4 o más veces por turno de 8 horas): menos de 4 kg: no implica riesgos
  • Cargando pesos de manera intermitente (menos de 4 veces en turno de 8 horas): menos de 4 kg: no implica riesgos

¿Qué factores del trabajo afectan a tu embarazo?

Permanecer en la misma postura mucho tiempo (de pie o sentada) y tener que levantar peso son las dos circunstancias que más suelen afectar al trabajo de las mujeres embarazadas:

De hecho, un estudio publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine y desarrollado en los Países Bajos llegó a la conclusión de que los bebés cuyas madres pasan largos periodos de pie durante su embarazo nacen con la cabeza un centímetro (3%) más pequeña que la media, lo que implica una tasa de crecimiento más lento.

Si no podemos sentarnos a ratos, es aconsejable contemplar con el jefe la posibilidad de intercambiar funciones con otro compañero que desarrolle una actividad más sedentaria.

Cuidado también con...

Según el estudio que mencionamos antes, los bebés nacidos de las mujeres que trabajaban más de 40 horas tienen una circunferencia de cabeza un centímetro menor y un peso más bajo que los hijos de mujeres con menos de 25 horas semanales de ocupación laboral. La diferencia se hace patente en el tercer trimestre de embarazo.

Muchas mamás prefieren juntar todas sus vacaciones con el permiso por maternidad y reservar todos los días para cuando nazca el bebé pero, si estamos exhaustas, habría que plantearse si invertir algunos de esos días en nuestro descanso (por ejemplo, sumar un día al fin de semana durante el último mes) para llegar al parto con las reservas de energía bien cargadas.

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