Vacunas recomendadas durante el embarazo según nuevas investigaciones

El calendario de vacunación está en continuo desarrollo ampliándose bien las patologías de las que protegerse, bien las indicaciones de vacunas ya existentes, pero que se actualizan y se recomiendan a más grupos de población.
Fotografía de estudio de una mujer embarazada
Fotografía de estudio de una mujer embarazada (RG)

El calendario de vacunación está en continuo desarrollo ampliándose bien las patologías de las que protegerse, bien las indicaciones de vacunas ya existentes, pero que se actualizan y se recomiendan a más grupos de población.

Centrándonos en las vacunas que necesitan las embarazadas, que es lo que nos interesa en estas páginas, recientemente la Comisión Europea ha concedido la autorización de comercialización de la vacuna para conferir protección frente al virus respiratorio sincitial (VRS) en lactantes desde el nacimiento hasta los seis meses de edad, mediante la inmunización activa de las mujeres durante el embarazo.

Vacunas recomendadas durante el embarazo

La primera es la tosferina, que se administra normalmente ya iniciado el tercer trimestre y es una vacuna que produce al bebé una inmunidad pasiva, es decir, pinchando a la madre vacunamos al bebé.

"Se recomienda entre las semanas 27 y 36 de gestación (preferiblemente entre las semanas 28 y 32). Esto pretende impedir que la embarazada adquiera la tosferina y contagie al neonato y, además, que se transfieran anticuerpos al feto vía transplacentaria que le protejan hasta que reciba la primera dosis de la vacuna según el calendario vacunal", explica doctora Fátima Benasach, jefa de Sección de Obstetricia del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda.

"Se administra para que cuando nace el bebé no le pongan a él esa primera vacuna, que se pondría en los dos tres primeros meses de vida. Si no se administra esta vacuna, en los primeros meses de vida el bebé se puede contagiar de tosferina", advierte Mariona Cardús, matrona de Yummy Mummy.

Retrato de una mujer embarazada de perfil
Retrato de una mujer embarazada de perfil (RG)

Otra vacuna recomendada es la de la gripe, en el periodo gestacional de invierno. Debe administrarse entre finales de septiembre y marzo, en cualquier momento del embarazo. "Es para que la madre no se contagie de gripe porque podría tener problemas respiratorios o fiebre y perjudicar la prefusión de oxígeno al bebé o provocar taquicardias", dice la experta.

"La vacuna frente al virus de la gripe, según la OMS, debe recomendarse a todas las gestantes en cualquier etapa del embarazo, durante los periodos de riesgo de contagio. Las embarazadas se consideran población de riesgo y las vacunas antigripales inactivadas, según la información actualmente disponible, son seguras para la embarazada y el feto", asegura también la doctora Benasach.

"También se recomienda –continúa Mariona– la vacuna del antiD, para las madres que son Rh negativas. Se pone en la semana 27-28 y es profiláctica. Es decir, es protección 'por si acaso', por si el bebé es Rh positivo, y para que no haya incompatibilidad de sangre entre madre e hijo", agrega.

De la misma forma, es aconsejable que las embarazadas se vacunen de la COVID-19. "La explicación es que la evidencia muestra que esta vacuna es segura y eficaz y las gestantes tienen más probabilidad de desarrollo más grave de la enfermedad y complicaciones que la población no gestante", explica la doctora Benasach, quien recomienda también, en cada nuevo embarazo, independientemente de cuando se haya recibido la última dosis de vacuna frente al tétanos y de si se ha vacunado en un embarazo anterior.

Es importante que la mujer en edad fértil llegue al embarazo con todas las vacunas sistemáticas y recomendadas: difteria, tétanos y tosferina, frente a la gripe si la gestación coincide con la temporada, frente a la covid-19 y frente al virus respiratorio sincitial.

Una mujer embarazada
Una mujer embarazada (RG)

La vacuna contra el VRS

El virus respiratorio sincitial (VRS) es una enfermedad viral común. Por lo general, causa síntomas leves parecidos al resfriado. Pero puede provocar infecciones pulmonares graves, especialmente en bebés; representa más del 60 % de las infecciones respiratorias agudas en lactantes y niños pequeños en todo el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y se estima, además, que una de cada diez hospitalizaciones en menores de cinco años es causada por el virus respiratorio sincitial.

Hasta hace poco no había una vacuna que inmunizara a las embarazadas y, a través de ellas, a sus hijos. Ya está disponible en nuestro país la primera y única vacuna autorizada contra el VRS para la protección de lactantes. A través de la inmunización de la madre se transfiere al feto anticuerpos que ofrecen al bebé una protección contra el VRS en los seis primeros meses de vida, cuando es más vulnerable.

Según explicó Inmaculada Cuesta, enfermera, matrona, miembro del grupo de ‘Educadores en vacunas’ y secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC), durante la presentación del medicamento en rueda de prensa, “esta vacuna tiene capacidad para conferir una inmunidad a la madre que puede ser transferida al recién nacido. A medida que el sistema inmunológico de la gestante reacciona a la vacuna, se producen una serie de anticuerpos protectores contra el VRS. Una porción de estos anticuerpos se transmite al feto en desarrollo a través de la placenta, ofreciendo al bebé un escudo vital contra el VRS en los primeros seis meses de vida, precisamente cuando es más vulnerable”.

Por su parte, la doctora María Garcés Sánchez, pediatra en el Centro de Salud Nazaret (Valencia) y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), ha puesto de manifiesto que "la bronquiolitis por VRS en el lactante es un cuadro muy frecuente y de especial gravedad en el bebé de menos de 6 meses, dado que su sistema inmunológico está muy inmaduro para defenderse del virus y su aparato respiratorio es muy sensible a la enfermedad”.

“Además, la bronquiolitis en lactantes se asocia con un mayor riesgo de hiperreactividad bronquial (una especie de asma), en los 5 primeros años de vida. Pero es que además no disponemos de ningún tratamiento específico para la bronquiolitis. Por tanto, disponer de una vacuna para la gestante para la prevención del VRS es una buena estrategia para proteger al bebé y evitar secuelas posteriores, como ya se ha demostrado con otras vacunas como la de la tosferina, pues se trata de una manera natural de conseguir que la madre pase a través de la placenta los anticuerpos protectores a su hijo y se evita el pinchazo al niño”, destaca la doctora Garcés.

Su uso está aprobado para administrar una sola dosis de la vacuna entre las semanas 24 y 36 de gestación.

Una mujer embarazada, tumbada
Una mujer embarazada, tumbada (RG)

Las vacunas desaconsejadas durante el embarazo

Las vacunas con virus vivos o atenuados están en general contraindicadas y no deben ser administradas durante la gestación. Hablamos de vacunas contra enfermedades como sarampión, rubéola, parotiditis, varicela, poliomielitis (tipo Sabin).

La serología de la rubéola, por ejemplo, es una de las determinaciones realizadas en la analítica del primer trimestre. Si es negativa, la gestante deberá valorar la vacunación tras el parto. Las vacunas con virus inactivos, las vacunas bacterianas y los toxoides pueden ser administradas con seguridad tanto en el embarazo como en la lactancia (difteria, tétanos, cólera, meningococo, neumococo, hepatitis A, hepatitis B, rabia, poliomielitis (tipo Salk)).

Posibles contraindicaciones

En principio, las vacunas son seguras, protegen a la madre de infecciones que pueden ser incluso severas y, además, les generan anticuerpos que pueden pasar al bebé y protegerle de todas las enfermedades de las que se ha vacunado la mujer embarazada. "En el caso de la tosferina (pertussis), esta infección puede ser muy grave en los primeros meses de vida", advierte Isabel Vielsa, ginecóloga y directora médica de Clínicas Eva, quien nos asegura también que no tienen por qué tener contraindicaciones para la madre ni para el bebé.

"Lo único a tener en cuenta es que no se deben administrar si la mujer no se encuentra bien o tiene fiebre. Hay que esperar a que estos síntomas pasen. Pueden tener, por otro lado, efectos secundarios, pero los mismos que si se las pone una mujer no embarazada. Si por algún motivo se decide no ponerse alguna o todas las vacunas recomendadas durante el periodo de gestación, se debe hablar con el ginecólogo para que la mujer comprenda los riesgos que asume", añade.

Los efectos beneficiosos de vacunarse superan los posibles riesgos; una infección podría poner en peligro la vida de la mamá o el bebé. Es muy improbable que la vacuna tenga algún efecto adverso.

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