¡No se cansa nunca! ¿Por qué tienen tanto aguante los niños?

Todos hemos dicho alguna vez eso de ''¿Pero este niño no se cansa nunca?'', y sí, su capacidad de aguante y sus casi inagotables energías nos dejan sin aliento, pero ¿hay una explicación para que pase esto? ¿Hay alguna razón que explique que parezca que los niños tienen pilas inagotables? Te lo contamos.
¡No se cansa nunca! ¿Por qué tienen tanto aguante los niños?

Saltar, correr, jugar, gritar, cantar o todo ello combinado a la vez...muchas veces parece que los niños vienen de serie con unas pilas que nunca se gastan y, cuando nuestras energías ya están bajo mínimos, ellos están frescos y con una vitalidad digna de admirar. 

Hay una explicación científica para ello: según un estudio los niños tienen una recuperación muscular muy similar a la que tienen los atletas profesionales. Y, ante eso, a ver quién compite.

Los hallazgos de dicha investigación dejaron claro que los músculos de los niños tienen una gran resistencia al agotamiento y no solo eso: tienen la capacidad de recuperarse de grandes esfuerzos o de mucha actividad más rápido que incluso los atletas profesionales en edad adulta.

Esta afirmación puede que choque un poco si pensamos que los niños se cansan antes que los adultos al realizar algunas actividades físicas y tienen que dar, por ejemplo, mayor número de pasos para recorrer la misma distancia que un adulto. 

Este estudio realizado en Francia en la Universidad de Clermont Auvergne y publicado en Frontiers in Physiology lo que pone de manifiesto es que los niños consiguen romper esas limitaciones gracias al desarrollo de una musculatura resistente y a una gran capacidad de recuperación tras una actividad de alta intensidad.

¿Cómo se realizó la investigación?

Este hallazgo pudo evidenciarse gracias a analizar y estudiar cómo un grupo de niños de entre ocho y trece años producía la energía y cómo era su recuperación tras una sesión de ejercicios. 

Esa respuesta se estudió también en un grupo de adultos que no solía hacer ejercicio y en otros adultos que hacían deporte de manera profesional. El resultado: los niños tenían mejor rendimiento físico y veían su capacidad respiratoria menos afectada que los adultos que no solían hacer ejercicio. Y no solo eso, la velocidad en la que el ritmo cardíaco de los niños vuelve a su estado habitual demuestra que se recuperan incluso más rápidamente que los atletas.

Según los expertos, los hallazgos de esta investigación pueden ayudar a conocer los cambios que sufre nuestro cuerpo a lo largo de la vida, y también a saber cómo influye la actividad física en el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes. También podría ayudar a optimizar el entrenamiento físico en niños.

Esta es la razón que explicaría por qué los niños siguen tan activos cuando nuestra energía ya está por los suelos.

Anthony Blazevich, profesor de Biomecánica en la Universidad de Edith Cowan (Australia), es uno de los investigadores que han participado en este estudio y afirma que  las evidencias de los resultados demuestran que "la aptitud aeróbica, al menos a nivel muscular, disminuye significativamente a medida que los niños van convirtiéndose en adultos, más o menos el momento en que aumentan las enfermedades como la diabetes”.

Para Sébastien Ratel, profesor de Fisiología del Ejercicio en la Universidad de Clermont Auvergne (Francia), el otro investigador responsable de este estudio, estas conclusiones ponen de manifiesto que los adultos y los adolescentes podrían mejorar su entrenamiento haciendo énfasis en la capacidad aeróbica muscular.

Recomendamos en