Que los niños crezcan sanos es una de las principales preocupaciones de los padres y, por ende, eso suele implicar que aparezcan dudas acerca de la alimentación de los más pequeños. Lo que debemos saber es que la nutrición de los menores, en realidad, sigue la misma base que la de los adultos.
Todas las personas necesitan incluir en su dieta los mismos tipos de nutrientes: vitaminas, proteínas, carbohidratos, minerales y grasas. La diferencia está en que los niños necesitan cantidades diferentes según su edad. Veamos algunos de los nutrientes más importantes para ellos.
10 nutrientes que no deben faltar
1. Proteínas

Son fundamentales para el desarrollo del organismo, así como para la regeneración de los tejidos. Podemos encontrar las de origen animal (carne, pescado, huevos, lácteos) y los de origen vegetal (legumbres, frutos secos). Más o menos deben suponer el 12% del total de consumo calórico de un niño.
2. Vitamina A

Se trata de una vitamina importante para el desarrollo de la visión y el crecimiento de los huesos, además de que ayuda a protegernos de las infecciones y potencia el crecimiento de las células y tejidos corporales.
3. Vitaminas del grupo B

Este conjunto de vitaminas es necesario para el metabolismo. Su presencia la tenemos en carnes, vegetales, frutas y cereales.
4. Vitamina C

Está presente en todas las frutas frescas (naranjas, pomelos, limones, kiwis, fresas, frambuesas...) y en verduras (brócoli, coliflor, tomates, verduras de hoja verde).
5. Vitamina D

En este caso, la vitamina D es imprescindible para alcanzar el máximo potencial de crecimiento y desarrollo de masa ósea y, es que, ayuda a fijar el calcio en los huesos, y también a mineralizar el esqueleto. Se puede obtener de algunos alimentos, como carnes, pescados y huevo, o formarse en la piel, gracias a la luz del sol.
6. Carbohidratos

También llamados "hidratos de carbono", suponen una fuente principal de energía para el organismo humano. En este caso podemos encontrar los simples, que actúan rápidamente reponiendo la carga energética (azúcar, leche, fruta) y los complejos, que proporcionan la energía más a largo plazo (legumbres, patatas, cereales). Se trata de un grupo bastante importante, que debe suponer el 60% de la necesidad energética.
7. Grasas

Por excelencia, son nutrientes energéticos. Participan en la formación del sistema nervioso y de las membranas celulares del cerebro, y son esenciales para que el organismo pueda absorber algunas vitaminas. También encontramos dos tipos: las grasas saturadas (de origen animal, como carne roja, queso, embutido) y las grasas saturadas (de origen vegetal, como aceite de oliva, carnes blancas y algunos pescados). Más o menos deben ser el 25% de la ingesta diaria de un niño.
8. Calcio

Imprescindible para la formación del esqueleto y, por ello, lógicamente, es importante que los niños que están en pleno crecimiento, consuman alimentos ricos en calcio. Lo podemos encontrar en la leche y en sus derivados, como el yogur y el queso, aunque también está contenido en moluscos, mariscos o vegetales (como guisantes, soja, espinacas, almendras o semillas de sésamo).
9. Hierro

Se necesita para la formación de la sangre. Y como cuando se está creciendo esta se va incrementando, los niños deben tener un mayor aporte de hierro. Lo encontramos en carnes magras, legumbres, huevo, fruta, frutos secos y cereales.
10. Yodo

El yodo es otro mineral indispensable para el crecimiento y el desarrollo del pequeño. Sirve para regular funciones esenciales, como la temperatura del cuerpo o la frecuencia cardiaca.