La reacción del hermano mayor ante la llegada de un nuevo bebé a casa varía mucho en relación con su edad, su madurez y su carácter.
Hay niños que son más flexibles a los cambios y otros que tardan más en acostumbrarse a nuevas situaciones.
Muchos niños reflejan alegría al ir a ver al hermanito al hospital pero cuando llegan a casa se sienten desplazados, desconcertados o simplemente asustados por el cambio.
Es natural, son niños pequeños y nunca se han enfrentado a una situación con tantos matices emocionales.
Además, la llegada de un hermano toca el punto más débil de todo niño (perder el amor de su mamá o papá).
Algunas reacciones positivas podrán ser: curiosidad, interés, ganas de tocarle y acariciarles, comportamientos cuidadores...
Por el contrario, también podrán aparecer reacciones más negativas como: celos, conductas agresivas hacia el hermanito o los papás, comportamientos regresivos (volver a mojar la cama), cambios de humor (rabietas...)
Tips para hacer fácil la llegada de un bebé a casa donde hay más niños
Aquí van algunos tips que pueden hacerle la llegada del hermanito algo más fácil:
- Prepárale con tiempo: Habla del bebé durante el embarazo. Dependiendo de su nivel de madurez podemos irle explicando qué va a ir sucediendo los siguientes meses (hospital, separación...). Existen cuentos maravillosos que les ayudan a entender la situación.
- Los cambios de uno en uno: la llegada del hermanito supone un estrés. Por lo que es importante tratar de no juntar demasiados cambios a la vez (por ejemplo, si le cambiamos de cuarto a la vez que llega el bebé puede asociar su llegada con desplazamiento). Una vez en casa las rutinas deben ser lo más parecidas a la vida de antes que el bebé llegara.
- Comparte tiempo con los dos: Trata de buscar tiempo todos los días para estar con él/ella (por ejemplo, el momento cuento) y disfruta del mayor en presencia del pequeño ("mamá me sigue queriendo, aunque esté el hermanito")
- No le apartes enséñale: los niños de dos y tres años todavía hacen movimientos bruscos y no son capaces de entender que un bebé necesita delicadeza. No le grites o le castigues si da un manotazo al bebé, explícale que necesita que le toquen con suavidad. Un truco es enseñarle fotos de cuando él era bebé.
- No le digas que tiene que querer al hermanito, pues querer no es una obligación. Debemos darle libertad de sentir y de expresar sus sentimientos, aunque sean de rabia o enfado, y tratar de mostrarnos empáticos: tiene miedo de perder tu amor, y tus enfados pueden confirmar sus temores.
- Y por supuesto, la joya de la corona: inclúyelo en el cuidado del bebé. No se trata de darle obligaciones sino de incluirle en actividades rutinarias como si fuera un juego, así aumentamos el vínculo con el hermanito y pasa más tiempo con mamá/papá.
Mucho ánimo y paciencia.