La Fundación FAD Juventud, especializada en la lucha contra las adicciones entre la población más joven y que colabora con el Centro de Investigación Reina Sofía, ha presentado estos días un informe titulado “Juventud y Pornografía en la era Digital” para el que se ha entrevistado a más de 1250 jóvenes españoles, de los 16 a los 29 años de edad.
Las conclusiones del informe son para detenernos a reflexionar y tomar medidas para paliar este problema. Los datos exponen claramente que el primer contacto con la pornografía de los niños y las niñas españolas se sitúa en torno a los 13 años, uno de cada cuatro entrevistados reconoce que en su caso fue incluso antes de los 12 años de edad.
A la vista de los resultados es evidente la necesidad de tomar medidas de sensibilización pero también de restricción del acceso a la pornografía por parte de los menores de edad.
Sin quitar el foco a otro aspecto muy importante como han señalado más de la mitad de los encuestados, “hay un tema de falta de educación afectivo-sexual”, señalaba Alejandro Gómez, sociólogo e investigador de la Fundación en el actos de presentación del estudio.
Cuando los chicos y las chicas no reciben ningún tipo de educación afectivo-sexual de calidad en su centro educativo ni en su familia, busca la información que necesita en otro entorno que no suele ser ni el más adecuado ni el más fiable, como en este caso. Seis de cada diez entrevistados han acabado informándose por su cuenta a través de internet.
Desde FAD señalan que “es fundamental que les acompañemos en el desarrollo de su sexualidad de una forma clara, que puedan contar con referentes como fuente de información veraz y confiable, que no sea un tema tabú o incómodo que evitemos”.

Una realidad preocupante
La situación a la vista de los datos del informe, muestra una diferencia entre el consumo de pornografía por parte de los chicos y por parte de las chicas aunque las cifras generales, señalan que la realidad es preocupante.
Los chicos consumen más pornografía y habitualmente lo hacen antes que las chicas, casi un 9% de ellos reconoce haber visto porno en internet por primera vez antes de los ocho años, el doble que ellas.
No llega al 3% de las chicas que reconocen ver pornografía de manera diaria pero el porcentaje en el caso de los chicos se coloca prácticamente en el 23%.
Queda claro, a la vista de estas diferencias, que “de alguna forma, los chicos tienen un consumo de porno casi cotidiano, interiorizado como parte de su día a día”, señalaba Alejandro Gómez.
Además, las motivaciones parecen también distintas entre ellos y ellas, mientras que las chicas acceden por “un consumo vinculado a la curiosidad, la exploración, el aprendizaje: un consumo más consciente” según comentaba Alejandro Gómez, los chicos “ven porno para aprender sobre sexo”.
Y esa fuente de aprendizaje no solo está equivocada sino que además muestra otro dato muy preocupante y es que uno de cada tres reconoce que la pornografía fomenta que no se use el preservativo como medida profiláctica a la hora de mantener relaciones sexuales, con todo lo que eso conlleva.

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