Lo que NO debes hacer si tu hijo está enfermo, según una pediatra de Harvard

Sencillas acciones que una experta como ella plantea para que los niños que enferman de enfermedades comunes típicas durante la infancia, tengan una mejor recuperación.
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No hay nada que nos ponga más de los nervios a las madres y los padres que ver que nuestro hijo cae enfermo y por otra parte, que un niño enferme de las típicas dolencias y patologías propias de la infancia tampoco es algo extraño ni no habitual.

Son más susceptibles de ser atacados por microbios, virus y bacterias por lo que los resfriados suelen ser más o menos frecuentes, no es algo que nos pille por sorpresa pero siempre es algo que nos perturba y nos inquieta a las madres y los padres.

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Kelly Fradin es madre de dos niños, autora de un libro centrado en ayudar a los niños mediante diagnósticos y además es pediatra de cuidados complejos y licenciada por la Universidad de Harvard

La Doctora Fradin ha compartido en estos días los que para ella son los errores habituales en los que más caemos las madres y los padres cuando nuestros hijos enferman, esos que cometemos mezclando de forma inconsciente según ella misma señala “miedo, amor, confusión, preocupación y tristeza”.

Pese a nuestras mejores intenciones, no es complicado que caigamos en errores que son más perjudiciales que beneficiosos para nuestros hijos cuando cursan una enfermedad común y es bueno tenerlos en cuenta para evitarlos.

Qué tienes que NO hacer cuando tu hijo se encuentra mal

Son consejos sensatos y básicos, personales de la propia doctora, los que ella misma trata de evitar cuando están enfermos sus propios hijos, según ha comentado a través de la newsletter que envía a sus suscriptores de forma periódica.

1º/ NO mediques a tu hijo si está dormido.

Si está durmiendo tranquilo, aunque tenga fiebre y aunque sea la hora de la medicación, la Dra. Fradin recomienda no despertarles. Es mejor dejarles descansar porque eso ayuda a que su sistema inmune mejore de manera natural.

El sueño es una actividad esencial para curarse mejor y más rápidamente, ella recomienda que le demos la medicación cuando despierten porque siendo importante la medicina, siempre que veamos que el paciente tiene un sueño tranquilo, es más importante que duerman.

2º/ NO dudes en darle la medicina que pueda necesitar.

Si está despierto y tiene fiebre, la medicina oportuna es una gran aliada. Ella recomienda paracetamol e ibuprofeno, si vemos que a nuestro hijo le cuesta respirar, beber líquidos o dormir y por supuesto después de estar dos o tres días con medicación, si no mejora, es necesario acudir a un médico para que lo examine, como ella misma señala.

3º/ NO entres en pánico por lo que señale el termómetro.

Esta quizás sea una de las recomendaciones más complicadas de cumplir por las madres y los padres en general pero según la doctora Fradin “los termómetros no son los instrumentos más precisos”.

Lo más importante es observar con atención la respiración y el tono general de nuestro hijo para hacernos una idea de la gravedad o no del proceso.

Si se encuentra más o menos bien, si respira con normalidad, si está bien hidratado es muy probable que no estemos ante una emergencia, por el contrario si parece realmente enfermo puede que el termómetro diga que no hay fiebre y sin embargo nuestro hijo requiera de atención médica directamente.

4º/ Para la tos NO le des más que miel.

Ella tiene claro que medicamentos dirigidos a eliminar la tos como la codeína o el dextrometorfano pueden ser más perjudiciales que beneficiosos para tratar a nuestros hijos, de hecho señala que la Academia Americana de Pediatría está en contra de ellos.

Para ella la miel o el jarabe para la tos que tenga la miel como principal ingrediente, son la mejor opción.

5º/ NO se mide la medicina en cucharadas.

Es obvio que las cucharas tienen distintos tamaños por lo que esta tradicional forma de cuantificar la cantidad de medicina es muy engañosa. Lo más recomendable es establecer la dosis en mililitros teniendo en cuenta el peso y la edad del niño.

Ella señala en su newsletter que en torno a 700.000 niños en Estados Unidos tienen problemas con la dosis de medicación cada año y cuando están al cuidado de varias personas, son aún más propensos a esta mala dosificación que hay que controlar correctamente.

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