Aunque en España tenemos la famosa dieta mediterránea, gran estilete de la alimentación saludable, ejemplo de ello en todo el mundo, cada vez coge más fuerza una alternativa viral creada por la universidad de Harvard para mejorar la forma de comer por parte de la ciudadanía: el denominado “plato Harvard”. A partir de su esquema, el Observatorio del Juego Infantil ha hecho una adaptación del mismo aplicado al juego, dividiendo el tiempo de ocio de los niños en función del tipo de juego. La iniciativa se llama “Menú saludable del juego”.
La idea del Observatorio del Juego Infantil reivindica el derecho al juego, una de las tres cosas que los niños deberían tener para activar el mecanismo de la felicidad infantil. Este derecho fue reconocido en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño de 1989, secundado por la Observación General nº17 de Naciones Unidas, que hace referencia al derecho del niño al descanso, el esparcimiento y el juego.

Para hacerlo, el Observatorio ha tomado como idea de partida el “plato Harvard”, una iniciativa para que los niños y adultos coman de forma saludable creado por expertos de la universidad de Harvard que es una guía para comer de forma saludable y equilibrada. Lo que hacen los expertos de la popular universidad es dividir el 100% de un plato en base a lo que debe contener de cada tipo de nutriente o alimento.
Su recomendación es la siguiente: un 40 % de vegetales y frutas, un 10 % de grasas saludables, un 25 % de granos integrales y un 25 % de proteína. Estas serían según Harvard las cantidades adecuadas para tener una comida o una cena saludable.
Siguiendo estos mismos porcentajes y un esquema idéntico, el Observatorio del Juego Infantil ha aplicado el “plato Harvard” al juego, con la idea de divulgar y reivindicar el derecho al juego en la infancia.
En la iniciativa, junto al Observatorio del Juego Infantil (Fundación Crecer Jugando) ha colabora la psicóloga infantil Silvia Álava, que es miembro del observatorio. También es divulgadora en redes sociales, donde comparte contenidos como los consejos para convertirte en el lugar seguro de tus hijos.
Así queda el reparto de porcentajes en el “Menú saludable del juego”:

- 40% de juego de exteriores
El “Menú Saludable del Juego” establece que las frutas y verduras del juego son los que se desarrollan en el exterior, ya sea en el parque, la piscina, la playa o cualquier otro lugar público al aire libre. El Observatorio hace referencia al juego libre; esto es, son los propios niños y niñas los que ponen las normas del juego, que suele tener un carácter más activo, centrados en la psicomotricidad gruesa.
- 25% de juego simbólico
El segundo porcentaje más alto del “Menú saludable del juego” es para el juego simbólico, que se puede realizar tanto en espacios interiores, donde es más común, como en exteriores.
Una de las características de este juego es que no sigue normas estructuradas, y que en todo caso las condiciones del juego son tan flexibles como deseen los peques, que pueden desarrollar la psicomotricidad fina con este tipo de juego, además de la creatividad o el sentido de la responsabilidad, ya que muchas veces imitan situaciones que han visto en el día a día en su entorno. Es un tipo de juego en el que se potencia la coordinación entre el ojo y la mano.
Aquí te explicamos en detalles qué es y cómo fomentar el juego simbólico.

- 25% de juegos reglados
En juegos reglados entran, por ejemplo, los juegos de mesa o de cartas, desde el primer memory hasta el ajedrez. De este tipo de juego, el “Menú saludable del juego” del Observatorio del Juego Infantil aconseja un 25% del tiempo total dedicado a jugar por los niños y niñas.
Estos juegos les ayudan a respetar las normas y otros límites esenciales para vivir en sociedad, y también a planificar y tener más paciencia. Y pueden aprender también la diferencia entre ganar y perder y lo que es el juego individual o cooperativo, en equipo, en función de la dinámica de cada juego.
- 10% de juegos tecnológicos
La porción más pequeña del “plato del juego” es para los tecnológicos, que el Observatorio del juego infantil equipara a los productos azucarados en la alimentación. Pueden estar presentas en las rutinas de ocio de los peques, pero de forma limitada.
Además, el Observatorio matiza que no es lo mismo que el juego tecnológico en cuestión tenga un enfoque educativo que, por ejemplo, sea un juego violento. Aquí tienes, por si te ayuda, el consejo esencial sobre el uso de videojuegos de una experta en tecnología y familia.