Cómo hacer un disfraz reciclado con ropa vieja
¡Hoy toca disfrazarse! Te damos ideas para crear vuestros disfraces reciclando ropa usada.
Con la excusa de Halloween y Carnaval los niños sacan a relucir sus facetas más ocultas a través de los disfraces. Aunque, por supuesto, no hace falta que sean fechas tan señaladas para que quieran disfrazarse y jugar a juegos simbólicos con sus trajes de personajes. Les encanta jugar a ser personajes imaginarios y hacer representaciones de teatro. Te proponemos añadir un poco más de diversión creando vuestros propios disfraces a partir de ropa vieja y objetos reciclados. Lo mejor de todo es que los niños podrán crearlo a su gusto y añadir todos los complementos y colores que quieran. Un plan perfecto para pasar una tarde de manualidades y juegos.
A parte de divertirse creando sus propios disfraces, hacer manualidades será una actividad perfecta para que los niños echen a volar su imaginación y se alejen un poco del estrés de la rutina. Además, este tipo de actividades puede funcionar como una válvula para ayudar al pequeño a desarrollar la paciencia, la destreza y la movilidad de sus manos.
Si elegimos crear un disfraz de carnaval o Halloween junto a ellos sentirán, además, que su opinión es importante (siempre podemos preguntarle de qué desea disfrazarse y hacer sus sueños realidad).
Hacer un disfraz con ropa usada o con materiales que tengamos por casa es bastante sencillo y no hace falta ser ningún hacha de las manualidades. Te mostramos que con unos pocos materiales, tus pequeños serán los reyes de la fiesta.
Materiales necesarios
- Botellas de plástico
- Cajas de cartón
- Espumas
- Hueveras
- Ropa, guantes, gorros y calzado viejo que ya no sirva
- Pinturas
- Pegamento
- Tijeras
- Cuerdas
- Cualquier cosa que podáis usar como complemento
Cómo hacerlo
Para esta manualidad no necesitáis un “paso a paso”, ya que se trata de dejar volar vuestra imaginación. Puedes inspirarte en las fotos de este artículo: por ejemplo, una caja de cartón puede convertirse en un coche de carreras, en un avión, en un mercado ambulante… Con ropa vieja, sábanas y pañuelos podéis hacer capas y otros accesorios.
Puedes hacer una máscara con botellas de plástico y adornarla con una corona, un gorro de lana viejo o unas grandes orejas de monstruo. Y, para el calzado, ¿qué tal unas garras de espuma pegadas con pegamento? Las hueveras vacías también dan mucho juego: sirven como ojos monstruosos, y dos botellas vacías podrían ser el complemento perfecto como autopropulsores.
Si tenéis cafetera de cápsulas, estas son perfectas para hacer collares y anillos. ¿Qué queréis unas alas? Pues a fabricarlas con cartón y cuerda. Con pinturas podéis darle al disfraz el toque final.
Si preferís disfrazaros de Halloween, el típico es una sábana vieja por encima de la cabeza: seréis los fantasmas más terroríficos. Aunque también podemos aprovechar unos cuantos rollos de papel higiénico para envolverlos por todo el cuerpo y ser una momia perfecta.
Fabricando sus propios disfraces, los niños aprenderán la importancia de reciclar y lo divertido que es hacer las cosas uno mismo. Se lo pasarán en grande creando disfraces para representar a sus personajes favoritos, para enseñar el resultado a todo el mundo para jugar horas y horas con ellos.