Halloween puede ser mucho más que disfraces y caramelos. Si tienes hijos en edad escolar, esta fiesta es una oportunidad ideal para reforzar aprendizajes de forma divertida: desde mejorar la lectura y la escritura hasta practicar matemáticas o explorar la ciencia. Te contamos cómo transformar el miedo en curiosidad y el juego en conocimiento a través de Halloween en niños y niñas que estén en Primaria.
Antes de seguir, recuerda que en esta guía sobre Halloween 2025 tienes toda la información relativa a la fiesta preferida de los niños.
Aprender entre calabazas, arañas y fantasmas
Halloween despierta la imaginación de los niños y genera entusiasmo por participar en todo tipo de actividades. Ese interés natural puede convertirse en el mejor aliado educativo. Los maestros lo saben: aprovechar una temática atractiva multiplica la atención y la motivación del alumnado, dos ingredientes clave del aprendizaje significativo según los expertos en pedagogía.
Además, introducir el juego en el aula favorece la consolidación de conocimientos y estimula la creatividad. La propia UNESCO señala que el aprendizaje lúdico “desarrolla la autonomía, la resolución de problemas y la colaboración entre iguales”.
Por ello, unir Halloween y aprendizaje es una idea brillante que a buen seguro dará grandes resultados. Tanto si se hace en los colegios como si se intenta replicar la estrategia en casa.

Ideas para convertir Halloween en un aula mágica de aprendizaje
Hemos reunido una serie de ideas para convertir un aula de primaria en un espacio de aprendizaje inspirado en Halloween. Muchos de estos consejos son adaptables al contexto familiar en el hogar.
Lectura y escritura con sustos
Proponer que los niños inventen un cuento de misterio o una historia de miedo es una forma excelente de trabajar la expresión escrita. Puedes sugerirles crear un pequeño “libro de relatos terroríficos”, escribir un cómic o dramatizar una historia. También se pueden leer leyendas populares —como la del jinete sin cabeza o Jack O’Lantern— y analizar su origen cultural. También podéis leer cuentos de Halloween con historias divertidas.
Y si quieres leer en casa y tus hijos son pequeños, no te pierdas esta selección de cuentos de Halloween para trabajar los miedos.
Matemáticas escalofriantes
Contar caramelos para resolver problemas de sumas y restas, medir ingredientes en recetas de galletas con forma de calabaza o crear gráficas con los disfraces más populares del aula. Así, las matemáticas se convierten en algo tangible, visual y divertido con Halloween como telón de fondo.

Ciencia con experimentos de miedo
Desde fabricar “slime monstruoso” (mezclando agua, maicena y colorante) hasta explorar reacciones químicas con vinagre y bicarbonato dentro de una calabaza. Estas actividades ayudan a comprender los cambios de estado, la densidad o las reacciones ácido-base.
Mira, en este texto te recomendamos varios experimentos de Halloween para niños.
Arte y creatividad
Reciclar materiales para fabricar decoraciones de Halloween o máscaras fomenta la motricidad fina, el trabajo en equipo y la conciencia ambiental. Un taller de manualidades de Halloween puede incluir pintura, cartón o arcilla, y convertirse en una pequeña exposición en el aula o en casa. Por qué no, por ejemplo, podéis también aprender a decorar calabazas con ideas fáciles.
Inglés con trucos y treats
Halloween es una tradición anglosajona, así que resulta ideal para practicar vocabulario en inglés. Aprender expresiones como trick or treat, pumpkin, bat o ghost, cantar canciones o representar una pequeña obra teatral permite mejorar la pronunciación y la comprensión auditiva.
También podéis aprovechar canciones típicas de Halloween en inglés o bien incluir una sesión de cine de Halloween en la programación de octubre (o los fines de semana en casa).

Lo que aprenden los niños (aunque no se den cuenta)
Detrás de cada juego hay un aprendizaje profundo. Halloween enseña a los niños a gestionar emociones como el miedo o la sorpresa, a conocer y respetar las tradiciones culturales y a disfrutar del trabajo en grupo. También promueve la empatía —entender que lo que asusta a uno puede divertir a otro— y la expresión emocional.
Según la Asociación Española de Pediatría, el juego simbólico y las experiencias compartidas “favorecen el desarrollo emocional y cognitivo en la infancia”, algo que este tipo de actividades potencia especialmente. Así que os animamos a convertir este octubre el aula o vuestra casa en un espacio de aprendizaje inspirado en Halloween.
¡No tenéis nada que perder y sí mucho que ganar!