Celebrar Halloween con los niños puede ser una experiencia mágica y divertida, llena de risas y momentos memorables. Sin embargo, hay terror más allá del azúcar de los frosties de los cupcakes, un terror mucho más saludable pero igual de delicioso, y nos vamos a enfocar en él, pero sin decirles nada a nuestros pequeños monstruos, no vaya a ser que a priori no les guste tanto la idea. En este artículo, te presentamos unas ideas de desayunos monstruosos que sorprenderán a tus pequeños y les ayudarán a comenzar el día con energía y alegría, sin sacrificar la salud.
El desayuno puede ser un momento divertido en cualquier día festivo, y este año no tiene por qué ser una excepción. Imagina la sonrisa en el rostro de tus pequeños al ver un plato lleno de sorpresas y colores que evocan la magia de Halloween. La idea es que nuestra propuesta sea útil no solo una mañana al año, sino que se convierta en una opción deliciosa y saludable que puedas preparar con frecuencia.
¿Por qué no disfrutar de un desayuno monstruoso un sábado porque sí, o un domingo en familia cuando tenemos a nuestros seres queridos en casa? También es perfecto para esos días en los que tenemos un poco más de tiempo para dedicarnos a crear momentos especiales en la mesa. Con un poco de creatividad y diversión, cualquier día puede transformarse en una celebración, haciendo que los desayunos se conviertan en un festín que todos esperen con ansias.
El desayuno es una de las comidas más importantes para los niños por el aporte de energía que supone de cara a comenzar la jornada que normalmente para ellos suele ser bastante intensa entre clases, juegos, actividades, deportes y una jornada festiva no es la excepción.

Huir el monstruo del azúcar
Un desayuno equilibrado debe incluir un poco de carbohidratos, algo de proteína, un aporte de grasas saludables y las vitaminas necesarias para que todo funcione correctamente en nuestro organismo y en el de nuestros hijos. Además, es importante que nos permita llegar sin demasiada hambre a la siguiente comida. Esto es fundamental, ya que los hábitos alimenticios en las primeras horas del día influyen en la salud general. De hecho, se ha evidenciado que los peligros de la comida basura para la salud mental de tus hijos, según confirma la ciencia, pueden ser significativos.
Todo eso no lleva a pensar que quizás lo más conveniente y menos terrorífico sea que nos planteemos huir del monstruo del azúcar, sobre todo porque según declaraciones de las Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, productos tan frecuentes en los desayunos infantiles como el cacao soluble “puede llegar a tener hasta un 85% de azúcar”.
Al igual que las galletas comerciales y la bollería industrial, que son productos con un contenido excesivo de azúcar añadido, sal y grasas poco saludables, debemos ser conscientes de que estos alimentos son de baja calidad nutricional y alta densidad energética. Esto significa que, aunque puedan ser muy apetitosos, no ofrecen los nutrientes que nuestros hijos necesitan para su desarrollo.
A menudo, escuchamos comentarios como “Pobrecito que no le dejan comer galletas" y otros mitos en alimentación infantil, que pueden hacer que nos cuestionemos si estamos siendo demasiado estrictos. Sin embargo, es fundamental reconocer que permitirles consumir regularmente estos productos no solo puede afectar su salud física, sino también su bienestar emocional a largo plazo. Al optar por alternativas más saludables, como galletas caseras hechas con ingredientes nutritivos, no solo satisfacemos su deseo por lo dulce, sino que también les enseñamos sobre hábitos alimenticios más equilibrados.

Para el doctor Julián Martínez-Villanueva Fernández, especialista en Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario Infanta Elena, el desayuno debería incluir una fruta, una ración de lácteo y otra de hidratos de carbono, “una excelente elección para la ración de carbohidratos puede ser una tostada de pan integral con aceite de oliva y tomate natural”.
Un desayuno monstruosamente delicioso
Porque si a esa tostada de pan integral, con su chorrito de aceite de oliva y su tomate rallado por encima, le cortamos unos trocitos de aceitunas negras y los colocamos como si fueran los ojos de nuestro “sangriento” desayuno, ¡tendremos un platillo perfecto para una mañana de Halloween! Esta divertida creación no solo resulta atractiva para los pequeños, sino que también es una opción nutritiva que incluye ingredientes saludables. De esta manera, podemos convertir un desayuno común en una obra maestra espeluznante que estimule la imaginación de los niños y les ofrezca una explosión de sabor.
Al explorar desayunos saludables para niños: 24 ideas fáciles de preparar, verás que es posible combinar diversión y bienestar en la mesa. Si además le añadimos unos plátanos cortados hasta la mitad longitudinalmente para que parezcan más monstruosos y les echamos un poco de cacao puro por encima para “ensuciarlos” más y mejor, tenemos un desayuno divertido, terrorífico y muy saludable.

Además, podemos preparar opciones originales y divertidas para hacer brochetas de fruta caseras para niños que quedarán aún más deliciosas si las pasamos ligeramente por la sartén con muy poquita mantequilla. Después, les podemos poner un toque especial con galletas trituradas por encima; no necesitamos demasiadas, solo unas pocas para que tengan un aspecto más terrorífico.
Lo más habitual que tomamos y preparamos para desayunar suele ser un vaso de leche y la opción es buena pero no es la única, el doctor H. José Marcano Casañas es endocrinólogo del servicio de Pediatría del Hospital Universitari General de Catalunya y plantea que el desayuno debe incluir “básicamente tres grupos de alimentos: cereales, lácteos y fruta” pero los lácteos pueden ser leche, queso o yogur porque todos ellos “aportan proteínas asegurando la cantidad diaria de calcio, así como vitamina A, D y del grupo B”.
Podemos preparar entre todos unas deliciosas y “espeluznantes” gachas de avena, con un chorrito de leche, cacao puro y, si nuestros hijos ya tienen edad para comer frutos secos sin peligros, unas nueces molidas. Sin embargo, es importante recordar los alimentos que no deberías ofrecer enteros a los niños hasta los 4 años, por lo que si decides añadir frutos secos, asegúrate de que estén bien triturados.

Para darle un toque de color y frescura, podemos agregar rodajas de plátano, trocitos de kiwi o fresas, dependiendo de la temporada. Así, convertimos un desayuno nutritivo en una experiencia divertida y segura para los pequeños. También podemos sorprenderles con un crepe de tortilla francesa, en el que guardemos unos trozos de aguacate y unas rodajas de tomate natural, o unas migas de atún en aceite de oliva.
Otra opción deliciosa sería untarla con queso en crema, creando una combinación de sabores que seguro les encantará. De esta manera, no solo ofrecemos un desayuno variado y atractivo, sino que también podemos inspirarnos en recetas como las deliciosas quesadillas de pollo: una opción nutritiva para los más pequeños, ampliando las posibilidades de comidas que sean tanto saludables como emocionantes.
Lo que sin duda es lo mejor del desayuno es que tengamos tiempo para disfrutarlo juntos, especialmente en esos días de fiesta que nos brindan la oportunidad de relajarnos un poco más. En la rutina diaria, las mañanas a menudo se convierten en un frenético ir y venir, pero en estas ocasiones especiales, podemos sentarnos en la mesa sin prisa, compartir risas y crear recuerdos mientras saboreamos cada bocado. Este tiempo en familia no solo refuerza los lazos afectivos, sino que también convierte un simple desayuno en una celebración.
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