El Principito era un viajero estelar, iba de un planeta a otro con un propósito muy claro pero por el camino no dejaba de aprender de los lugares y los habitantes de los planetas que iba recorriendo. Eso es lo que ocurre al viajar. No dejamos de aprender.
Viajar es una oportunidad magnífica para que los niños aprendan de una forma integral e inmersiva, es una combinación de la educación y los conceptos que trabajan en el colegio y su forma de ver la vida, interpretarlos y aplicarlos en un contexto distinto.
Tenemos claro que a lo largo de los años El Principito, de Antoine de Saint Exupèry, nos ha enamorado, a niños y adultos, porque todos de una manera u otra hemos encontrado distintos aspectos que nos emocionan, nos sorprenden o con los que nos sentimos identificados cuando leemos la historia. Esa es su magia.
Un viajero
Antes de nada el personaje de El Principito es casi tan aventurero y viajero como el propio autor de la obra.
Antoine de Saint Exupèry trabajó como piloto aéreo recorriendo rutas peligrosas a través de desiertos como el del Sahara o participando incluso en la II Guerra Mundial como piloto del ejército. Sin duda era una persona intrépida que amaba la libertad del viaje y la sensación que siente el viajero al aprender y conocer distintas culturas, personas y entornos.
Viajar en familia ofrece a los niños una enorme gama de aprendizajes y de beneficios, como el aprendizaje de distintas tradiciones y costumbres, la posibilidad de practicar distintas lenguas para comunicarse con otras personas, la necesidad de abrir su mente y aprender a respetar la diversidad, el aprendizaje sobre la cultura y la historia de una forma lúdica y en familia e incluso, aprenden a valorar lo que tienen y de lo que disfrutan cuando vuelven a casa.
Ocho citas de El Principito para los pequeños viajeros
Viajar enseña a los niños a adaptarse a nuevas rutinas, entornos y situaciones, les enseña a ser flexibles y a afrontar los cambios, a planificar pero también a improvisar, a mejorar sus habilidades a la hora de comunicarse y sobre todo a desarrollar la empatía mucho más que cuando estamos en casa.
En El Principito encontramos todas esas ideas y aprendizajes en frases tan bellas como estas ocho que os dejamos aquí:
- Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.
- Lo bello del desierto es que en algún lugar esconde un pozo.
- Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad.
- Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.
- Nunca nadie está contento donde se encuentra.
- Cuando el misterio es demasiado grande,es imposible desobedecer.
- El sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas.
- Viajando se conocen amigos.
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