Seguro que te ha pasado, como madre y padre de niños y niñas mucho, pero también como tía o como abuelo, que vas a un bazar en el que hay de todo pensando en comprar un lápiz, pegamento, cartulina o unas tijeras, y tu hijo, sobri o nieta te empieza a pedir todo lo que ve a su paso en la tienda. Álvaro Bilbao, en un post reciente, comparte cómo afronta él con sus hijos este momento: spoiler, no es partidario de comprar a los niños todo lo que piden por la boca.
Dice Álvaro Bilbao antes de explicar los cuatro motivos por los que no compra este tipo de caprichos materiales a sus peques que a veces les dice que sí, como todos, porque nadie puede cumplir a rajatabla todos los consejos en materia de crianza. Ni siquiera él. Pero el experto en el cerebro de los niños es claro al respecto: “Es más frecuente que les diga que no, y lo hago así porque, desde mis conocimientos acerca de cómo se desarrolla el cerebro, creo que es mejor”, afirma.
Reconoce el neuropsicólogo que le cuesta decir que no, sobre todo “cuando me mira con su carita de ilusión” y cuando “ les veo enfurruñados o llorando de frustración a pesar de mis buenas palabras y explicaciones”. Pero insiste en que no accede a las peticiones compulsivas de sus hijos porque cree que es mejor para ellos y ellas. “Y no lo hago por una buena razón....porque creo que ser pacientes, pelear por lo que quieren, saber esperar el momento y entender que las cosas no dan la felicidad es bueno para ellos”, apunta.

Cuatro motivos para no comprarles nada de forma compulsiva
Álvaro Bilbao, en el citado post divulgativo compartido en su perfil de Instagram, desarrolla este argumento enumerando y explicando hasta cuatro motivos concretos por los que considera mejor para los peques no comprarles nada que pidan de forma compulsiva. Son los siguientes:
- Ya tienen cosas parecidas: dice Álvaro Bilbao que “a veces compramos para satisfacer el impulso o librarnos de un berrinche, pero no paramos a pensar si de verdad le va a dar uso o si les va a aportar algo nuevo”. Él recomienda hacerlo, pararnos a pensar si tienen algo parecido o si les aporta algo nuevo. Si no es así, si no aporta nada que no tengan, aconseja no comprarlo. Y explicárselo, por supuesto.
- Puede esperar: en opinión del neuropsicólogo, “tener las cosas de golpe no enseña nada”. Sin embargo, añade, “aprender a esperar un momento más adecuado o cuando me encuentre de mejor humor le ayudará a desarrollar la paciencia y el autocontrol, dos habilidades que están relacionadas con un mayor desarrollo intelectual, académico y social”.
- Se lo puede ganar: el tercer argumento que esgrime Álvaro Bilbao para decir que no a sus peques cuando le piden algo material de manera compulsiva es que las cosas no funcionan así en el mundo real para la mayoría de personas. No se pide y se tiene. “Si realmente le gusta, si realmente lo quiere, podrá insistir o ganárselo”, dice. “Desde el punto de vista del cerebro, aprender a esforzarse por conseguir lo que queremos es mucho mejor que dejarles creer que las cosas caen de los árboles”, argumenta.
- No lo necesita para ser feliz: el cuarto y último argumento es que “la felicidad está dentro de nosotros, no en las cosas exteriores”. Dice Álvaro Bilbao en este sentido que “los niños que tienen dos patinetes no son el doble de felices que los que tienen un patinete, los niños que tienen dos maquillajes no son el doble de felices que los que tienen un maquillaje y los adultos que tienen un coche el doble de caro tampoco son el doble de felices”. En definitiva, cree que “la felicidad está en las cosas que hacemos y sentimos, no en las que tenemos, y eso es algo que todos los niños y niñas tienen que aprender”.