Una de las preguntas que más nos hacéis a los pediatras es cuándo a vuestro hijo "le saldrán los dientes". Pues cada niño es un mundo y cada peque tiene su propio ritmo de crecimiento. Lo habitual es que el primer diente aparezca en torno a los 6 meses de edad; cuando el organismo del niño está ya capacitado para la recepción de otros alimentos además de la leche materna. De ahí que su propio cuerpo se adapte para la fase de masticación. No debéis preocuparos si la fase de dentición comienza antes, por ejemplo, a los 4 meses o si por el contrario al niño le sale su primer diente a los 10 meses. Como os comento, cada niño crece a distinto ritmo.

En la mayoría de casos los primeros dientes en aparecer son los dos dientes delanteros inferiores (los incisivos centrales inferiores) seguidos de los dos dientes delanteros superiores (incisivos centrales superiores) aunque el orden de salida puede ser diferente según el niño, sin que esto indique nada patológico.
¿Qué síntomas tiene el inicio de la fase de dentición?

Algunos de los más característicos son:
- Inflamación y dolor de encías
- Pérdida de apetito
- Babeo excesivo
- Llanto e irritabilidad
- Necesidad de llevarse la mano o un objeto a la boca para morderlo
Llegados a este punto debo aclarar, en contra de cierta opinión popular, que el inicio de la fase de dentición no causa por sí misma fiebre. Si el niño experimenta febrícula o fiebre podría ser debido al hecho de que los bebés se llevan más objetos a la boca para mitigar su malestar, lo que favorece el contacto con virus y bacterias. Realmente, síntomas como fiebre o diarrea no son causados por el inicio de la dentición.
¿Cómo puedo ayudar a mi peque?

La mejor opción es aliviar las molestias en la zona de la encía. Para ello nada mejor que un mordedor de silicona o un aro de dentición. Éste se guarda en la nevera, nunca en el congelador. Y pasados unos minutos se le da al niño. El peque irá "consolándose" con la mordida y con la sensación de frescor. Vigilad que el mordedor esté homologado y haya pasado los requerimientos de las autoridades sanitarias. No optéis por productos baratos o de otros departamentos que no sean farmacia o parafarmacia.

En los últimos años también han proliferado los "guantes para encías".
Consisten en unos guantes o manoplas con silicona en la punta de los dedos; se le ponen al peque y éste al llevarse la mano a la boca muerde sus deditos consolándose con su propia mordida.
Si vuestro peque ya puede tomar alimentos sólidos también puede encontrar consuelo ingiriendo alimentos blandos y fresquitos como yogurt , fruta tiriturada o polos caseros de leche materna.
En ocasiones, el llanto o desconsuelo por el inicio de la fase de dentición puede pillar a los padres fuera de casa sin la disponibilidad de ciertos medios. En tal caso os recomiendo algunos trucos.
Siempre que el dedo esté adecuadamente limpio, podéis dar un masaje en la zona de la encía con vuestro propio meñique. Y si no tenéis los mordedores de casa podéis optar por enfriar unos minutos en la nevera una cucharilla, para luego pasarla suavemente por la zona de la encía.
No os recomiendo el uso de geles analgésicos de encías para mitigar el malestar del niño. Especialmente los que contengan benzocaína o lidocaína, que pueden ser peligrosos. Tampoco el uso de remedios homeopáticos que aún no han demostrado efecto positivo alguno. Es más, algunos análisis han revelado que parte de estos remedios contenían ingredientes en una cantidad más elevada de la recomendada para un bebé. Los collares de ámbar no han demostrado eficacia y tienen alto de riesgo de atragantamiento, por lo que tampoco serían recomendables. Llegado el caso, si la molestia es muy intensa, se puede administrar paracetamol de forma puntual.