Maternidad en tiempos de Instagram

Ser madre primeriza en la era de la digitalización tiene la dificultad añadida de esquivar las realidades edulcoradas de otras maternidades en Instagram.
Madre e hijos conjuntados

Llegados a este punto en el que ya nadie es nuevo en las redes sociales, todos sabemos que la mayoría de los perfiles de instagram representan una realidad impostada, totalmente filtrada, a fin de crear una imagen idealizada de la vida de aquella persona a cuyo nombre ahora le precede un arroba. La teoría nos la sabemos, y nos repetimos como mantra antiansiedad que “habrá que ver cómo tiene esa chica la parte de la casa que no enseña”, pero de manera paralela nos frustramos, más que antes, por tener todo por medio o por haber ido a recoger a los niños al cole en mallas, y no de punta en blanco, como la instagramer de moda..

Los riesgos de instagram en nuestra primera maternidad

Hay una etapa vital en la que somos más susceptibles de caer en esa espiral de comparación y desasosiego que nos provoca navegar por la vida de desconocidos que parecen tenerlo todo bajo control. Hablamos de la maternidad. Cuando las mujeres somos madres, especialmente cuando lo somos por primera vez, nos tornamos vulnerables y nuestra inseguridad aumenta, en parte por las hormonas, pero también por la nueva responsabilidad que nos ha sido otorgada y la gran cantidad de opiniones e información que nos llegan y que no sabemos cómo utilizar para resolver tantas dudas como nos surgen.

Madre primeriza - Christopher Furlong

Yo fui la primera madre de mi generación de amigas, poco antes del boom de la maternidad en redes sociales. Y siempre digo que agradezco enormemente haber tenido a mi primer hijo antes de estar contaminada por toda esta influencia irreal que yo tampoco hubiera sabido esquivar. Hasta que no me pusieron a mi hijo sobre mi cuerpo no sabía si quería o no dar el pecho, no tuve ninguna idea premeditada sobre cómo iba a introducirle la alimentación complementaria hasta que él agarró un trozo de zanahoria de la mano para comenzar con lo que más tarde supe que se llamaba Baby Led Weaning (BLW), y practiqué colecho por supervivencia, no por convencimiento. Así, desde la más absoluta libertad, fui marcando las líneas de un estilo de maternidad que después perpetué con mis otros dos pequeños.

Madre haciendo colecho

Y os hablo de los inicios, porque actualmente yo tampoco me escapo de no entender cómo tienen tan ordenado los hijos de las demás el cuarto de juegos, ni cómo consiguen tenerlos a todos dormidos a las ocho, o salir a cenar, al menos una noche a la semana, en pareja para conservar la magia.

Madre e hijos conjuntados (Foto: Instagram @jessiekass)

Así que, a todas las que estáis enfrentando esa primera etapa de la maternidad, os mando un fuerte abrazo y os pido que me lo devolváis con las dos manos, soltando el móvil, porque vais a encontrar muchas más inspiración en el cariño de quien os rodea que en un feed de instagram diseñado con fines comerciales.

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