¿Por qué sufren las piernas en el embarazo? Las piernas acusan mucho los cambios que se producen en el sistema circulatorio y más durante el embarazo. En la gestación el corazón bombea mucha más sangre para que también le llegue una cantidad suficiente al feto en crecimiento.

En consecuencia, el volumen de sangre que circula por las venas y arterias aumenta, y también lo hace la producción de líquido adicional en el cuerpo, para permitir que los tejidos soporten el desarrollo del bebé.
Además, el útero, a medida que crece, va comprimiendo las venas de las piernas y de la pelvis, dificultando el retorno venos. Un aumento de peso excesivo también les afecta negativamente.
Trastornos más frecuentes
Varices
Es la molestia más común que refieren las embarazadas en las semanas finales de embarazo. Se debe, sobre todo, a la ganancia de peso y a la retención de líquidos, que dificulta la circulación de retorno al corazón.

Las sufren el 20% de las embarazadas. Son venas dilatadas que se ven como líneas azules transparentes a través de la piel. Muchas veces se pueden evidenciar los cordones venosos dilatados (varices), y en otras ocasiones hay un incremento en las arañas vasculares más superficiales.
Algunas veces, cuando están muy hinchadas, producen dolor y mal estado en las piernas. Generalmente, son hereditarias, pero pueden aparecer por muchos factores, como la presión de las venas de las piernas por el propio embarazo, por permanecer muchas horas de pie, el calor, o por la acción de las hormonas femeninas. Suelen remitir tras el parto, aunque hay ocasiones en las que se mantienen de forma permanente, aunque menos evidentes.
Calambres en las piernas

Son espasmos musculares dolorosos, localizados generalmente en la pantorrilla. Suelen producirse cuando estamos acostadas (por la noche o por la mañana) y son más frecuentes en el segundo o tercer trimestre. Pueden deberse a la sobrecarga de trabajo a la que están sometidos los músculos y huesos, pero en ocasiones también evidencian un déficit de potasio en la dieta. Algunas investigaciones sugieren que unos niveles más bajos de calcio en la sangre durante el embarazo podrían contribuir a los calambres en las piernas. Y aunque los datos no son muy claros, bajos niveles de magnesio también podrían estar relacionados
Edemas
La hinchazón leve de las manos, piernas y tobillos se llama edema y es normal en los últimos meses de embarazo. La presión del útero hace que el líquido se acumule en zonas donde la circulación es más lenta, como los pies o los tobillos, que se inflaman. Si es muy acusada o aparece de repente en manos, pies o cara y se acompaña de mareos o dolor de cabeza, hay que acudir a urgencias, ya que puede deberse a una posible complicación como una hipertensión.
Es aconsejable:

- Tumbarse con las piernas en alto a poder ser por encima de los glúteos varias veces al día.
- Caminar, hacer ejercicios de rotación de los pies y nadar o caminar por el agua.
- Utilizar medias elásticas de compresión, incluso en verano, ya que favorecen el retorno venoso.
- Con la ducha, recorrer despacio las piernas de abajo arriba, alternando el agua templada y la fría. Puedes realizar masajes ascendentes con geles fríos tras la ducha que sean adecuados para el embarazo.
- Seguir una dieta rica en fibra para regular el tránsito intestinal. El estreñimiento en el embarazo aumenta el riesgo de varices. Puedes incrementar en la dieta aquellos alimentos que sean ricos en calcio y magnesio para evitar también la aparición de los calambres en las piernas.