Cómo estimular a los niños con altas capacidades que están desmotivados

La falta de motivación no es un rasgo común a todos los niños con altas capacidades, pero sí se da en un número considerable de ellos. Te contamos cómo se puede revertir esta situación.
Niño aburrido

La falta de motivación no es un rasgo común a todos los niños con altas capacidades, pero sí se da en un número considerable de ellos. Es más, puede darse el caso de que un niño o niña pequeña tenga muchísima curiosidad y motivación y, a medida que crece, por una compilación de situaciones o causas, pierda esa motivación que tenía. Y del mismo, también se da la posibilidad de que un peque con altas capacidades coja algo con muchísimas ganas y de pronto se muestre desmotivado. Todos estos escenarios son posibles en las altas capacidades.

En esta cuestión de la desmotivación y cómo ayudar a los niños y niñas con altas capacidades la ha abordado en un post reciente la experta Beatriz Belinchón. La divulgadora explica que la motivación es un “tema complejo” que se va complicando con la edad. “Cuando son pequeños ves que están muy motivados por aprender, por hacer cosas, por imaginar, crear…., y que poco a poco van perdiendo esa motivación, las ganas… No sólo en el cole, sino también para extraescolares, hasta para sacarles de su cuarto”, afirma.

Belinchón señala que no existen “las varitas mágicas” y que la solución pasa por mostrarles nuestra confianza y nuestro acompañamiento para hacerles ver sus fortalezas. “Observar, validar y acompañar”, dice la experta, que también aconseja “no cubrir sus necesidades de forma invasiva ya que hay mucho trabajo de ellos mismos”, añade.

Para Beatriz Belinchón, especialista en altas capacidades y desarrollo del talento, “son etapas que tienen que ir aprendiendo y aquí el esfuerzo y las ganas son las llaves para todo lo demás”. Pero cuando observamos y vemos desmotivación en ellos, el papel de los adultos es clave. “Hay que ver que tenemos debajo de la conducta”, asegura.

Una niña aburrida en clase

Escuchar, la primera piedra

Beatriz Belinchón se pregunta en el post publicado en Instagram si presentan desmotivación en su conducta los niños y niñas con altas capacidades. Esta se puede mostrar a través de pérdidas rápidas de interés, apatía a la hora de hacer cosas, baja autoestima porque no se reconocen buenos en nada, o la elección de sus actividades, muchas veces motivadas por la compañía y no por la actividad en sí misma.

En estos casos, describe la experta en altas capacidades, “la conducta que presentan es desmotivación pero debajo de lo que muestran hay multipotencialidad; necesidad de validación del grupo”, argumenta.

Además, añade, los niños y niñas con altas capacidades no están acostumbrados a esforzarse, lo cual también afecta en su pérdida de la motivación. “Nadie es bueno a la primera en actividades que requieren destreza. Están acostumbrados a que les salga a la primera, se frustran y tiran la toalla”, apunta.

Por todo ello, en opinión de Beatriz Belinchón es esencial que los adultos les acompañemos y ayudemos. Y eso pasa en primer lugar por la buena comunicación. “Es importante para cambiar su actitud empezar hablando con ellos y que os expliquen. Parte de la mirada con la que los demás apreciamos y valoramos sus necesidades, talentos y habilidades. Que alguien confíe en su potencial, y que se lo hagan saber”, afirma.

En este sentido, la experta subraya el impacto positivo de la confianza en segundo lugar. “También es importante cultivar la confianza en sí mismos, a través del esfuerzo, algo que no es fácil porque no tienen costumbre y el esfuerzo les cuesta”, dice. Acompañar se hace más importante si cabe en este tipo de situaciones con los menores con altas capacidades.

Una niña muestra signos de aburrimiento

Otros consejos

A partir de esta base, mejorando la comunicación, validando y acompañando, las circunstancias específicas de cada caso toman protagonismo.

Beatriz Belinchón pone algunos ejemplos de por qué puede perder la motivación un niño o niñas con altas capacidades. Por ejemplo, “puede que no perduren en sus intereses porque ya ha llegado un nivel en el que han saciado su curiosidad y necesitan pasar de pantalla”, señala.

Otra posibilidad, continúa la especialista en altas capacidades, es que “la forma de aprendizaje no sea adecuada porque parece que tienen que esperar al ritmo del grupo”. En este caso, Belinchón recomienda opciones como valorar la posibilidad de hacer actividades con niños más mayores, con intereses similares o probar actividades flexibles en función del desarrollo personal como son el ajedrez o la pintura, entre otras.

En cuanto a los deportes, Beatriz Belinchón recuerda que no a todos los niños les gustan las mismas cosas. Pone el ejemplo del fútbol en particular y de los deportes de equipo en general. “(Algunos niños) no se sienten cómodos con los deportes de grupo, prefieren deportes donde compitan ellos mismos. como las artes marciales, las bicis, la natación, el tenis o el baile”, dice.

Por último, Beatriz Belinchón comparte otro consejo con los padres de niños y niñas con altas capacidades que estén pasando por una fase de desmotivación: valorar el proceso.

Expone la especialista en altas capacidades que “es importante valorar el proceso para acompañar más allá del resultado”, y recomienda definir un objetivo con ellos e ir paso a paso.

Aunque pueda parecer obvio, en este punto de su reflexión, Beatriz Belinchón incide en que “nadie es bueno a la primera en actividades que requieren destreza”, y se puede caer en este error tanto por el lado de los padres como por el de los propios niños, que están acostumbrados a que las cosas les salgan rápido, incluso a la primera. 

Por ello, es aconsejable según la experta ayudarles a autorregular la frustración en edades tempranas donde todavía no pueden hacerlo por sí solos por una cuestión de su desarrollo, “no tratar de proyectar expectativas exageradas”, y no olvidar que estos niños y niñas “no tienen que demostrar nada a nadie”, concluye Beatriz Belinchón.

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