Fomentar la autonomía de los niños y niñas desde que son pequeños es muy aconsejable. Incluso podemos hablar de deber para los adultos. Y lo cierto es que todos los padres y madres somos conscientes de ello porque los especialistas nos han insistido, ya sea de primera mano o a través de libros, podcasts y artículos. La cuestión es el cómo y, sobre todo, el desde cuándo.
Pues bien, inculcar a un ser humano cualquier cuestión o hábito pasa por hacerlo poco a poco y desde bien temprano. No podemos esperar un cambio de la noche a la mañana si les hemos puesto en bandeja desde que empiezan a ser autónomos. Simple se puede revertir, pero con paciencia e insistencia.
En cambio, si tienes la suerte de ser papá o mamá de un peque, es mucho más “sencillo” inculcar esta responsabilidad en él o ella, lo cual es esencial para que su autonomía evolucione de manera correcta y a buen ritmo.
Esto último es importante, ya que tendemos a pensar que solo es por el bien de nuestro hijo o hija pero que sea autónomo también repercute en el bienestar de los adultos, aunque durante los primeros años de vida estés en un sinvivir porque se mancha mucho si come solo, porque se puede caer por dejarle hacer según qué cosas, etcétera.

Dicho esto, cuanto más potenciemos la seguridad en ellos mismos y su autonomía desde edades tempranas, más estaremos ayudándoles —evidentemente, no se les pueden exigir hitos que no están a su alcance, esto se da por descontado—.
Ximena Carreto, terapeuta del lenguaje, lo explica con las siguientes palabras: “Una de las mejores habilidades que debemos fomentar desde pequeños, ya que al permitirlo, el mensaje qué les enviamos a nuestros pequeños es: "tú, puedes hacerlo sólo, no me necesitas" y el resultado serán niños con más seguridad en sí mismos, que son autosuficientes, que creen en sí mismos y que aprenden que a veces las cosas no salen perfectas pero la práctica les ayuda a mejorar”.
5 tareas que pueden hacer los peques en casa
Para que puedas saber cómo potenciar la autonomía y estimular el sentido de la responsabilidad en niños y niñas pequeñas, Carreto comparte cinco cosas básicas que se pueden trabajar en casa con peques de entre dos y tres años. La terapeuta te anima a acompañar y observar a tu hijo o hija mientras lo hace. Son las siguientes:
- Guardar sus juguetes. Ya sabes que debemos evitar el “ayúdame, por favor” y, en todo caso, sustituirlo por un “recogemos juntos”. Podéis ayudarles para que vean que les acompañáis dejando claro que pronto tendrán que ser ellos los que lo hagan solos porque es una tarea de la que son responsables.
- Poner su ropa sucia en el lugar correspondiente. Ya sea en un cubo que tengáis en el baño, en la cocina o terraza de la cocina, como no suele entrañar peligro alguno abrir este tipo de recipientes, inculcadles desde los dos o tres añitos a llevar su ropa sucia después del baño a donde corresponda. Por supuesto, acompañadles cuantas veces sea necesario hasta que lo hagan de forma autónoma.

- Poner su plato sucio en el fregadero. Esta tarea sí puede ser más peligrosa siempre y cuando usen platos de un material que pueda partirse. Por eso es recomendable que utilicen platos “amables”, de aprendizaje, que puedan trasladar sin riesgo alguno. Además, os hará falta tener en la cocina una torre de aprendizaje o elevador que sea seguro para que lleguen al fregadero. Si no lo hacen, basta con que lo dejen en la encimera al lado de este.
- Elegir qué quiere desayunar. Esto es algo que funciona de maravilla y que además os evita responsabilidades a vosotros que luego generen enfados y rabietas porque no hayan podido tomar esto o lo otro. Ofrecedles un abanico de opciones variadas y saludables (reducido, para que les resulte sencillo escoger) y que elijan ellos desde bien pequeños.
- Vestirse y desvestirse solos (con apoyo). Los docentes insisten mucho en esta doble tarea porque es de las que más potencia la psicomotricidad fina en los peques y también potencia mucho el sentido de la responsabilidad en ellos.