La palabra refrán proviene de la lengua francesa y en concreto de la palabra refrain. Su significado viene a decir que son una especie de sentencia muy breve. De hecho, los refranes son tan antiguos como los proverbios, solo que con el tiempo, adquirirían un nuevo significado relacionado de forma más concreta a frases populares y no tanto religiosas como los proverbios en su origen. Los refranes son textos muy breves que carecen generalmente de autor, puesto que proceden de ideas populares y locales que iban transmitiéndose de generación en generación debido a su brevedad, y también a sus frecuentes rimas fáciles de asimilar por todo tipo de público.
Además, este tipo de frases nos ayudan a conocer el mundo a través de los ojos de quienes nos precedieron. En ellos nuestros antepasados nos hablaban del tiempo, de las costumbres de un determinado lugar, del destino, de aspectos sociales de la vida. Eso sí, en la mayoría de las ocasiones estos refranes tenían un carácter aleccionador, entonando de esta forma esa “sentencia breve” de la que hemos hablado previamente. Si bien es cierto que la mayoría de ellos han ido quedando en desuso, bien porque ya no se cumplen o porque contienen demasiados tópicos.
Sin embargo, el valor de este tipo de frases es enorme, ya que podemos entender la experiencia de nuestros antepasados. Experiencias que muestran una parte muy importante y que gracias a la cultura oral los que vienen naciendo en estos años podrán disfrutar para así, contárselos a sus futuros hijos. Por eso los refranes han sido tan populares entre nuestros abuelos, porque con ellos adquirían ciertas sabidurías y eran capaces de asimilar situaciones de la vida que acumulaban como experiencia vital y cultural, al margen de haber podido acudir a la escuela o no. Por ello, no debemos dejar que estos pequeños tesoros desaparezcan o se acumulen en las paredes de sus casas o residencias. Por ello, desde Ser Padres, hemos hecho una selección de 10 refranes diferentes para enseñar a los más pequeños de la casa lo que fueron auténticas tradiciones del pasado, aunque solo lo hagan para adquirir conocimientos de nuestro pasado histórico y cultural.
No hay más ciego que el que no quiere ver
Para explicarle este refrán a un niño simplemente deberás hablarle de lo que es la sinceridad, ya que en muchas ocasiones se tiene la verdad delante de los ojos y, aun así, no se quiere reconocer.

En boca cerrada no entran moscas
En ocasiones es preferible no decir nada a decirlo y fastidiar la situación.

A palabras necias oídos sordos
Este refrán popular puede enseñar a tus hijos a no atender cuando otro niño le critique o le diga determinadas palabras negativas.

Más vale maña que fuerza
Este sencillo y breve refrán ayuda a los niños y niñas a dejar la brutalidad a un lado y pensar antes de hacer las cosas.

No hay mal que por bien no venga
Con este refrán debemos enseñar a los más pequeños a extraer, hasta de las situaciones malas, un aprendizaje y metáfora.

Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio
Este refrán tiene que ver con la autocrítica. Gracias a él, podemos enseñar a nuestros hijos que, en ocasiones criticamos acciones de los demás, sin darnos cuenta que nosotros también las cometemos.

No es oro todo lo que reluce
Hay que aprender a no te fiarse de las apariencias ya que pueden engañar, lo que hay detrás puede ser bien distinto.

A buen entendedor pocas palabras bastan
Explicarse de más no implica que se vaya a comprender mejor. Lo importante es tener ganas de entender y sobrarán las palabras innecesarias.

Rectificar es de sabios
Todo el mundo puede equivocarse, pero solo el que reconoce su error, es sabio.

A falta de pan, buenas son tortas.
Confórmate con lo que tienes. Enseña a los niños a no fijarse tanto en lo que tienen otros niños y a aceptar lo suyo.
