Cuando se habla de hiperestimulación ovárica, a nivel clínico, se está haciendo referencia al síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO, por sus siglas en inglés), una posible complicación derivada de los tratamientos de reproducción asistida, de los que te contamos aquí cómo gestionar el estrés. En esta pieza, con la ayuda de la doctora Elena Traverso, ginecóloga de la clínica de reproducción asistida Ginemed Jerez y San Fernando, profundizamos en las claves de la hiperestimulación ovárica: qué es, sus síntomas, las diferencias entre hiperestimulación ovárica leve y grave y sus tratamientos.
Según lo expuesto en en el artículo científico ‘Síndrome de hiperestimulación ovárica’, la incidencia en los ciclos de fecundación in vitro (FIV) varía entre el 0,6% y el 10%. Por su parte, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) rebaja esta horquilla y reduce a un 1% su impacto en los ciclos estimulados.
A lo largo de esta extensa pieza resolvemos todas las dudas al respecto del síndrome de hiperestimulación ovárica, un efecto secundario de la estimulación ovárica, que funciona así. Qué es la hiperestimulación ovárica, las causas del SHO, los síntomas compatibles con la hiperestimulación ovárica, los tipos: leve, moderado o grave, el tratamiento adecuado para el síndrome de hiperestimulación ovárica y cómo prevenir su aparición en un tratamiento de reproducción asistida.

¿Qué es la hiperestimulación ovárica?
En este punto explicamos qué es la hiperestimulación ovárica, cómo afecta a las mujeres cuando aparece derivado de un tratamiento de fertilidad y qué tipos de hiperestimulación ovárica hay.
Definición y descripción general
La doctora Elena Traverso, ginecóloga de la clínica de reproducción asistida Ginemed Jerez y San Fernando, y experta que presta su testimonio para resolver todas las dudas comunes sobre esta cuestión, responde así a la pregunta de qué es la hiperestimulación ovárica: “es una respuesta exagerada a un tratamiento hormonal administrado para provocar la estimulación ovárica cuando se inicia un tratamiento de fertilidad”.
En concreto, la doctora Traverso señala que el tratamiento hormonal que provoca la hiperestimulación ovárica suele ser, aunque no es así en el 100% de los casos, “gonadotropinas administradas de forma subcutánea”. Una alternativa que también puede causar hiperestimulación ovárica es “el tratamiento con citrato de clomifeno”, indica la experta.
Debemos tener en cuenta, como decíamos al principio de este artículo, la baja incidencia del SHO en los tratamientos de fertilidad. La ginecóloga incide en que los cuadros de hiperestimulación ovárica son “muy poco frecuentes durante un tratamiento de fecundación in vitro” frecuentes en la actualidad. “Con el uso de agonistas para desencadenar la ovulación reducimos prácticamente a 0 el riesgo de hiperestimulación ovárica (tanto leve como grave)”, añade.
Tipos de hiperestimulación ovárica
A grandes rasgos, podemos afirmar que hay dos tipos de hiperestimulación ovárica —hay matices dentro de cada tipo y en cada caso concreto— en función de su gravedad: hiperestimulación ovárica leve e hiperestimulación ovárica grave.
La doctora Elena Traverso señala que la hiperestimulación ovárica leve se da en “aquellos casos más leves que solo implican ciertas molestias y malestar”. Este tipo de cuadros médicos no son una emergencia médica, si bien deben ser valorados por el especialista y ser tratados en consonancia a las circunstancias del caso particular.
Por otro lado, se habla de hiperestimulación ovárica grave cuando el problema de salud “requiere de ingreso hospitalario”, dice la ginecóloga de la clínica de reproducción asistida Ginemed Jerez y San Fernando.
En ambos casos, apunta la especialista, es esencial la exploración médica y el resultado de las pruebas que se realicen a la paciente para determinar si se trata de un cuadro de hiperestimulación ovárica leve o de hiperestimulación ovárica grave. “Dependerá de los síntomas que presente la paciente, así como de los datos analíticos y ecográficos para valorar el tamaño de los ovarios y de la ascitis”, indica la doctora Traverso.

Causas del síndrome de hiperestimulación ovárica
Aunque en la definición aportada por la doctora Elena Traverso ya vienen implícitas las causas de la hiperestimulación ovárica, en este epígrafe profundizamos en ellas para ayudarte a entender mejor en qué consiste esta patología que puede afectar a mujeres que se someten a un tratamiento de fertilidad. Si te interesa profundizar en este tema, por ejemplo, aquí te contamos en qué consiste el rejuvenecimiento de ovarios y útero.
Factores que aumentan el riesgo
Aunque existen factores de riesgo, como pueden ser la edad de la paciente o cuadros previos como el ovario poliquístico, el SHO suele aparecer tras un proceso de estimulación ovárica. En concreto, como apuntaba ya anteriormente la doctora Elena Traverso, por las “gonadotropinas administradas de forma subcutánea”.
Esta hormona, señalan desde la Clínica Universitaria de Navarra, es “una hormona sintetizada en el cerebro y con diferentes funciones en hombres y en mujeres, que también la produce la placenta en las mujeres embarazadas”. Las gonadotropinas se pueden administrar de forma exógena en mujeres sometidas a técnicas de reproducción asistida para favorecer el crecimiento de los folículos.
La respuesta a la administración de estas hormonas es la causa principal del síndrome de estimulación ovárica.
¿Cómo se produce la hiperestimulación ovárica?
La doctora Elena Traverso puntualiza que “la mayor parte de los síndromes de hiperestimulación ovárica los encontramos en mujeres en las que no nos lo esperamos, porque el número de folículos no es muy elevado y que se quedan embarazadas en el proceso”.
Es así, relata la ginecóloga de la clínica de reproducción asistida Ginemed Jerez y San Fernando, porque “es la BHCG, la hormona del embarazo (hay otras que también influyen), la que desencadena esta complicación”. Cuando esto ocurre, añade la especialista, se conoce como “síndrome de hiperestimulación ovárica tardía”.

Síntomas de la hiperestimulación ovárica
En este epígrafe nos detenemos en los síntomas de la hiperestimulación ovárica, que se caracteriza por un amplio espectro clínico. Dependiendo de la gravedad de los mismos, y como decíamos anteriormente, hablaremos de hiperestimulación ovárica leve, moderada o hiperestimulación ovárica grave.
La doctora Elena Traverso señala que los datos analíticos y ecográficos de las pruebas, además de los síntomas, determinarán la gravedad del problema de salud.
Síntomas Leves
En los cuadros leves, el síndrome de hiperestimulación ovárica varía desde “formas leves asintomáticas en las que sólo existe un aumento del tamaño ovárico a formas graves con compromiso hemodinámico severo por extravasación de líquido al tercer espacio”, se lee en el artículo divulgativo ‘Síndrome de hiperestimulación ovárica’.
También existen cuadros, cita la doctora Elena Traverso, del “dolor y distensión abdominal”, síntomas habituales de la hiperestimulación ovárica. También lo son, añade la doctora de la clínica de reproducción asistida Ginemed Jerez y San Fernando, “la distensión abdominal, dificultad respiratoria y disminución de la orina”.
Además, continúa explicando la ginecóloga, “suele haber un aumento rápido de peso y del perímetro abdominal”. Ante cualquiera de estos síntomas, por leves que se presenten, es necesario acudir al ginecólogo de confianza. “Debemos consultar con nuestro ginecólogo en el caso de notar dichos síntomas, aunque solo sea para descartar”, apostilla la doctora Elena Traverso.
También se han descrito algunos casos en ciclos naturales no estimulados: en casos de embarazos molares, adenomas productores de gonadotropinas o mutaciones en el receptor de FSH.
Síntomas Graves
Si el síndrome se complica en exceso, el problema de salud sí podría derivar en un cuadro grave con “complicaciones potencialmente letales, como fallo renal, fallo hepático, shock hipovolémico, fenómenos tromboembólicos, síndrome de distrés respiratorio del adulto”, se lee en el artículo divulgativo citado anteriormente.
Sin embargo, si ya el síndrome de hiperestimulación ovárica tiene una baja incidencia (en torno al 1%), sus manifestaciones graves representan solo un 1% de todos los casos de SHO.
Dicho esto, lo que diferencia a una hiperestimulación leve de moderada es el grado de intensidad con el que se presentan los síntomas: dolor abdominal, dificultad para respirar o aumento de peso injustificado.
Como ha remarcado la ginecóloga, es necesario acudir al especialista en cuanto se detecten dichos síntomas en su grado más leve si te has sometido a un tratamiento de fertilidad recientemente.

Diagnóstico del síndrome de hiperestimulación ovárica
Vistas las causas del síndrome de hiperestimulación ovárica y también los síntomas de este problema de salud que puede ser grave o leve, nos detenemos en el diagnóstico de la hiperestimulación ovárica.
Pruebas y evaluaciones médicas
Para la detección del síndrome de hiperestimulación ovárica es clave, como ha reiterado la doctora Elena Traverso, que la paciente acuda a su ginecólogo ante cualquier atisbo de síntoma compatible con este problema de salud si se ha sometido a un tratamiento de fertilidad recientemente.
Se deben realizar distintas pruebas que determinen, en primer lugar, que se trata del SHO, y, además, que se pueda valorar si es un cuadro de hiperestimulación ovárica leve o grave.
Estas pruebas incluyen el habitual examen físico de la paciente y pruebas que aporten “datos analíticos y ecográficos”, dice la doctora Traverso, que apoyen el diagnóstico y nos ayuden a valorar la gravedad del cuadro.
Además, en determinados casos se podrían solicitar pruebas complementarias como la medición de diferentes líquidos corporales e incluso el control de la orina. Y si se sospechara de la presencia de una acumulación de líquido en los pulmones, los especialistas pueden solicitar también pruebas como la radiografía de tórax. Lo mismo ocurre con otros órganos que se pueden ver afectados en cuadros de hiperestimulación ovárica grave, como el hígado.
Evaluación del riesgo antes del tratamiento
Antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida, las pacientes se someten a todo tipo de pruebas y de estudios para que el médico especialista en fertilidad pueda proponer la técnica de fertilidad adecuada. Se valoran cuestiones como la edad, el peso, además de antecedentes clínicos o problemas crónicos de salud.
Además, como ha comentado anteriormente la ginecóloga Elena Traverso, en la actualidad los cuadros de hiperestimulación ovárica “son muy poco frecuentes” gracias a lo avanzada que está la medicina especializada en reproducción asistida.
Evidentemente, no hay riesgo cero, de ahí que sigan produciéndose casos, aunque sea en un porcentaje pequeño.

Tratamientos para la hiperestimulación ovárica
Estos son los tratamientos de la hiperestimulación ovárica más habituales.
Tratamientos para casos leves
En el tratamiento en cuadros de hiperestimulación ovárica leve lo primero es consultar con el especialista e hidratarse.
Además, “controlamos los síntomas con analgesia, y vigilamos el peso, perímetro abdominal y volumen de orina”, explica Elena Traverso. En cuanto a la hidratación, la experta advierte de que “en caso de sospecha es importante hidratarse abundantemente”. Por último, indica que “no se recomiendan el ejercicio físico y el reposo absoluto”.
Para prevenir su aparición, además, “se suelen utilizar agonistas dopamiérgicos tras la punción ovárica”, dice la doctora Traverso.
Estos, según se lee en el estudio ‘Agonistas dopaminérgicos para la prevención del síndrome de hiperestimulación ovárica’, “se introdujeron como una intervención de prevención secundaria para el SHEO en las mujeres con alto riesgo”.
Tratamientos para casos graves
En los casos de hiperestimulación ovárica grave; esto es, graves y severos, la paciente permanece ingresada.
Los drenajes de líquidos, la administración de suero y el monitoreo constante son habituales, y en casos extremos también podría ser necesaria la culdocentesis o paracenteisis, según diversas fuentes médicas.
En ocasiones, señala la doctora Elena Traverso, también en cuadros de hiperestimulación ovárica leve, “es necesario poner heparina para evitar el riesgo de trombosis”, si bien “la opción más efectiva para el alivio de los síntomas —añade— suele ser la paracentesis, que consiste en vaciar el líquido que está en la pelvis y el abdomen a través de una punción que normalmente se realiza vía vaginal”.

Prevención del síndrome de hiperestimulación ovárica
No podía estar completa esta pieza sobre el SHO sin abordar las posibles medidas de prevención del síndrome de hiperestimulación ovárica. Lo hacemos a continuación.
Estrategias de prevención en tratamientos de fertilidad
A la hora de trabajar la prevención del síndrome de hiperestimulación ovárica, como ocurre con cuálquier otra posible complicación derivada de someterse a un tratamiento de fertilidad, es esencial la labor de los profesionales.
Lo explica la doctora Elena Traverso: “Lo más importante es identificar los factores de riesgo y controlar la medicación que se administra”, dice.
La especialista de la clínica de reproducción asistida Ginemed Jerez y San Fernando, señala que “ante la sospecha de que una paciente pueda sufrir una hiperestimulación, tanto por ecografía (número elevado de folículos en crecimiento), como por analítica, se debe valorar cancelar el tratamiento”.
Opciones alternativas de tratamiento
Dentro de la prevención de la hiperestimulación ovárica, la doctora Elena Traverso habla también de los casos concretos de los tratamientos de fecundación in vitro.
La ginecóloga explica que la prevención de la hiperestimulación ovárica en estos casos pasa por “no administrar BHCG para desencadenar la ovulación”. Y, añade, “existen alternativas como los agonistas de GnRH que son igual de eficaces para conseguir la recuperación de los óvulos”.
En estos casos, “es necesario congelar los embriones y transferirlos en diferido”.

Complicaciones y riesgos a largo plazo
Complicaciones potenciales del SHO grave
Como explica el equipo médico de la revista especializada en fertilidad Reproducción Asistida ORG acerca del síndrome de hiperestimulación ovárica, “la mayoría de complicaciones del síndrome de hiperestimulación ovárica son debidas a la liberación de líquido a la cavidad abdominal y pulmonar”.
Por este motivo, las complicaciones de la hiperestimulación ovárica pueden derivar en un edema pulmonar. El desequilibrio en los electrolitos, que se puede producir por una “elevada cantidad de líquido que sale del torrente sanguíneo puede alterar niveles de sales”. Además, podría provocar la denominada torsión ovárica, que se define, según el equipo de la citada revista médica, como “la elevada cantidad de líquido abdominal que puede hacer que el ovario se quede flotando dentro del líquido y se dé la vuelta”.
También es una complicación de la hiperestimulación ovárica grave el descenso de la frecuencia y el volumen de las micciones. “Al liberarse gran parte del líquido a la cavidad abdominal, se puede producir un descenso del volumen de la orina y la frecuencia de micción, pudiendo producir una insuficiencia renal”, concluyen los expertos de Reproducción Asistida ORG.

Preguntas frecuentes sobre hiperestimulación ovárica
Dos de las preguntas frecuentes sobre hiperestimulación ovárica que no hemos respondido son qué hacer si se sufre o se cree que se puede estar sufriendo un cuadro de hiperestimulación ovárica y si es reversible.
Las respuestas son concisas. Si crees que tienes síntomas compatibles con la hiperestimulación ovárica, como ha dicho anteriormente la doctora Elena Traverso, acude a tu ginecólogo. “Aunque sea por descartar”, recordaba la ginecóloga.
Con el tratamiento adecuado, el problema de salud se controla y, por lo tanto, sus síntomas van desapareciendo, si bien se debe seguir un control médico hasta recibir el alta.