¿Y si la música no siempre calma a los recién nacidos? Descubren que el ruido en incubadoras puede afectar de forma irreversible el cerebro del bebé prematuro

No todos los recién nacidos necesitan escuchar a Mozart. Un nuevo estudio revela cómo el ruido y la música mal aplicada en incubadoras dañan el desarrollo cerebral de los bebés prematuros.
Un bebé escucha música y llora
La exposición a la música y otros ruidos durante el tiempo en incubadora puede resultar perjudicial para el recién nacido (Midjourney - RG) - Un bebé escucha música y llora

No sé si lo sabes, pero un recién nacido prematuro puede estar expuesto a ruidos tan intensos como una moto o un avión despegando… incluso dentro de una incubadora. Y en esto, en el impacto de los ruidos en estas condiciones al nacer, se centra un nuevo estudio recién publicado. No todos los bebés necesitan escuchar a Mozart al nacer.

La investigación revela cómo el ruido y la música mal aplicada en incubadoras dañan el desarrollo cerebral de los bebés prematuros.

El estudio, publicado en JAMA Pediatrics, alerta incluso sobre el impacto negativo que el ruido hospitalario y el mal uso de la música puede tener en el desarrollo cerebral de los bebés prematuros. Impacto que se puede prolongar durante toda la vida.

Un niño rechaza la música
Un estudio publicado en JAMA Pediatrics advierte de las consecuencias de la exposición al ruido en bebés prematuros (Midjourney - RG)

El cerebro, en plena construcción

Durante los primeros 1.000 días tras la concepción —los pediatras advierten que los primeros 1000 minutos de vida determinan nuestra existencia y Lucía Mi Pediatra abordó la importancia de estos 1.000 primeros días en la alimentación de los niños también—, el cerebro humano se encuentra en su etapa más sensible.

A partir de la semana 23 de gestación, los bebés ya tienen desarrolladas las estructuras auditivas necesarias para oír. Y desde la semana 30, incluso pueden distinguir voces y sonidos complejos.

Pero si un bebé nace antes de tiempo, este proceso natural —que debería ocurrir protegido en el útero— se ve interrumpido. Y en lugar de escuchar el latido y la voz de su madre, lo que encuentra el recién nacido prematuro es un entorno ruidoso, lleno de alarmas, respiradores, humidificadores y otros equipos clínicos. Y sí, también de música, que no siempre es positiva.

Infografía de un bebé rechazando la música que escucha
No todos los bebés necesitan escuchar a Mozart: la música puede ser contraproducente en neonatos (Midjourney-RG)

Ruidos constantes, efectos invisibles

Según el estudio liderado por Artur C. Jaschke, PhD, y publicado en JAMA Pediatrics, los niveles de ruido en las incubadoras superan habitualmente los 57 dB (equivalente a un lavavajillas), llegando en algunos casos hasta los 144 dB —como un disparo o fuegos artificiales— durante procedimientos médicos.

Estos sonidos pueden alterar la frecuencia cardíaca y respiratoria del bebé y, lo más preocupante, pueden afectar su desarrollo neurológico a largo plazo.

De hecho, según refleja la investigación, algunos padres han reportado que sus hijos e hijas solo consiguen dormir en casa si escuchan el secador o la aspiradora, señales claras de un condicionamiento acústico anómalo.

Música: aliada o enemiga

En el caso de la música, tan asociada al bienestar con toda la razón y evidencia del mundo, también puede ser contraproducente si se utiliza de forma incorrecta en el caso de los bebés prematuros.

“No se trata de poner Mozart por poner”, advierte el estudio. “La música es un estímulo complejo que puede causar daño neurológico, pulmonar o cardíaco si no se adapta al momento evolutivo del bebé”, se lee en el paper. Los investigadores ponen el ejemplo de Mozart porque se dice que escuchar a Mozart durante el embarazo hace que el bebé sea más inteligente.

Los investigadores, en lugar de poner a un bebé a Mozart o cualquier otro músico, apuestan por musicoterapia en vivo y personalizada, donde un terapeuta adapta sonidos y silencios a las necesidades específicas del recién nacido y su familia. Por ejemplo, la musicoterapia ayuda a niños con autismo.

Lejos de ser un simple entretenimiento, esta práctica puede reducir el estrés del bebé y de los padres, mejorar el vínculo afectivo y estimular adecuadamente el desarrollo auditivo y cerebral.

Un bebé en una incubadora
La prioridad clínica para neonatos debería ser la reproducción del contexto auditivo del útero materno dentro de la incubadora (Midjourney - RG)

Hacia un entorno sonoro saludable para los prematuros

El estudio propone una visión transdisciplinar que incluye tecnologías como inteligencia artificial, sensores de movimiento y cancelación activa de ruido para diseñar incubadoras más silenciosas y seguras. Todo con un objetivo claro: ofrecer a los bebés prematuros un entorno lo más parecido posible al útero materno.

En definitiva, este estudio, por lo tanto, es un recordatorio para profesionales sanitarios, familias y diseñadores de tecnología médica de que los sonidos a los que exponemos a los bebés recién nacidos, especialmente si son prematuros, importan. Y mucho más de lo que creemos.

Proteger la salud auditiva y neurológica de los bebés prematuros desde el primer día es clave para mejorar su calidad de vida a largo plazo.

Referencias

  • Jaschke AC. Neural Development, Music Therapy, and Active Noise Control in the NICU—No Preterm Neonate Needs Mozart. JAMA Pediatrics. Publicado en línea el 24 de marzo de 2025. DOI: 10.1001/jamapediatrics.2025.0125.

Recomendamos en