¿Puedo pedir cesárea por miedo a un parto vaginal?

Estoy embarazada de cinco meses. Mi hermana tuvo un parto muy difícil y me da miedo que a mí me pase lo mismo. ¿Puedo pedir que me hagan cesárea?
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Este miedo a que algo vaya mal, a que le pase algo al bebé etc, es mucho más frecuente de lo que se puede llegar a creer entre las mujeres embarazadas, y les lleva, en muchas ocasiones, a pensar que la vía mas sencilla para evitar que algo ocurra, es la realización de una cesárea programada. Sin embargo, hay que entender que la cesárea es una intervención quirúrgica, y que como tal no está exenta de riesgos. 

En la Sanidad Pública tan sólo puedes solicitar una  cesárea a tu elección si ya has tenido previamente otra con un hijo anterior. En ese caso puedes elegir si quieres que te hagan directamente la  cesárea programada o si prefieres intentar un parto vaginal (aunque si algo se complica, es posible que haya que ir a quirófano).  Tomes la decisión que tomes, tendrás que firmar un consentimiento informado por el que asumes la responsabilidad de tu decisión.

La naturaleza ha previsto que la manera más adecuada de nacer para el ser humano es atravesar el canal de parto y salir por el orificio vaginal. El proceso de dilatación y el expulsivo producen en el cuerpo y en la mente de la madre y el bebé una serie de cambios completamente fisiológicos beneficiosos y necesarios. Por lo tanto, no hay ninguna duda que la mejor manera de nacer es la natural.

El problema es que la naturaleza no es del todo perfecta, y durante un parto vaginal pueden surgir algunas complicaciones (la mayoría de ellas no demasiado importantes). Pero hay que desterrar la idea de que la cesárea es mucho mejor: no lo es, ni para la madre ni para el bebé.

La cesárea es una intervención quirúrgica que tiene muchísimos más riesgos para la madre (infección, hemorragia, lesiones de algunos órganos, dolor…) y además, es una forma menos natural de nacer para el bebé: los niños nacidos mediante cesárea pueden tener más dificultades para adaptarse a vivir fuera del útero materno.

Hoy en día, con los medios con los que cuenta la sanidad es una intervención segura, pero no deja de ser una operación quirúrgica. Y siempre que sea posible, es preferible el parto vaginal.

Por lo tanto, lo más sensato es recurrir a la cesárea tan solo cuando sea completamente necesario, y no como una opción de rutina. Sin embargo, debemos comprender las razones que llevan a una mujer a pedir una cesárea de entrada, debemos ayudarla a entender la importancia de la intervención, y debemos tratar de poner todo de nuestra parte para que pueda intentar un parto vaginal. No obstante, siempre se debería respetar la voluntad de la paciente. 

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