No es extraño para nadie pensar en que los bebés recién nacidos son pequeñas personitas bastante frágiles que necesitan de un cuidado constante. Y por ello, un momento que se debe tener bien en cuenta es la hora de ir a dormir. Algunos factores, como la temperatura, podrían afectar a su bienestar y a su salud. Veamos algunos consejos para que el pequeño duerma de manera segura y los pasos que debemos seguir si queremos envolver a un recién nacido con una manta.
Consejos que el bebé duerma de forma segura
- No coloques en la cuna objetos como los siguientes cuando vayas dejar al niño para que duerma: objetos blandos (como peluches y almohadas), juguetes pequeños, protectores de cuna y edredones o colchas no bien sujetas a la camita. Todos estos elementos conllevan el riesgo de asfixia del pequeño mientras duerme.
- Viste al bebé con ropa cómoda que no le complique los movimientos. Una buena opción es utilizar “bodys” para dormir.
- El bebé debe dormir solito, boca arriba (para que no tenga inconveniente para respirar) y debe hacerlo en su propia cuna, la que debe garantizar las medidas de seguridad.
¿Es seguro envolver a mi bebé?
Puedes envolver a tu bebé con una mantita, tal y como si fuera un rollito o burrito, y será seguro para él mientras lo hagas correctamente. ¿Qué ventajas tiene arropar al pequeño?
- Esa manera de envolverlo, le recuerda a cuando estaba dentro del útero de su mamá: un espacio cálido y seguro para él.
- Evita que en mitad de la noche se despierte debido a sus propios movimientos reflejos de brazos y piernas.
- Lo mantiene a una buena temperatura, ya que su “termostato interno” comienza a ponerse en funcionamiento.
- Sirve para mantenerlo tranquilo y en calma, por lo tanto, le ayuda a conciliar el sueño porque también se siente protegido.
Cómo envolver al bebé con una manta
Puede ser que cuando el peque llegara al mundo te enseñaran a envolverlo y ahora quieras replicar esa forma de arropar a tu bebé. Tanto si es así, como si acabas de conocer esta forma, lo más importante es que lo hagas de adecuadamente para que no le causes ningún daño. Y es que, una mala colocación podría derivar en problemas como displasia de caderas. Mira los pasos que debes seguir:
- Extiende la manta en forma de rombo sobre una superficie plana y dobla la esquina superior hacia abajo.
- Coloca a tu bebé encima, tumbado sobre la espalda, con el cuello apoyado en la doblez.
- Pon sus bracitos sobre su pecho, coge el extremo izquierdo de la mantita y cubre al bebé metiendo el extremo debajo de su lado derecho.
- Coge la parte inferior de la manta y dóblala arropando al pequeño, pero teniendo cuidado de que pueda doblar las rodillas, mover las caderas y separar las piernas de manera natural.
- Ahora debería quedarte un sobrante de manta en el lado derecho, deberás doblarlo hacia el lado izquierdo y sujetarlo de tal modo que el pequeño esté completamente cubierto.
- Como recomendación final, recuerda que se aconseja no envolver a tu bebé una vez haya cumplido los dos meses, pues a esta edad es probable que haya aprendido a darse la vuelta.