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¿Qué anomalías son las más comunes en el ombligo del recién nacido?

Te contamos cuáles son los problemas más comunes derivados del corte del cordón umbilical y su cicatrización posterior en los recién nacidos.

Hace escasas fechas te contamos qué dice la medicina sobre cómo cortar el cordón umbilical tras un parto en la actualidad. Si leíste el texto, sabrás que es normal esperar unos dos o tres minutos hasta separar definitivamente a mamá y recién nacido, pero no profundizamos en las posibles complicaciones o anomalías en el ombligo que pueden producirse derivadas de la cicatrización de este.

Una de ellas es la caída tardía del cordón, que se da cuando pasa más de un mes y este no se ha desprendido del ombligo del peque. Lo recomendable en este es acudir al pediatra para que valore por qué está ocurriendo y haga el diagnóstico correspondiente para tomar una decisión sobre cómo actuar al respecto. Lo habitual es insistir en la limpieza diaria y apurar las opciones antes de tener que actuar clínicamente para retirarlo.

También es relativamente habitual que tras la cicatriz, tras cortar el cordón, no cierre bien. Esto puede implicar que salga una pequeña parte del intestino a través del ombligo, provocando una hernia umbilical. Es fácil detectarla porque se aprecia una protuberancia blanda alrededor del ombligo del bebé, aunque puede variar en función de su tamaño. En cualquier caso, por pequeña que sea la protuberancia, es necesario consultar al pediatra.

Complicaciones más graves

Más peligrosa es la onfalitis, que es una infección del ombligo del bebé que provoca enrojecimiento y endurecimiento de la piel que está alrededor del mismo. Además, la piel supura e incluso emite una secreción maloliente que puede llevar sangre consigo. La onfalitis se puede complicar por lo que es fundamental acudir al pediatra al mínimo síntoma, pero afortunadamente no es una patología que abunde.

Tampoco lo es el granuloma umbilical, y sí un poco más común es el ombligo cutáneo y probóscide. La primera de las dos anomalías se da cuando al caerse el cordón se queda un bulto rosado al fondo del ombligo. Es brillante, parecido a un fruto rojo pequeño, y se puede curar interviniendo un experto médico en la zona, pero no es sencillo de detectar y además se puede confundir con otras complicaciones, de manera que debe ser el pediatra quien lo diagnostique y valore cómo ponerle remedio.

En cuanto al ombligo cutáneo y probóscide, ocurre cuando una porción de piel del cordón se queda sobresaliendo. Es relativamente habitual y dependiendo de lo exagerado que sea, hay muchas ocasiones en las que no se actúa porque con el tiempo desaparece. Ocurre así cuando el tamaño es corto, en cuyo caso se habla de ombligo cutáneo, mientras que si es largo o probóscide, es altamente probable que el pediatra opte por hacer una pequeña intervención quirúrgica para solucionarlo.

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