Muchas madres primerizas se sienten inseguras al bañar a su bebé porque temen que se les escurra. ¿A ti también te ocurre? Pues deja de pasarlo mal. Hasta que te reafirmes en tu nuevo papel, puedes asear al bebé en seco perfectamente, porque la higiene resulta igual de eficaz que si le sumergieras en agua.
Los bebés y los niños muy pequeños no se ensucian tanto como pensamos y asear al bebé en seco, limpiando con cuidado aquellas zonas que realmente puedan tener algo sucias (carita, manos, culete…), es suficiente para mantener en ellos una higiene completa y adecuada. Además, hacerlo de esta manera nos produce menos inseguridad que manejarles empapados.
Ten a mano todo lo que necesitas
Antes de nada coge todo lo que te va a hacer falta y déjalo muy cerquita de donde vayas a asear a tu hijo (en su cambiador, en la cama grande…).
Necesitas dos palanganas (una con agua tibia entre 34 y 37 ºC y otra con agua tibia y unas gotitas de jabón neutro), una esponja, una toalla pequeña, un pañal limpio, un paquete de gasas esterilizadas y unas tijeras de puntas redondas para cortarle las uñas.
¿Se te ha olvidado algo y ya has empezado a asear a tu peque? Cógele en brazos y ve con él a buscarlo, pero no se te ocurra dejarle solo. Si te vas y hace un movimiento imprevisto, podéis llevaros un buen susto.

Limpito de la cabeza a los pies
Empieza por la cara
Primero, pásale la esponja humedecida solo con agua por la carita, de arriba hacia abajo para no incomodarle. Enjuaga la esponja, vuelve a mojarla (ahora también con jabón) y pásasela por el cuello, los brazos, las piernas, las manos y los pies.
Sécale muy bien, dándole toquecitos con la toalla, y asegúrate de que no se le quedan húmedos los pliegues de la piel y las zonas que hay entre los deditos, para prevenir la aparición de hongos.
Sigue con la cabeza
Pásale la esponja ligeramente humedecida con el agua jabonosa por toda la cabeza con suavidad. Aclárala, mójala en la palangana que tiene solo agua y vuelve a pasársela por la cabeza hasta que la espuma desaparezca por completo.
No te olvides de secarle inmediatamente. La cabeza es la zona del cuerpo por la que más calor pierden los bebés y si no se la secas puede coger frío.
En cuanto a los oídos, de momento no tienes que hacer nada porque los bebés tan pequeñitos aún no generan cera. Lo que, en cualquier caso, nunca debes hacer es limpiarle el interior de los oídos con bastoncillos ya que podrías hacerle daño en el conducto auditivo. Si se le han mojado durante el aseo, lo mejor es secarlos por fuera con la punta de una toalla.
El siguiente paso es el culito
Quítale el pañal que ha manchado y límpiale con la esponja jabonosa, llevándola siempre de delante hacia atrás, sobre todo en el caso de las niñas. Recuerda aclarar la esponja en cada pasada.
Hacerlo así es la manera de evitar infecciones genitales. Antes de ponerle el pañal limpio acuérdate de secarle muy bien las ingles y los pliegues de las nalgas y si es un niño, la parte inferior de la bolsa escrotal.
Si se le quedan húmedas estas zonas, además de que pueden salirle hongos, es más probable que se le irriten con el roce del pañal. Una vez seco, puedes ponerle el pañal limpio. ¿Y la crema anti escoceduras? Solo la necesita si tiene la piel irritada; si no, no le hace falta.

La zona del cordón
Es fundamental que la limpies con agua y jabón dos o tres veces al día, incluso cuando vayas a asear al bebé en seco. Después tienes que asegurarte de que la dejas bien seca, a base de darle toquecitos con una gasa. Para terminar, quítale la gasita del cordón, enrolla otra nueva alrededor del mismo y dobla la parte superior del pañal hacia abajo, para que el cordón le quede al aire. Así no se le mojará cuando haga pis y alejas a tu bebé de posibles infecciones.
Lo habitual es que el cordón se le desprenda por sí solo una semana después del nacimiento. Por supuesto, si observas que se le enrojece, le sangra, le supura o le huele mal debes acudir enseguida a su pediatra.
Lo último: revisa las uñas
No hace falta que se las cortes si tu hijo tiene menos de dos semanas. Transcurrido este tiempo, si ves que le sobresalen por encima de sus dedos, ya puedes hacerlo. Para ello, coge sus tijeritas (deben ser de uso exclusivo para él), colócalas perpendiculares a cada dedo y córtaselas en cuadrado. De esta forma hay mucho menos riesgo de que las uñas se le encarnen que si se las cortas en redondo.
