Seis películas de Studio Ghibli para ver en verano con los niños y hablar de lo que nos hace felices

Hace solo unos días celebrábamos el día mundial de la alegría, un sentimiento grato y vivo que suele manifestarse con signos exteriores, según la RAE, en estas películas, clásicos del cine de animación, podemos descubrir la alegría y y la felicidad y compartirlas con nuestros hijos este verano.
Chicos en el cine
En verano siempre es una buena idea disfrutar de buenas películas - Pilar F

Es difícil hacer una selección de las películas de animación que han salido de las mentes creativas del Studio Ghibli porque todas son tan originales que siempre podemos sacar algo positivo tras verlas.

En 1985 se inauguró este mítico estudio de cine de animación bajo el nombre del viento del desierto sahariano en italiano, Ghibli. Una exigencia artística máxima, una apuesta por la creación artesanal de la animación donde solo se permite que un 10% como máximo se produzca de forma digital y su rechazo a crear secuelas o sagas con sus películas, todo eso ha hecho del proyecto creativo de Isao Takahata, Hayao Miyazaki y Toshio Suzuki.

Una selección de algunas de las más reconocidas y aplaudidas por los críticos y por el público, una selección de películas entre las que encontrar esas que podemos compartir con nuestros hijos cualquier tarde de verano. Películas que fomentan la curiosidad de los más pequeños, que les empujan a plantearse emociones, sensaciones e incluso sentimientos y buscar respuestas en nosotros, los adultos que para ellos, durante unos pocos años, tenemos todas las respuestas a sus dudas.

Seis películas del Studio Ghibli para disfrutar con los niños

Nos quedamos solo con seis de todas las que se han producido en la casa japonesa desde que empezaron a crear su propio estilo en el cine de animación pero tienes todo el catálogo de Studio Ghibli al completo en Netflix, por si quieres continuar disfrutando en familia de estas historias tan peculiares.

El chico y la garza (Hiyao Miyazaki, 2023)

La historia de un muchacho que pierde a su madre en la II Guerra Mundial y que se aventura en un mundo de fantasía creado por sus antepasados, iba a ser una adaptación de la novela “How do we life?” pero fue mucho más allá, hasta llevarse el Óscar en 2024 y convertir así a Miyazaki en el primer director de cine no estadounidense que ha conseguido dos Óscars a mejor película de animación.

Escrita y dirigida por Miyazaki es un viaje por el universo mágico de su autor, considerada por algunos críticos como “abrumadoramente bella” que merece mucho la pena disfrutar con los niños para hablar de cómo vivir el duelo tras perder a un ser querido, pero también del poder de la imaginación, del sentido de la aventura y lo importante que es la superación personal.

Se ha colocado como el anime más taquillero de la historia en Estados Unidos, batiendo récords de taquilla en los primeros días después de su estreno.

Mi vecino Totoro - Netflix

Mi vecino Totoro (Hayao MIyazaki, 1988)

Puede que sea la película que más simbolice al propio Studio Ghibli quizás por su aparente sencillez o por la fluidez del relato, se ha hecho un hueco en el corazón de millones de personas en todo el mundo.

Cuenta la historia de dos niñas que van acostumbrándose a su nuevo hogar mientras su madre se encuentra hospitalizada.

La magia del entorno rural japonés, esa belleza y misterio de la naturaleza y la capacidad infantil de creer en la magia, hacen que la historia sea además de muy entretenida también muy conmovedora, imposible no ser otro niño más si la vemos con nuestros hijos.

El viaje de Chihiro

El viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2001)

Es sin duda la película más aclamada del Studio Ghibli y la primera con la que el Óscar a mejor largometraje de animación se fue a Japón.

Inspirada en la historia de “Alicia en el país de las maravillas” es una adaptación tan sutil y original que para muchos millones de personas en todo el mundo es sin duda la obra maestra de Miyazaki y de Studio Ghibli.

Es un cuento sobre la codicia humana, sobre la valentía que hay que tener para crecer y lo importante que es la libertad de cada uno, por eso es tan apetecible para verla con los niños y hablar de tantas cosas después con ellos.

Los principales críticos de cine de The New York Times crearon una lista con las mejores películas de lo que llevábamos de siglo XXI en el año 2017 y esta fue para ellos la película que merecía estar en el número dos de esa lista. 

El castillo en el cielo (Hayao Miyazaki, 1986)

La primera película oficial estrenada bajo el sello del Studio Ghibli, una obra 100% Miyazaki ya que es una adaptación de uno de los animes que él mismo ha creado. Una historia de batallas y de piratas aéreos que cuenta la historia de una chica que desciende del cielo ayudada por un chico huérfano. Una huída que se convierte en búsqueda y en la que la imaginación desbordante de Miyazaki convierte la historia en una de las mejores obras de este director.

Una ciudad mágica, un lugar cuajado de secretos, de imaginación, de robots melancólicos y románticos, quizás los más originales de la historia del cine de animación.

El viento se levanta (Hayao Miyazaki, 2013)

La atracción que siente este director por volar, los aviones, los pilotos y en general los artilugios voladores es incontestable y aquí tenemos otro ejemplo en el que la imaginación vuelve a ser arrolladora.

El protagonista es Jiro Horikoshi porque la película es un biopic de la historia del mítico diseñador de los aviones japoneses que se hicieron mundialmente célebres por ser pilotados por kamikazes en la batalla de Pearl Harbor.

Un biopic a su manera, por supuesto, sobre todo porque Miyazaki se ha declarado siempre profundamente pacifista y centra su historia en el protagonista, en su trabajo, en su amor y su ambición, siempre filtrado todo por su propia imaginación y su forma de interpretar el mundo y las relaciones humanas.

Porco Rosso (Hayao Miyazaki, 1992)

Si todas las películas de Miyazaki son únicas, esta además es especial y para muchos fans de este director, sigue siendo un misterio alguno de los pasajes de la historia pero no por eso es menos apetecible verla en casa, con los niños, cualquier tarde aprovechando las vacaciones de verano.

Piratas e hidroaviones, un piloto maduro que aparenta ser un tipo duro y mal educado pero que es un romántico que se ha auto condenado por principios a vivir una vida peor que la que se merece.

Quizás en esta película vamos a encontrar la historia de amor más triste de todas las que cuentan las películas del Studio Ghibli, como quizás también la más pacifista, la que más apuesta por la no violencia y la que más motivos nos va a dar para pensar y charlas después de verla.

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