La moxibustión es una terapia de la medicina oriental que utiliza la raíz prensada de la planta Artemisa Vulgaris.

El 16 de noviembre de 2010, la OMS y la UNESCO declararon a la moxibustión y la acupuntura china como Patrimonio Cultural In Material de la Humanidad.
La raíz de Artemisa se prensa, seca y, posteriormente, se enrolla en un puro, que tiene la capacidad de producir calor sin crear llama, generando sensación de calor sobre la zona aplicada.
Este puro caliente se utiliza para estimular ciertos puntos concretos con el fin de curar patologías, de forma aislada aplicando el calor directamente, o en combinación con agujas de acupuntura.
¿Puede la moxibustión ayudar en presentaciones de nalgas?

Un pequeño porcentaje de gestaciones (alrededor del tres o cuatro por ciento) llegará al final en presentación podálica. Esto quiere decir: el bebé vendrá de nalgas.
Hasta hace relativamente poco tiempo, las únicas opciones para intentar que los bebés se colocaran en presentación cefálica eran ejercicios posturales y la conocida como versión cefálica externa. Si estos dos métodos no funcionaban, se realizaba una cesárea electiva como método de finalización del embarazo.
Ahora, se considera una tercera opción para lograr la presentación cefálica. Y es que, la moxibustión en un punto de acupuntura localizado en la punta del quinto dedo del pie, se ha propuesto como una forma de corregir la presentación podálica.
Uno de los factores que parece influir en el éxito de esta terapia es la forma en la que se aplica: tres veces por semana durante 30 minutos y una o dos veces al día durante una semana.
¿Está regulada la moxibustión en España?
Las mujeres con una presentación podálica pueden solicitar el tratamiento con moxibustión entre las 32 y 38 semanas.
En países como Alemania y Francia, es una técnica integrada en el sistema sanitario nacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) avala el uso de la moxibustión en diferentes situaciones:
El tratamiento con acupuntura y moxibustión debería ofrecerse como primera opción a las embarazadas con un feto en presentación diferente de la cefálica (transversal, podálica u oblicua), ya que los resultados de diversos estudios indican que si se realiza alrededor de la semana 33 se obtiene un alto porcentaje de giro.
Por lo tanto, se trata de una técnica poco invasiva, segura, bien tolerada y con un bajo coste sanitario. El permitir a las pacientes otras opciones de tratamiento, mejoraría la satisfacción de las gestantes. De este modo, las mujeres podrían finalizar mediante un parto vaginal, disminuyendo, por tanto, el número de cesáreas.