Cómo experimentemos el momento del nacimiento de nuestros hijos es fundamental. Cada vez las mujeres desean ser más partícipes y que se tenga en cuenta su opinión en el momento del parto. Y lo mismo ocurre si el parto finaliza por cesárea.

El contacto piel con piel, una práctica importante en el parto vaginal, está recomendada en las cesáreas siendo considerada beneficiosa y segura.
Si se va a realizar una cesárea, disponer de un protocolo consensuado entre pediatría, obstetricia, enfermería y anestesia permite aplicarlo como un procedimiento de cuidados habituales con el objetivo de conseguir un entorno similar al del postparto tras un parto vaginal, pero sin olvidar que se trata de una cirugía mayor.
¿Cómo debe ser la cesárea para que sea respetada?
La cesárea debe ser, siempre que no haya ninguna complicación o los motivos de la misma no sean un problema de la mamá o del bebé, tranquila, pausada, en un ambiente lo más parecido posible al parto vaginal. Debe permitir el acompañamiento de la pareja o de la persona que la mujer desee. Se debe intentar piel con piel y contacto precoz evitando en lo posible la separación del bebé y de los progenitores.
De este modo, la experiencia para la pareja del momento de recibir a su bebé va a ser mucho más satisfactoria.
Los puntos fundamentales para lograr una cesárea respetada serían los siguientes:
- Es imprescindible entender la importancia de que el primer contacto de madre e hijo y la primera puesta al pecho tenga lugar dentro de las primeras dos horas de vida, para aprovechar el periodo sensitivo del recién nacido. Esto hará que el inicio de la lactancia sea más favorable. El problema real no es la cesárea en sí misma, sino la separación de la mamá y el bebé.
- La implicación del personal es fundamental. La labor del anestesiólogo es mantener estable a la madre y que pueda recibir a su bebé, la del pediatra y las enfermeras es valorar el bienestar del recién nacido y controlar su seguridad mientras dura el procedimiento y la del obstetra continuar la cirugía con el niño sobre el pecho de la madre.
- Solo se precisa disposición, formación y adecuada vigilancia.

- Reducir el tiempo de separación madre-hijo y favorecer la participación del padre o acompañante, conlleva humanizar el nacimiento favoreciendo una experiencia muy satisfactoria para la familia, que además reporta beneficios psicológicos y fisiológicos. Es importante que se permita la entrada de un acompañante pues la paciente se siente mucho más segura y tranquila, y se permite al padre o acompañante presenciar el naciente del bebé.
- Durante el acto quirúrgico se ponen paños estériles para proteger el campo quirúrgico. Bajar estos paños para que la mujer y su pareja vean el momento de la salida del bebé es un acto muy sencillo pero que las parejas agradecen mucho. Siempre manteniendo un ambiente estéril, la madre puede ayudar en la salida del bebé, cogiendo ella misma al recién nacido para iniciar el piel con piel.
¿Cuándo podemos solicitar una cesárea respetada y humanizada?
Todas deberían ser respetadas y no debería precisar una solicitud previa de la paciente.
Estaría indicada en aquellos casos de cesáreas programadas, cesáreas que no son de urgencia por algún un problema del bebé o de la mamá o cuando el riesgo anestésico es mínimo.
Siempre que no haya contracciones, deberíamos lograr que las cesáreas fueran una experiencia inolvidable y agradable para las familias.
Por lo tanto, nuestra labor como profesionales y basándonos en la evidencia que demuestra la importancia del piel con piel en la cesárea, debemos tratar de mantener esta práctica siempre que sea posible, pues el beneficio para mamá, papá y bebé es increíble.