10 valores que aprendimos con Heidi y que no debemos olvidar
La mayoría de los dibujos animados no solo buscan entretener y divertir a los más pequeños, también pretenden enseñar y transmitir valores y lecciones. Los dibujos de nuestra infancia, con sus luces y sus sombras, nos dejaron un legado mayor del que creemos. Hablamos de 10 valores que aprendimos con Heidi.
Las series de la infancia marcan y ahora, cuando echamos la vista atrás, las recordamos con nostalgia y melancolía. ¿Quién no se acuerda de Heidi? ¿Quién no ha cantado alguna vez aquello de “Abuelito dime tú” ?, ¿Quién no ha querido pasar una temporadita en aquellas preciosas montañas de los Alpes?
Sin embargo, con Heidi aprendimos mucho más de lo que creemos. Heidi es un libro infantil de 1880de la escritora suiza Johanna Spyri, pero su máxima difusión fue gracias a la serie japonesa de televisión Heidi de 1974, Por esos dibujos han pasado más de 40 años, por lo que es lógico que si volvemos a ver sus capítulos o si analizamos muchas cosas de la serie, caeremos en la cuenta de aspectos que están desfasados, de actitudes que ahora nos parecen poco acertadas o de situaciones que nos choquen. Puede que a ninguno se nos escape que al final Heidi era una niña que hacía casi todas las tareas del hogar, no iba a la escuela y fue enviada a servir como damita de compañía de otra niña en Alemania…Igual que también somos conscientes de que Pedro trabajaba desde niño, se hacía cargo de su abuela y estaba sin escolarizar… Además, no pasamos por alto lo raro que era que en la montaña estuvieran todo día con poco más que mangas de camisa, fueran descalzos casi siempre y los resfriados (como poco) pasaran de largo…
Quitando todas esas concesiones y teniendo en cuenta la época y el contexto histórico, también podemos decir que esos dibujos animados nos dejaron grandes valores y enseñanzas, como el amor por los animales y la naturaleza, el respeto a las personas mayores o el valor de la amistad, entre otros.
Cuando miramos hacia el pasado, es bonito tratar de quedarse con lo bueno y recordar aquello que nos aportó momentos felices, aunque también muy lacrimógenos porque si algo tenía Heidi es que era capaz de conmover hasta al que más resistencia pusiera y eso también es digno de valorar porque lograr emocionar y transmitir tanto con unos simples dibujos animados tiene bastante mérito.
A continuación, vamos a repasar y a explicar algunos de los valores y lecciones más importantes que aprendimos junto a Heidi y el resto de protagonistas de esta serie. ¡No te las pierdas!
El valor de la amistad
Con Heidi aprendimos que compartir las aventuras y los buenos momentos con amigos siempre es mejor. La amistad entre Heidi y Pedro o el fuerte vínculo entre Clara y Heidi son la evidente muestra de la importancia de la amistad.También sufrimos cuando esas amistades pasaron por malos momentos, como cuando Heidi tuvo que alejarse de las montañas y separarse de Pedro.Foto Pinterest
El respeto a las personas mayores
Heidi estaba al cuidado de su tía, pero cuando esta encontró trabajo, la niña fue llevada a vivir con su abuelo a Los Alpes, un ermitaño acostumbrado a la soledad un poco serio y gruñón. A pesar de que Heidi no conocía a su abuelo y el carácter de él no hizo las cosas muy fáciles al principio, la niña siempre mostró respeto hacia el anciano y, a lo largo de la serie, un verdadero cariño que fue mutuo. La serie deja la enseñanza del respeto a las personas mayores, de la importancia de su figura en la vida de los niños y de cuidar de los abuelos, ya que también Pedro cuidaba de su abuela y ambos niños la trataban con mucho cariño.Foto Pinterest
El amor entre abuelos y nietos
Aunque al principio el abuelo de Heidi no era precisamente cariñoso, poco a poco va demostrando un profundo amor hacia su nieta y ella adora a su abuelo. La relación de cariño y ternura que se establece entre ambos nos dejó con lágrimas en los ojos en más de una ocasión.Foto Pinterest
El amor y respeto por los animales
Niebla, Pichi, las ovejas…en la serie de Heidi los animales tenían gran protagonismo y los personajes sentían un gran amor y respeto hacia ellos. ¿Quién no quiso que Niebla fuera su amigo de cuatro patas durante la infancia?Foto: Fotograma dibujos Heidi
Entusiasmo por la naturaleza
Todos los que fuimos amantes de estos dibujos animados nos sentíamos como Heidi cuando íbamos a pasar un día a la montaña o a pasear por el campo. Tanto Heidi, como Pedro y el abuelo eran amantes de la naturaleza, disfrutaban de la montaña y respetaban el medio ambiente. En la serie había alusiones constantes a los beneficios del aire de la montaña y las ventajas de que los niños vivieran en un entorno natural.Foto: Fotograma dibujos Heidi
La inocencia de la infancia
Si hay algo que muchas veces añoramos los adultos es esa inocencia característica de la infancia. Los niños protagonistas de estos dibujos tenían una felicidad y una inocencia con la que se ganaban los corazones: los más duros, como el del abuelo al principio y también los de la audiencia.Foto: Fotograma dibujos Heidi
Aprendimos a buscar el lado bueno de cada persona y mirar más allá
El abuelo de Heidi era solitario, poco hablador y solía estar malhumorado, pero eso no hizo que Heidi desistiera y se ganara el cariño del abuelo poco a poco hasta derribar todas sus barreras y descubrir todo el amor que había detrás de esos escudos. La Señorita Rottenmeier, tutora de Clara, es estricta, distante y muy severa, pero también supimos todos darnos cuenta de que tenía buen corazón y que era la preocupación por el bienestar de Clara la que hacía que actuara con demasiada rigidez.Foto: Fotograma dibujos Heidi
La importancia del apoyo y la confianza en las personas
Heidi es toda una lección de apoyo, cariño y confianza. El apoyo de los niños a Clara y la confianza en ella y en su recuperación son muy importantes para que Clara logre superar todos los obstáculos. Una amiga leal y comprometida como Heidi es lo que todos necesitamos en nuestra vida.Foto: Fotograma dibujos Heidi
El placer de las cosas sencillas
Correr por un verde prado, pisar la hierba descalzos, beber leche de cabra y observar la forma de las nubes tirados en la hierba…placeres sencillos que muchos añoramos y que nos hacen tener un poquito de envidia de Heidi…aunque bueno, si la leche está hervida o pasteurizada, mejor.Foto: Pinterest
Inclusión y tolerancia
Heidi, Pedro y Clara son amigos, se divierten, disfrutan y poco importa que Clara vaya en silla de ruedas para ello. No hay bullying, ni discriminación o falta de tolerancia. Valores de los que todos debemos aprender.Foto: Fotograma dibujos Heidi
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