La maternidad/paternidad tiene su checklist particular de experiencias comunes. Muchas de ellas, afortunadamente, son bonitas y positivas, pero también las hay negativas. Desde limpiar la ropa tras un escape, por ejemplo, a ser víctima de un ataque de ira de tu hijo o hija. Y es que ya sea en la época de rabietas a partir de los dos años o un poquito más adelante, la tormenta emocional hace que tarde o temprano nuestro peque nos pegue. Que levante la mano al que no le haya pasado nunca esto.
Álvaro Bilbao, que de esto sabe un rato porque además de experto neuropsicólogo es padre de tres hijos, dedicó uno de sus últimos post en Instagram a la respuesta de los adultos hacia sus hijos pequeños cuando les pegan. “Es puro sentido común, pero cuando ves a la personita que más quieres en el mundo gritar o agredirte es normal entrar en pánico y no saber cómo actuar”, dice el divulgador.

Qué no ayuda en esta situación
Antes de ofrecer consejos en positivo, sobre lo que sí suele funcionar cuando nos pega nuestro hijo o hija, Álvaro Bilbao incide en qué tipo de reacciones y hábitos no suelen ayudar en esta situación.
En primer lugar, pegar es una de las cosas que no recomienda hacer. “Es como echar gasolina a un incendio. Puede que ese día frene, pero las conductas agresivas volverán con más fuerza”, asegura.
En la misma línea, Álvaro Bilbao descarta la opción de abandonarles, obligándoles a “irse a su habituación” o decisiones similares. “El tiempo fuera provoca en el niño un gran miedo al abandono y no es eficiente para reducir problemas de agresividad, de acuerdo con los estudios”, afirma.
Además, Álvaro Bilbao desaconsejable gritar y no hacer nada. Sobre lo primero, indica que “intimidar al niño sólo va a conseguir que se sienta más asustado o enfadado y puede hacer que el comportamiento se intensifique y tú pierdas más los nervios”. Y sobre lo segundo, el neuropsicólogo dice que “pegar puede ser normal entre los 12 meses y los 4 años, pero es un comportamiento que tiene graves consecuencias sociales, por lo que no debes dejar que tus hijos te peguen”.
Qué sí funciona cuando te pega
En el otro lado de la balanza, Álvaro Bilbao destaca cuatro estrategias que sí funcionan, o sí recomienda hacer cuando nuestro hijo o hija nos pegue.
La primera es protegernos. “Si un niño pequeño intenta pegarte puedes utilizar la longitud de tus brazos para evitar que se acerque y evitar que te pegue”. La segunda, utilizar una tono de voz adecuado. “No hace falta gritar”, asegura Álvaro Bilbao al respecto. “Un tono de voz serio y calmado es mucho más efectivo para rebajar el nerviosismo y hacer notar tu enfado desde una calma que los dos podéis escuchar”, añade.
En tercer lugar, el experto hace hincapié en el mensaje que les transmitimos a los peques cuando nos pegan. “Es muy importante”, recalca Álvaro Bilbao, que recomienda “hablar de tus límites y no de su comportamiento: ‘Mamá no deja que nadie le pegue’”.
Y por último, la cuarta estrategia que Álvaro Bilbao aconseja para cuando nuestro hijo o hija nos pega es hablar de ello cuando se calme el peque. No dejarlo estar, sino afrontarlo, pero cuando sea el momento adecuado. “Una vez esté más calmado puedes preguntarle cómo se siente o qué podéis hacer para solucionar el problema”, concluye Álvaro Bilbao.