Por diversas circunstancias y, a veces, sin ser conscientes, algunos padres y madres suelen delegar responsabilidades en el mayor de sus hijos: cuidar de los hermanos más pequeños, permitir que les corrijan o castiguen, mediar en las peleas y conflictos, dar ejemplo…
Sin embargo, como afirma el psicólogo educativo Borja Quicios en www.guiainfantil.com , cuando se carga a los hermanos mayores con responsabilidades que no les pertenecen, esto les lleva a adoptar un comportamiento que no es acorde con su edad y que puede afectar a su desarrollo: “Debido a estas exigencias de sus padres, los niños no encuentran su lugar real dentro del entorno familiar y se ven obligados a convertirse en un adulto más”, explica el terapeuta.
En el mismo sentido, la psicóloga Oceanía Martín Recio de Cepsim Madrid, afirma en el blog de www.psicologiamadrid.es que cuando los hijos hacen de padres de sus hermanos se produce una inversión de roles que puede ir perjudicándoles poco a poco de forma silenciosa y casi invisible y tener un impacto negativo en su autoestima.
“La pérdida de su rol de niño, le impide desarrollarse emocionalmente a su ritmo y esto afecta al concepto de sí mismo y teme continuamente no cumplir expectativas, se devalúa en comparación con los demás o no se siente suficiente”, sostiene Martín Recio.

Para evitar estas posibles consecuencias, los padres deben encontrar el equilibrio entre educar a los hijos mayores en la responsabilidad y el respeto a su edad y momento vital: “Está bien que queramos implicarle en el cuidado del hermano menor (esto, además, nos ayudará en muchas ocasiones a gestionar mejor los celos), pero no podemos darles unas obligaciones y responsabilidades que no les pertenecen. No podemos olvidar que los padres somos los encargados de educar a todos nuestros hijos (no los hermanos mayores)”, apunta Quicios.
Los psicólogos coinciden a la hora de señalar las obligaciones que no deben recaer sobre los hermanos mayores y que les impedirían ejercer su verdadero rol, que es el de hijo y hermano. Te las contamos, a continuación
Las responsabilidades que no deben recaer en los hermanos mayores
Estas son las obligaciones que no se deben delegar en los mayores, los que por otra parte, también suelen ser los favoritos de sus padres.
- Ser el responsable de cuidar a sus hermanos: Aunque sí puede encargarse de vez en cuando y ayudar en el cuidado de sus hermanos menores, hay que evitar el riesgo de que lo haga continuamente y por obligación. Según los psicólogos, esta tarea puede suponer una carga excesiva para él. Le puede llegar a abrumar y generar ansiedad, además de tener un impacto negativo en su desarrollo psicológico y emocional que, incluso, puede conllevar la pérdida de la propia infancia.
- Vigilar a los pequeños: Esto implica una gran responsabilidad e igualmente puede generarles ansiedad por tener que estar siempre alerta y preocupado por la seguridad y el comportamiento de los que son menores que él. Es una carga demasiado exigente para un niño, e incluso para un adolescente.
- Darle potestad para corregir o castigar. En las peleas entre hermanos se le suele asignar al mayor el rol de mediador para que ponga orden y zanje el asunto. Es común darle autoridad para que corrija o incluso castigue a los menores. Sin embargo, esto crea un desequilibrio en la relación fraternal, pues en lugar de que los hermanos jueguen e interacciones como aliados y compañeros, el mayor se convierte en una figura de autoridad que puede generar rechazo y/o resentimiento.
- Dar ejemplo: Es bueno y natural que los más pequeños se fijen en los mayores, les imiten y aprendan cosas de ellos. Sin embargo, exigir de forma constante que los primogénitos sean un modelo de comportamiento (“Tienes que dar ejemplo”, se les suele decir) pasa por alto el hecho de que ellos también son niños, están aprendiendo y tienen el mismo derecho a cometer errores.
- Educar: Los mayores no tienen que educar a los pequeños en su formación académica, ni en su comportamiento, conducta o modales, ni en sus hábitos de higiene. Esto les puede generar estrés y afectar a su propio rendimiento escolar y desarrollo. Educar es una responsabilidad de la que únicamente deben hacerse cargo los padres.
No cometas estos 6 errores
Si tienes un hijo mayor, es momento de que reflexiones para que no caigas en estos errores. De esta manera tu hijo mayor podrá criarse de forma más saludable.
- Que el hermano mayor tenga que ayudar al hermano menor en todo lo que necesite, en cualquier momento, sin tener en consideración las necesidades del hermano mayor y anteponiendo las del menor.
- Decirle una y otra vez al hermano mayor que tiene que ser un buen ejemplo para sus hermanos menores. El ejemplo siempre debe ser de los padres a los hijos y nunca de hermanos a hermanos, esto puede generar rivalidad y resentimientos.
- No detallar las responsabilidades a los hijos. Es necesario tener en cuenta que las responsabilidades con los hijos dependerán de su edad y de su capacidad para hacer las cosas. Por eso, no se puede equiparar las responsabilidades de los hijos por igual. Y siempre, deben tener un límite en las responsabilidades, ¡deben seguir siendo niños!
- No elogiar cuando hace las cosas bien. Cuando el hermano mayor hace las cosas bien o ayuda, es bueno que le elogies. Es bueno que se involucre, pero siempre como una opción o una elección y no como una imposición de la que no está de acuerdo el hijo mayor.
- Que el hermano mayor tenga autoridad sobre los hermanos menores. Nunca bajo ninguna circunstancia un hermano debe tener la autorización de castigar o corregir a sus hermanos menores. Siempre deben ser los padres los que se encarguen de hacer esto. Los hermanos son hermanos e hijos y todo deben ser iguales entre ellos y de cara a los padres.
- Ser ejemplo de autoridad. Los niños no deben ser el ejemplo de autoridad de sus hermanos, ¡deben ser hijos y hermanos pero nunca autoridad como lo debe ser un padre o una madre!
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