Ella es solo una niña, un dibujo de cómic y sin embargo, Mafalda nace con un activismo político notable, con una sensibilidad ante las injusticias que la lleva a reflexionar en voz alta.
Mafalda entiende, a su modo, qué son las clases sociales, por qué existe miseria en el mundo y sobre todo, entiende y le preocupa el nivel de violencia que existe en su época.
Viendo cualquier informativo nuestros hijos van a ver el nivel de violencia en el que vivimos, van a encontrar en la pantalla los efectos de las guerras, de la miseria, del hambre y de las injusticias.
Tienen la enorme suerte de verlo lejos pero eso no quita para que puedan sentirlo muy cerca, para que les afecte y por eso es muy importante que nosotros, los adultos, estemos a su lado para ayudarles a entender, lo que está pasando en el mundo y por qué.
Mafalda ante la violencia
Mafalda ejemplifica a una niña de clase trabajadora en la Argentina de los años 60 y 70. Una niña que ha ido desarrollando un pensamiento crítico que suele expresar sin filtros, en voz alta, lo que incomoda muchas veces a los adultos que la rodean.
Es curiosa, inconformista, inteligente y divertida y tiene muy claro que la violencia no es el camino en ningún caso, que la educación es el antídoto contra la violencia y que todos los esfuerzos que hagamos por evitar la violencia o la guerra bien empleados estarán siempre.
Todo eso lo expresa en frases como estas:
- La violencia es el miedo a los ideales de los demás.
- La educación es la vacuna contra la violencia y la ignorancia.
- De tanto ahorrar en educación, nos hemos hecho millonarios en ignorancia.
- Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría.
- ¿Y si en lugar de pensar en la guerra, pensamos en solucionar el hambre?
- ¿No sería maravilloso vivir en un mundo donde la publicidad hiciese la paz en lugar de la guerra?
- Quiero felicitar a los países que conducen la política mundial. Así que espero que alguna vez haya motivos.
- El problema es que hay más gente interesada que gente interesante.
- "Ya que amarnos los unos a los otros no resulta, ¿por qué no probamos amarnos los otros a los unos?"
- Sí, ya sé, hay más problemólogos que solucionólogos, pero ¿qué vamos a hacerle?
- Es horrible ver como a la sociedad le importa más un programa televisivo que lo que ocurre en el mundo.
- ¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fuesen más importantes que los bancos?

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