Juguetes para el primer año del bebé, según la metodología Montessori

“Si queremos apoyar a un niño, debemos proveerlo de un entorno que le permita desarrollarse libremente”, esta era una de las principales ideas de María Montessori y aquí por supuesto, se incluyen los juguetes.
Bebé jugando

Más allá de una decoración bonita, con agradables, cómodos y por supuesto seguros, siempre es buena idea montar la habitación de nuestro bebé siguiendo la filosofía de María Montessori y para eso el entorno de un niño, su dormitorio, debe contar también con materiales con los que pueda jugar, tiene que tener algunos juguetes con los que entretenerse y al mismo tiempo aprender. 

Bebé jugando en su cuna - Getty Images

El análisis llevado a cabo por la Universidad de Lorena sobre los efectos de la educación Montessori en cinco campos del desarrollo y el aprendizaje en niños que se publicó en Science Direct, viene a corroborar el hecho de que se trata de una metodología que fomenta la creatividad y el pensamiento crítico en el alumnado, basándose sobre todo en el juego y los juguetes.

El juego y los juguetes en el método Montessori tienen una gran importancia ya que se considera que a través del juego, los niños y las niñas mejoran sus habilidades, potencian su autoaprendizaje, liberan su creatividad y aprenden de forma individualizada y a su propio ritmo madurativo con lo que consiguen aprender con los sentidos de una forma muy natural. Este es uno de los principios de María Montessori para educar a los niños, conseguir que sea de forma natural e individualizada.

Fomentar la independencia de los niños y niñas es una de las piedras angulares de la metodología Montessori que sobre todo promueve la educación consciente y para conseguirlo, tanto los juguetes como los accesorios que coloquemos en su habitación o que estén a su alcance, deben estar pensados y diseñados para este fin.

Juguetes durante el primer año, según el método Montessori

Uno de los puntos claves es que deben fomentar la independencia del niño o la niña en la medida de sus posibilidades, apostando porque pueda moverse libremente y respetando su desarrollo físico, emocional y social.

Es recomendable que se realicen en materiales naturales y sostenibles y que no tengan mecanismos o tecnología que dirija la atención o la intención del bebé.

La madera es una constante entre los materiales elegidos para los juguetes en la filosofía Montessori.

De 0 a 3 meses. Siempre buscando que los objetos o los juguetes fomenten el libre movimiento del bebé para facilitar el desarrollo natural de sus habilidades motrices.

En esta etapa se recomienda permitir que explore a su propio ritmo y lo más adecuado son los móviles de colores que pueda seguir con la mirada, móviles que puedes encontrar en numerosos establecimientos y que puedes crear tú misma siguiendo unas indicaciones muy sencillas, lo que le dará un sentido aún más especial. 

De 3 a 9 meses. Ha empezado la manipulación por lo que son interesantes y recomendables los sonajeros, las pelotas e incluso los espejos puestos a su altura para que puedan reconocerse.

El tablero sensorial es un clásico en esta filosofía educativa por la cantidad de actividades y posibilidades que ofrece tanto de juego como de aprendizaje.

De 9 a 15 meses. Las pizarras infantiles que además permiten el juego tanto individual como en pareja o incluso en grupo, son perfectas a partir de esta etapa porque empiezan a servir para fomentar una inicial interacción social con otros niños.

Las torres de aprendizaje o los puzzles son bien recibidos en esta etapa de crecimiento y desarrollo.

Bebé jugando con sus juguetes didácticos - Pexels

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