La jornada escolar más beneficiosa: ¿Partida o intensiva?

Para algunos el horario escolar partido es el más favorable; para otros, hace que los niños rindan menos y tengan menos tiempo libre... Se trata de un debate que no deja de estar sobre la mesa. Ahora, estudios recientes del ámbito de la cronobiología aseguran que la jornada escolar partida se ajusta mejor a los ritmos biológicos
niños en clase

¿Cuál es la jornada escolar más conveniente para los alumnos? Una cuestión que no es la primera vez que está en boca de todos, como también suelen estarlo otros temas como la elección entre educación pública o privada, la realización de deberes tras las clases o el uso obligatorio de uniformes.

Si nos centramos en lo que se refiere al horario escolar, lo cierto es que es un debate que no deja de ser actual dado el peso que tiene en el sistema educativo. Por ello, si el objetivo de una buena educación es que los niños no solo aprendan, sino que también su interés y su motivación se vean potenciados, lo lógico es que reflexionemos acerca de las consecuencias que puede tener adoptar un horario u otro en ellos, ¿no? 

La jornada discontinua -que ha sido desde siempre la más habitual- suele seguir un horario aproximado de 9:00 a 12:00 y de 15:00 a 17:00h; frente a la continua, que lo concentra entre las 9:00 y las 14:00h, aunque los centros se mantengan abiertos hasta las cinco de la tarde.

A diferencia de lo que solía ser lo tradicional, en los últimos años se ha estado implantando la jornada continua en la mayoría de colegios públicos españoles y –quizá- esta podría ser la más perjudicial.

A favor de la jornada partida

niña durmiendo

Lo que está claro en este tema es que existen defensores y detractores en ambos bandos. Sin embargo, en uno de los frentes ahora se cuenta con investigaciones recientes del campo de la cronobiología que afirman que la jornada partida podría adaptarse mejor a los ritmos biológicos de los alumnos, sobre todo en el caso de los adolescentes.

Tal y como recoge en un documento la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) distinguimos las varias enseñanzas que han obtenido: 

Siguiendo esta línea, los pediatras consideran que los horarios deberían imponerse siguiendo el “cronorrendimiento de los alumnos para mejorar su aprendizaje y sus resultados académicos, y así evitar las distracciones o la somnolencia que se pueden producir a lo largo de la jornada lectiva”.

Y es que, para muchas personas la jornada continua tiene varios puntos en contra:

  • Obliga a los niños a comer más tarde de lo que deberían y a pasar horas sin llevarse nada a la boca, lo que les lleva a acabar ingiriendo cualquier cosa al llegar a casa. A su vez, esto deriva en una mala alimentación que, al mismo tiempo, puede llevar a problemas de obesidad y el ir al colegio se convierta en un sitio donde exclusivamente se aprenden materias. Y es que, el tiempo en el patio también resulta beneficioso por la actividad física y social que realizan jugando.

Por ello, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SPV) ofrecen las siguientes recomendaciones horarias:

Con todo esto, desde la SPV creen conveniente instaurar un “horario escolar de inicio entre las 08:30-09:00 horas según las edades, con una distribución de materias en función de los momentos de mayor atención del alumnado, con respeto a los ritmos derivados de la crononutrición, favoreciendo la comida de mediodía en horario de 13 a 14 horas y finalizando la actividad escolar alrededor de las 16:30 horas”.

En contra de la jornada partida

niño en clase

No obstante, hay quienes afirman que la jornada continua es la más beneficiosa para todos. Estos son algunos de sus argumentos:


Teniendo todo esto sobre la mesa, lo que es evidente es que muchos son los factores que se tienen que considerar para posicionarse a favor de una jornada u otra. Y que, como concluía en su informe la Sociedad Valenciana de Pediatría, hay que tener en cuenta que en el diseño del horario escolar es importante que participe toda la comunidad educativa –desde padres a profesores-, como también profesionales de otros ámbitos como nutricionistas, sociólogos, cronobiólogos o pediatras, entre otros.

Por eso es tan difícil establecer con claridad qué opción es mejor sobre la otra, porque depende en gran medida de otros motivos familiares, laborales, sociales y económicos que afectan directamente a la decisión. Si tuvieras que quedarte con una ¿cuál sería tu opinión?

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  • Eugenio Manuel Fernández Aguilar